Milán, el Cenáculo Vinciano pasa a ser gestionado por la Pinacoteca di Brera


La Última Cena de Leonardo da Vinci pasa a ser gestionada por la Pinacoteca di Brera, que, por tanto, también será responsable de la obra maestra de Leonardo da Vinci, además de la Biblioteca Braidense y el Palazzo Citterio.

En Milán, el Cenacolo Vinciano pasa de la gestión de la Dirección Regional de Museos Nacionales de Lombardía a la de la Pinacoteca di Brera: el Cenacolo pasa así a depender del instituto braidense. El traspaso se produjo en el marco del proceso de reforma del Ministerio de Cultura (MiC), iniciado este año. La reforma, impulsada por el ex ministro Gennaro Sangiuliano, se aprobó mediante un decreto que obtuvo la aprobación de los órganos de control el 25 de septiembre, e introduce una nueva estructura de oficinas de gestión e institutos culturales con especial autonomía a nivel no general. El anexo 2 del decreto contiene una lista detallada de los “institutos y lugares culturales y otros edificios y/o complejos asignados a museos y parques arqueológicos y otros institutos y lugares culturales con autonomía especial”.

Entre las 14 direcciones generales identificadas en el decreto figuran algunas de las instituciones culturales más importantes del país, entre las que destaca la Pinacoteca de Brera. Como parte de la reforma, a la histórica institución milanesa se le asignó la responsabilidad de algunos de los lugares culturales más prestigiosos de Italia: el Cenacolo Vinciano, la Biblioteca Nacional Braidense y el Palazzo Citterio. Así, Brera se encuentra ahora a la cabeza de un polo museístico mil anés que incluye también la Última Cena, obra maestra de Leonardo da Vinci y sitio de la UNESCO.



Las raíces que unen Brera y la Última Cena hunden sus raíces en el pasado: los dos institutos, afirma la dirección de Brera, están unidos por una historia común de gestión, restauración y valorización que ha marcado a ambos institutos a lo largo del tiempo. Ya a principios del siglo XX, de hecho, la Última Cena se convirtió en un museo confiado al Estado gracias a Ettore Modigliani, que fue director de la Pinacoteca de Brera de 1908 a 1937. Esta relación se consolidó durante la posguerra, gracias a Fernanda Wittgens, que fue directora de Brera de 1940 a 1957 y promovió un importante proyecto de restauración para conservar la obra de Leonardo da Vinci. Los últimos trabajos de restauración de la Última Cena se llevaron a cabo bajo la dirección de Carlo Bertelli, y concluyeron con la contribución de Pietro Petraroia y Pietro Marani, de nuevo bajo los auspicios de la Pinacoteca de Brera. A finales de los años noventa, cuando empezaba a debatirse el concepto de autonomía de los museos, Bruno Contardi, entonces Superintendente, imaginó Brera y el Cenacolo como un único gran polo museístico capaz de representar la cultura milanesa en Italia y en el mundo.

“Estoy muy contento por este encargo”, afirma Angelo Crespi, Director General de la Pinacoteca di Brera, "que ante todo debe ser una asunción de responsabilidad hacia un sitio del Patrimonio Mundial bajo la égida de la Unesco y una obra, como La Última Cena, entre las más importantes del mundo y conocida en la historia del arte“. La reunión de La Última Cena y Brera, ya presente en la mente y el alma de Giuseppe Bossi, primer director general de la Pinacoteca, y sancionada por primera vez mediante real decreto en julio de 1882, cuando la Pinacoteca de Brera se separó de la Academia de Bellas Artes para formar una institución autónoma, la Pinacoteca de Brera.Academia de Bellas Artes para formar una oficina autónoma, bajo cuya jurisdicción se colocaron la Última Cena y el Arco de la Paz de Leonardo da Vinci- permite la creación de un gran centro museístico estatal en Milán a la altura, por ejemplo, de las Galerías Uffizi o la Galería de la Academia de Florencia”.

“En mi perspectiva del Gran Brera cuyos contornos ya he esbozado y expresado en este primer año de mi mandato”, concluye Crespi, “y teniendo en cuenta una renovada alianza entre la Pinacoteca y la Accademia para la valorización y protección del conjunto histórico de Brera, devolver la Última Cena a su marco histórico no puede sino aumentar la fuerza de un proyecto que tendrá importantes repercusiones positivas tanto en el sistema museístico lombardo como en el nacional”.

Milán, el Cenáculo Vinciano pasa a ser gestionado por la Pinacoteca di Brera
Milán, el Cenáculo Vinciano pasa a ser gestionado por la Pinacoteca di Brera


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