La Pinacoteca di Brera de Milán lanza la nueva plataforma en línea Brera Plus+, que hasta el 31 de diciembre ampliará el contenido multimedia de lo que dejará de ser una simple entrada para convertirse en una “tarjeta gratuita”, un verdadero “abono”. La tarjeta permitirá acceder al museo y también al contenido en línea “Brera Plus+”, y será válida durante todo un año. Brera Plus+ es el conjunto de contenidos que Brera ofrece para enriquecer sus colecciones de arte: diálogos y exposiciones innovadoras que combinan vídeo y exploración en línea; conciertos, clases magistrales y espectáculos en streaming (cada tercer jueves de mes); visitas guiadas y encuentros en línea con especialistas, actores, escritores; acceso a los depósitos y al laboratorio de restauración en línea; Brera la noche en streaming; asamblea de socios. La afiliación será gratuita y estará disponible a partir de mañana, 15 de septiembre. Cada titular de la tarjeta (o socio) tendrá derecho a una visita a la Pinacoteca de Brera (previa reserva) y, además, de la mera entrada, también tendrá acceso a contenidos en línea, programas especiales, conciertos y eventos en directo en streaming.
Por ejemplo, entre los contenidos accesibles a través de Brera Plus+, un lugar destacado lo ocuparán las dos iniciativas que retoman las celebraciones por el año de Raphael. El 12 de octubre, Performing Raphael propondrá un excursus rico e interactivo sobre los decorados de los Desposorios de la Virgen desde 1806 hasta nuestros días, encontrando un nuevo desarrollo en la reconstrucción de la instalación concebida en 1976 por Bruno Munari (con motivo del Juicio por el Museo) para mirar con nuevos ojos la obra maestra de Brera. Un itinerario que idealmente continuará el 29 de octubre con el Noveno Diálogo Nuevas perspectivas sobre la perspectiva, una exposición virtual que pondrá lado a lado la Boda del “pintor divino” con el pergamino chino Viaje a lo largo del río durante el Qingming, creado por Zhang Zeduan en la época de la dinastía Song (960-1279): una yuxtaposición inédita que nos permitirá reflexionar sobre las formas de representar el tiempo y el espacio en contextos históricos y culturales diferentes.
Mediante la suscripción, o abono, el “usuario” puede disfrutar de la Pinacoteca o de la Biblioteca Braidense volviendo regularmente, no limitándose a una única visita, sino participando en la vida del museo, aprovechando otros servicios y contenidos. Se elimina así el concepto de “entrada” y también el de “visitante”, sobre todo en la modalidad “hit and run” que ha caracterizado al turismo de masas.
“Desde 2015”, dijo el director de la Pinacoteca di Brera, James Bradburne, durante la rueda de prensa, “la misión del museo se ha centrado en la fruición y no en el turismo: dimos la espalda al turismo, nos negamos a hacer exposiciones, dijimos que bombear números con autobuses no era nuestro objetivo y no correspondía a nuestras visiones. Nos centramos en la colección y en la puesta en valor de las colecciones, no en el turismo de masas: no me parecía un objetivo fiable y sostenible. Vimos cómo museos que se centraban en el turismo de masas, como el Guggenheim de Nueva York, se derrumbaban tras el 11-S u otros problemas, y ahora vemos el colapso del turismo de masas con Covid. No podemos soñar con volver a poner todo en su sitio, tenemos que trabajar ahora: el turismo es bueno, pero necesitamos un turismo comprometido. Necesitamos un turismo que asimile a los turistas con los ciudadanos: con el turismo de masas hay una falta de responsabilidad por parte de la gente, que se comporta como no se comportaría en casa. No hay que recrear malos mecanismos, sino insistir en un paso adelante, y ese momento es ahora”.
