Por primera vez, un museo italiano puede presumir de recibir a sus visitantes con un restaurante galardonado con tres estrellas Michelin: se trata del Mudec de Milán, que alberga el restaurante Enrico Bartolini, dirigido por el chef toscano, nacido en 1979 y originario de Castelmartini (Pistoia). Los inspectores de la Guía Michelin, referente de la gastronomía internacional, han premiado la propuesta de Enrico Bartolini porque, reza la motivación, “la personalidad del chef destaca por la investigación y la experimentación, armonizando perfectamente con el dinamismo de Milán y dando un toque de artista al rico patrimonio gastronómico italiano”.
Con este, ya son once los restaurantes italianos galardonados con tres estrellas Michelin. Junto con el restaurante Enrico Bartolini de Mudec, el galardonado es Piazza Duomo“ (Alba, Cuneo), ”Dal Pescatore“ (Canneto sull’Oglio, Mantua), ”Da Vittorio“ (Brusaporto, Bérgamo), ”Rosa Alpina“ (San Cassiano in Badia, Bolzano), ”Le Calandre“ (Rubano, Padua), ”Osteria Francescana“ (Módena), ”Enoteca Pinchiorri“ (Florencia), ”Uliassi“ (Senigallia, Ancona), ”La Pergola“ (Roma), ”Reale" (Castel di Sangro, L’Aquila). Para Enrico Bartolini, se trata de la octava estrella Michelin que obtiene en su carrera (la primera vez que le conceden tres estrellas). Para la ciudad de Milán, las tres estrellas son un espaldarazo que regresa veintiséis años después: fue en 1993 cuando Gualtiero Marchesi cerró el restaurante de via Bonvesin de la Riva para trasladarse a Brescia (además, Marchesi, que obtuvo la estrella en 1985, fue el primer chef italiano en ostentar el título, que hasta entonces sólo se había concedido a profesionales franceses).
El restaurante de Bartolini en el Mudec se presenta como una “fábrica de alta gastronomía” que respeta “la biodiversidad de los territorios” y explora “nuevos mundos y nuevos sabores, sin olvidar nunca los orígenes y las tradiciones”. ¿Algunos platos? Como entrantes, “anchoas, ostras y caviar”, “sopa de bogavante azul cocida en cedro con higo verde” o "bignè de cigalas reales, foie gras, hierbas y dedo de lima’, entre los primeros platos, ’spaghettone trafilato bronzo con anguila ahumada y chipirones al laurel’, ’arroz y leche de Lodi y civet de liebre’, mientras que entre los principales destacan ’pesce dente alla milanese’ y ’mollejas, pollo y col en salsa de caracoles’.
“Me siento como si hubiera ganado una medalla de oro olímpica”, comenta Enrico Bartolini, "un resultado así no se puede planificar: siempre se ha aspirado a ello, pero nunca se espera... y como en el deporte de alto nivel, hay que entrenarse todos los días, con trabajo y sacrificio, sin perder nunca de vista la visión de conjunto, de acuerdo con una filosofía y una ética precisas. Sólo puedo compartir este maravilloso momento con Remo y Mario Capitaneo y Sébastien Ferrara en Milán, y con Donato Ascani en Venecia: han demostrado un gran compromiso y perseverancia. Quiero dar las gracias a Michelin, y a todo mi equipo, desde Monferrato a Maremma, pasando por Bergamo Città Alta, por la pasión y el trabajo que ponen cada día, pero también a nuestros huéspedes, que con sus estímulos nos han ayudado a mejorar y a crecer cada vez más’.
En la foto: el restaurante de Enrico Bartolini en Mudec.
Hay un museo que ahora tiene un restaurante con tres estrellas Michelin: es el Mudec de Milán |
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