Hoy se ha inaugurado en Lugo (Rávena) el nuevo Museo di Casa Rossini, dedicado a la figura del compositor Gioacchino Rossini (Pesaro, 1792 - Passy, 1868), instalado en la casa familiar de la localidad romañola, que perteneció a su abuelo (el propio Rossini residió en Lugo de 1802 a 1804, estudiando en la ciudad y aprendiendo sus primeros rudimentos musicales), en Via Rocca. El museo, en el que la Región de Emilia Romaña ha invertido 52.000 euros de aportaciones regionales, consta de cinco salas de exposición, un pasillo y una escalera “biográfica”, que se presentan al visitante en el trazado del artista Claudio Ballestracci. El leitmotiv del museo es, obviamente, la música.
La primera es la Stanza del prodigio, inaugurada en diciembre de 2018, un entorno interactivo en el que el visitante puede escuchar las Seis sonatas para cuatro, compuestas durante sus estudios en Lugo (cuando el visitante abre una de las cuatro partituras que descansan sobre los atriles en el centro de la sala, arranca la melodía correspondiente y la partitura se ilumina en gran formato en los paneles de la pared; además, cuando todas las partituras están abiertas, la composición resuena completa y el visitante se encuentra envuelto en música).
La visita continúa con la Sala de los Mapas, una extensión de cúpulas de cristal, dispuestas a lo largo de una mesa sinusoidal, que trazan el recorrido de las “geografías” de la vida y la obra de Gioacchino Rossini. En cuanto se levanta una de las cúpulas, resuenan las notas de una de sus composiciones. Enfrente, se entra en la tercera sala, la Sala de la Resonancia: aquí se escuchan frases sobre lo que escritores, filósofos, músicos y científicos de todo el mundo han dicho de Rossini. Palabras que se reflejan en la pequeña librería colgante, ofrecida para consulta. En la planta baja, se entra en el último espacio, la sala de la despensa, donde la conocida pasión de Rossini por la cocina aflora en los títulos de sus pequeños “pecados de vejez”, composiciones a menudo irónicamente tituladas avellanas, rábanos, encurtidos, higos secos y más. Al abrir los cajones de la despensa, emerge la interpretación visual de Massimo Pulini, el primer artista implicado en el ambicioso proyecto de traducir en imágenes los manjares del maestro, en sintonía con la música de Rossini.
El museo también se adentra en el periodo que Rossini pasó en Lugo. Durante este periodo, de 1802 a 1804, comenzó a componer música, dando a conocer inmediatamente su talento. Aunque nunca vivió en el edificio de dos plantas de Via Rocca, que perteneció a su abuelo, Rossini siempre lo tuvo en especial estima. Aquí, en 1992, se celebró el 200 aniversario de su nacimiento, y la Casa, con la aportación fundamental del Club de Leones de Lugo, se convirtió en sede de actos culturales y exposiciones de arte. En 2018, durante el año Rossini 150 años después de su muerte, maduró la idea de transformarla en un museo dedicado al compositor. La Casa Museo estará abierta los viernes, sábados y domingos de 10:00 a 12:00 y de 16:00 a 18:00 horas.
Lugo, museo sobre Gioacchino Rossini abierto en su casa familiar |
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