Florencia, reorganización de la Biblioteca Monumental de Michelozzo: se expone el Misal de Beato Angelico


A partir del 22 de mayo, nueva exposición para la Biblioteca Monumental de Michelozzo en Florencia: el Misal iluminado por Beato Angelico vuelve a estar expuesto.

Nueva exposición para la Biblioteca Monumental de Michelozzo: después de mucho tiempo, el Museo de San Marcos de Florencia reabre el Misal de San Domenico de Beato Angelico y doce códices iluminados franciscanos de cinco procedencias diferentes. En la reordenación fruto de un reciente y riguroso estudio de la historiadora de manuscritos iluminados Ada Labriola, a partir del sábado 22 de mayo de 2021 el Misal iluminado por el célebre artista será visible al público durante no más de un año, mientras que los libros de coro dominicos de la disposición anterior descansarán en los armarios de la contigua Sala Greca.

La sustitución de los códices expuestos en la Biblioteca de Michelozzo, dictada principalmente por las necesidades de conservación", subrayan Stefano Casciu, Director Regional de los Museos de Toscana, y Angelo Tartuferi, Director del Museo di San Marco, "permitirá al público descubrir otra página desconocida de la colección de manuscritos iluminados del museo y ofrecerá una oportunidad verdaderamente única de admirar el Códice 558, una de las obras maestras de la iluminación italiana de principios del siglo XV".



La Biblioteca Monumental fue construida por Michelozzo a instancias de Cosimo il Vecchio de’ Medici como biblioteca pública, destinada por tanto no sólo a los frailes del convento, sino también a todos los estudiosos, incluidos los laicos. Incluye una extraordinaria colección de códices iluminados del siglo XV, algunos ilustrados por Beato Angelico y sus colaboradores. Cada tres años se expone en las vitrinas, por rotación, una selección de la colección de manuscritos litúrgicos iluminados.

El coral (en realidad un gradual) de Beato Angelico fue realizado entre 1424 y 1430, probablemente para San Domenico in Fiesole, convento al que pertenecía el fraile pintor, y es el testimonio más antiguo e importante de su labor como iluminador. Transferido más tarde a la propiedad de la Gran Duquesa María Antonia, esposa de Leopoldo II de Lorena, pasó a la Biblioteca Nacional de Florencia y de allí, en 1869, al Museo de San Marcos. El público podrá contemplar el códice abierto al papel que ilustra la Gloria de Santo Domingo en la “I” inicial magníficamente historiada: en la base se representa a los dos fundadores de las órdenes mendicantes San Francisco y Santo Domingo en un afectuoso abrazo. La miniatura celebra la fiesta dedicada al fundador de la orden de Santo Domingo, a quien vemos en el margen superior dentro de una mandorla dorada llevada en gloria por ocho ángeles músicos. De los extremos de la “I” inicial salen vides que enmarcan a algunos de los santos particularmente venerados por la orden dominica, entre ellos el padre y Doctor de la Iglesia Santo Tomás de Aquino.

Hasta el 3 de agosto, todos los martes, los visitantes también tendrán acceso al Claustro de San Domenico, decorado originalmente con treinta y seis lunetos al fresco que representan las historias de Santo Domingo, obra de pintores barrocos florentinos como Cosimo Ulivelli, Alessandro Gherardini, Sebastiano Galeotti y Niccolò Lapi. En el centro del claustro hay un grupo escultórico de Andrea Baratta, de Carrara, que representa a Santo Domingo pisoteando la herejía, de 1700.

Los doce libros de coro iluminados expuestos, de cinco procedencias diferentes, forman parte de un núcleo franciscano de veintidós libros de coro que llegaron al Museo de San Marcos en varias ocasiones, tras las supresiones saboyanas de 1866. En esa ocasión, el patrimonio bibliográfico de San Marcos, por entonces mermado a lo largo de los siglos, se vio implementado con la llegada de numerosos códices litúrgicos procedentes de diversos monasterios de Florencia y sus alrededores. Los libros de coro, todos atribuibles a iluminadores probablemente del convento franciscano de San Salvatore al Monte alle Croci, donde estuvo activo un importante scriptorium entre los siglos XV y XVI, procedían de conventos adheridos a la Observancia.

El movimiento reformista promovía el retorno a la observancia de la Regla de Francisco, al rigor y la pobreza de vida practicados por el santo fundador, en oposición a la rama más antigua de la Orden, la de los frailes conventuales.

“Un hilo conductor recorre las sobrias ilustraciones de los manuscritos”, explica Ada Labriola, “el rechazo de la suntuosidad y la ostentación, que los frailes observantes promovían en la vida de los conventos, encontró un reflejo consciente en las elecciones iconográficas y figurativas que inspiraron sus libros corales iluminados”.

Los corales de la Observancia franciscana del Museo de San Marcos son de producción florentina y abarcan casi un siglo: desde el códice más antiguo, fechado en 1438, hasta el más reciente, firmado en 1526. Así, sus ilustraciones permiten recorrer uno de los periodos más debatidos y complejos de la iluminación en Florencia, entre los siglos XV y XVI.

El canal YouTube del museo acoge también cada jueves la videorevista Beato Angelico visto desde... dedicado a las obras maestras del artista dominico expuestas en la nueva Sala Beato Angelico, realizada gracias a la financiación de la asociación Amigos de Florencia.

Imagen: Battista di Niccolò da Padova, inicial A con San Francisco recibiendo los estigmas, detalle del Antifonario ms.-584-c.-2v.

Florencia, reorganización de la Biblioteca Monumental de Michelozzo: se expone el Misal de Beato Angelico
Florencia, reorganización de la Biblioteca Monumental de Michelozzo: se expone el Misal de Beato Angelico


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