“La medida del museo”, añadió el director, “no es su número de visitantes: siempre he dicho que es la cifra más irrelevante de mi vida profesional”. ¿Podemos decir que los Uffizi son menos museo porque tienen menos visitantes? ¿Que Brera es menos bueno porque tiene un tercio de visitantes? Es un disparate: tenemos que acabar con la idea de que el número de visitantes es la medida del éxito de un museo. ¿Cómo dar el paso? También debemos matar la idea del visitante y pasar a la idea del usuario: el visitante existe gracias a la visita física al museo, pero la visita en línea es complementaria de la física. La participación en el museo también es válida cuando entro en el sitio y en el contenido que me permite conocer mejor la obra. Puedo seguir participando en el museo. Así, de la entrada hay que pasar al pase. El cambio (de entrada a abono, y de visitante a miembro) representa una transformación del concepto de museo y una oportunidad para acercarlo a su comunidad. Los visitantes no tienen voz, pero los miembros sí. La libertad es participación".
La idea nació para hacer frente a la emergencia de Covid y aprovechar las lecciones aprendidas durante este difícil momento histórico. Como todos los museos, Brera cerró durante las semanas del llamado lockdown: durante este periodo, sin embargo, el museo, dice, siempre ha trabajado para repensar toda la oferta y el enfoque de la visita, empezando por cuando, durante el cierre, Brera fue el primero en poner toda la experiencia en línea, para no perder el contacto con el público. Un público que, según el instituto, ha recompensado al museo con un lleno absoluto: en julio y agosto, 30.000 personas reservaron su visita a la Pinacoteca en brerabooking.org, con un claro predominio de milaneses y jóvenes (los menores de 40 años representaron el 60% del total), lo que confirma el éxito de la línea trazada en los últimos años. Durante este periodo, se constató la aceleración de procesos que ya estaban en desarrollo, algunos de los cuales llevaban tiempo en marcha. Por ejemplo, la importancia de la comunicación en línea, que permitía superar las distancias reuniéndose en distintas plataformas web, y la de los contenidos en línea, no como sustituto temporal de la presencia física, sino como experiencia interactiva por derecho propio. La intensa inversión de tiempo y energía para hacer accesible en línea la Pinacoteca durante el aislamiento demostró que un museo no es sólo lo que tiene, sino también lo que ofrece al público.
En segundo lugar, la aplicación de todas las medidas de seguridad necesarias para la reapertura garantizó que los espacios nunca estuvieran abarrotados. Esto motivó la adopción de una práctica ya implantada en muchas grandes instituciones: la reserva obligatoria por Internet. Desarrollada originalmente por museos como el Guggenheim, el Louvre y los Uffizi para hacer frente a las enormes aglomeraciones de turistas en masa, la reserva obligatoria por internet sirve ahora para garantizar que nunca haya colas, así como para contener el contagio. Estas dos aceleraciones (la paridad de los contenidos en línea y la necesidad de reservaronline), combinadas con el colapso del turismo de masas, han permitido volver a lo que el museo considera el verdadero objetivo de la misión lanzada en enero de 2016: situar Brera en el corazón de su ciudad. De ahí la necesidad de proponer al público una nueva forma de acercarse al museo. “Lo cual es posible”, subraya la Pinacoteca, “realizando un único y sencillo cambio, en línea con el pasado y los valores de Brera. Como en el caso de las bibliotecas, se trata de imaginar un museo que piense en sus visitantes como en sus usuarios, invitándoles a utilizar todos los servicios que ofrece la institución a través de una tarjeta (un abono) en lugar de la entrada tradicional. La idea es que en un mundo post-COVID, en algunos casos forzosamente digital, la experiencia museística (y el trabajo museístico) ya no puede definirse puramente en términos de visita a espacios físicos. En su lugar, la identidad del museo (y su modelo económico) debe basarse en todo lo que el museo hace para mejorar sus colecciones, dentro de los espacios, fuera y en línea”.
La tarjeta se ofrecerá con carácter experimental hasta el 31 de diciembre de 2020. Para más información, visite el sitio web de la Pinacoteca de Brera.
La Pinacoteca di Brera lanza una tarjeta para visitar el museo y ofertas especiales en línea |
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