Milán, el Museo del Novecento se renueva: se inaugura la nueva disposición


El Museo del Novecento de Milán inaugura las nuevas distribuciones de las salas Marino Marini y las dedicadas al periodo comprendido entre los años sesenta y ochenta.

Inauguración del Museo del Novecento de Milán, que hoy ha mostrado por primera vez las nuevas disposiciones de las salas dedicadas a Marino Marini y a las dedicadas al arte de los años sesenta a ochenta (situadas al final del recorrido museístico: para la ocasión se han añadido también 122 nuevas obras y 56 nuevos artistas), así como el nuevo taller didáctico, abierto hacia la entrada del museo, en la base de la escalera de caracol que conduce a las plantas superiores, donde comienza el recorrido.

La nueva disposición se ha titulado Novecento: Nuovi Percorsi (El siglo XX: nuevos caminos), y con ella se pretende reinterpretar el propio patrimonio del museo en el marco de un programa general de renovación que concluirá en 2020, cuando el Museo del Novecento cumpla diez años de actividad. La dirección y el comité científico del Museo del Novecento, responsables de Novecento: Nuovi Percorsi, han querido poner de relieve las novedades del proyecto museográfico concebido por el arquitecto Italo Rota para las esculturas de Marino Marini (a las que se ha dado una nueva ubicación, que permite admirar el arte del escultor toscano en el marco de un desarrollo cronológico coherente), donadas por el propio artista y su esposa Mercedes Pedrazzini a la ciudad de Milán entre 1972 y 1986. Se trata también de proponer una nueva reflexión sobre la producción de Marino Marini, con un diseño expositivo que, aprovechando también una vista de la ciudad (y en particular de la Piazzetta Reale), quiere subrayar la relación del artista con Milán.

Por otro lado, en cuanto a la exposición de las salas de arte de los años sesenta a los ochenta, se puede decir que también ha sido objeto de una cuidadosa reflexión sobre cómo repensarla para proponer una narrativa del siglo XX como terreno fértil para la experimentación con lenguajes y medios, y para relanzar el arte italiano en un contexto de interacción con la escena artística internacional, gracias también a la exposición de la Colección Bianca y Mario Bertolini que fue donada al Ayuntamiento de Milán en 2015. Así, obras de artistas como Mario Ceroli, Renato Mambor, Mario Schifano y Bepi Romagnoni se presentan junto a obras de Andy Warhol, Robert Rauschenberg y Richard Hamilton, mientras que se establece otro diálogo entre las superficies monocromas de Giulio Paolini y los papeles de Sol Lewitt, y de nuevo entre Giorgio Griffa y Daniel Buren. Las primeras salas del itinerario están dedicadas a las experiencias óptico-cinéticas y a los entornos site-specific del Grupo T. A continuación, el recorrido aborda las diversas declinaciones de la pintura, desde las experiencias Pop hasta las pinturas analíticas y conceptuales. También se dedica una sala monográfica a la artista turinesa Carol Rama, con la exposición (por primera vez en Milán) de Presagi di Birnam (1970), obra adquirida por el Museo en 2012.

La nueva disposición pretende subrayar precisamente la importancia delarte conceptual dedicando espacio a artistas italianos e internacionales que, entre los años sesenta y setenta, llevaron a cabo una importante reflexión sobre el medio fotográfico: en particular, se menciona a John Baldessari, Marcel Broodthaers, Jan Dibbets, Joseph Kosuth, Vincenzo Agnetti, Bruno Di Bello, Giuseppe Penone, Ugo La Pietra y Michele Zaza. También hay salas dedicadas al arte italiano, con una mirada en profundidad a la expansión del concepto de escultura desde el objeto tridimensional que habita el espacio hasta el nacimiento de la instalación, pasando por las prácticas inmateriales (como la performance). La nueva disposición confirma la sala dedicada a Luciano Fabro y aborda el tema de lainstalación (tanto desde el punto de vista de los lenguajes como de los materiales) con obras de Giovanni Anselmo, Amalia Del Ponte, Jannis Kounellis, Eliseo Mattiacci, Fabio Mauri, Mario Merz, Michelangelo Pistoletto y Gilberto Zorio. El itinerario concluye con un recuento de las experiencias que, en el umbral de la década de 1980, propusieron un retorno a la subjetividad y la narración, a través de las obras de Nunzio Di Stefano, Marco Gastini, Paolo Icaro, Mimmo Paladino y Giuseppe Spagnulo.

Para más información, visite el sitio web del Museo del Novecento.

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Milán, el Museo del Novecento se renueva: se inaugura la nueva disposición


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