En Florencia, las obras de restauración del Palacio del Bargello, sede del Museo Nacional del Bargello, han concluido por fin: por primera vez desde la fundación del museo en 1865, cuando el Bargello dejó de ser una cárcel para convertirse en el primer Museo Nacional dedicado a las artes de la Edad Media y el Renacimiento en el Reino de Italia, todo el edificio se ha restaurado en un tiempo récord. Es decir, en solo 15 meses, 425 días para ser exactos, desde julio de 2020, cuando se levantaron los primeros andamios, hasta octubre de 2021: tanto se necesitó para colocar los revestimientos de piedra que cubren la superficie del cuerpo principal, la torre Volognana, las ventanas, los escudos, el patio, las puertas. En 156 años, el palacio del Bargello nunca había sido restaurado con un proyecto unificado de reforma general. El edificio, construido a mediados del siglo XIII, ha sido objeto de una gran campaña de restauración que ha supuesto una meticulosa revisión de todo el monumento y de todos sus elementos decorativos, sacando a la luz detalles hasta ahora desconocidos. Y todo ello a pesar de la pandemia de Covid.
El palacio había sido objeto de intervenciones puntuales en varias ocasiones en décadas pasadas, pero nunca antes se había llevado a cabo una intervención de esta magnitud, una obra en la que se limpiaron y consolidaron más de 12.000 metros cuadrados de piedra pietra forte y pietra serena, se restauraron 128 escudos y 124 ventanas (incluida la ventana monumental del Salone de Donatello), así como las 93 almenas y 199 ménsulas de piedra. La intervención, que costó un total de 1,8 millones de euros, fue financiada por el Ministerio de Cultura, a través del Decreto Interministerial de 2 de diciembre de 2016 de MiBACT en acuerdo con el MIT (1.150.000 euros), luego el Decreto Ministerial 265 de 04/06/2019 (otros 450.000 euros) y finalmente a través del Decreto Ministerial de 9 de junio de 2021 (200.000 euros), siendo esta última financiación esencial para completar la revisión conservadora de las ventanas. El contrato fue gestionado por Invitalia, que actúa como Autoridad Central de Contratación del Ministerio de Cultura, y se adjudicó a la empresa ITA Consorzio L’Officina - Salvatore Ronga srl. El contrato para las ventanas se adjudicó a M.V. Polloni Guido e C. snc. En los trabajos, dirigidos por el arquitecto Giancarlo Lombardi bajo la supervisión de la arquitecta Maria Cristina Valenti, Directora Única del Proyecto y responsable de la Oficina Técnica de los Museos del Bargello, participó un equipo de 24 restauradores y obreros especializados.
La necesidad de adaptar la progresión de las obras a las necesidades del Museo del Bargello, que había sufrido dos cierres forzosos y prolongados al público debido a las medidas puestas en marcha para combatir el Covid 19, llevó a redefinir el calendario de los lotes de trabajo y permitió rotar el material de los andamios para minimizar los costes y el tiempo de suministro y transporte. Así pues, se decidió actuar de inmediato en el patio, aprovechando la ausencia de público debido a los cierres por las medidas de contención de la pandemia, y así aprovechar latoda la jornada laboral, para continuar después con las fachadas exteriores y la torre Volognana (una de las más altas del casco antiguo, con 55 metros), en la que se pudo trabajar incluso cuando el museo había reanudado su horario habitual de apertura a los visitantes.
La enorme superficie de pietra forte y pietra serena que caracteriza el corpus del palacio, desde la parte más baja de las fachadas hasta lo alto de las almenas, fue limpiada, martilleada (es decir, se comprobó su resistencia piedra a piedra) y consolidada donde fue necesario. En el interior del patio, gracias a la ayuda de andamios, se llevó a cabo una limpieza a fondo del paramento y la cantería, incluidos los escudos, que se restauraron directamente in situ, sin bajarlos al suelo. También se restauraron las más de cien ventanas del edificio, que requirieron un trabajo “a medida” según el tipo (ventanas de madera o con marco de hierro), que ahora garantizan un sellado contra las infiltraciones de agua. En algunos casos, como para la vidriera del Salón de Donatello y las de la Capilla de la Magdalena, fue necesario proceder a la construcción de nuevos marcos y, por tanto, al desmontaje completo de las propias vidrieras. En particular, para la vidriera del Salone, se realizó un nuevo marco moldeado sobre los elementos decorativos de la vidriera, operación que requirió una gran habilidad tanto en la fase de desmontaje como en la de montaje, dadas sus considerables dimensiones (tiene 5,40 metros de altura y está compuesta por dos paneles de 1,10 metros de ancho cada uno). La gran ventana ajimezada de mampostería fue construida por Benci di Cione en 1345 y, al igual que muchas partes del palacio, ha sido objeto de numerosas restauraciones a lo largo del tiempo. Por último, se dio un tratamiento especial a la torre y al campanario, que, además de ser restaurados, limpiados y consolidados, vieron la restauración pictórica de los escudos pintados y del león rampante colocado en la parte superior.
Gracias a la campaña de restauración, fue posible cartografiar centímetro a centímetro toda la superficie del palacio, operación que permitió descubrir algunos detalles “secretos”, imposibles de ver desde abajo y a simple vista. Como las “firmas” de los canteros que a lo largo de los siglos han trabajado en la construcción o el mantenimiento del edificio, pero también huellas de pintura (como la que surgió en los marcos de las ventanas del patio) o las fechas grabadas en la piedra, los detalles ornamentales esculpidos en los capiteles de mármol y la pietra forte, piezas todas ellas de la rica y estratificada historia, de casi ocho siglos de duración, de uno de los palacios más antiguos e importantes de Florencia.
Para ilustrar al público el resultado de este extraordinario trabajo de restauración y contar la historia del antiguo palacio, Visivalab ha realizado un breve vídeo en italiano e inglés, que recorre la historia del monumento y sus colecciones, y destaca en detalle los trabajos de restauración. El vídeo se podrá ver en línea en el canal YouTube de los Museos del Bargello, pero también se podrá acceder in situ gracias a un código QR que los visitantes encontrarán a su llegada al patio del Bargello. Durante los meses en los que el museo estuvo cerrado, los alumnos de la Florence Movie Academy también realizaron vídeos cortos, que también están disponibles en el canal de YouTube de los Museos del Bargello. Los autores de los vídeos son los estudiantes Elia Mansueto, Giovanni Perugi, Qinglu Tang, Elena Elisabetta D’Anna Olivares, que colaboraron con los conservadores del museo y trabajaron bajo la supervisión de Lorenzo Galanti. Montaje de Simone Cantini y producción de Florence Movie Academy.
“Esta extraordinaria intervención de restauración y conservación del Palacio”, explica Paola D’Agostino, directora de los Museos del Bargello, “es el resultado de más de cuatro años de intenso trabajo de la arquitecta Maria Cristina Valenti en la elaboración del proyecto y del pliego de condiciones, asistida por el personal técnico y administrativo de los Museos del Bargello, y después por el director de las obras y las empresas que se han turnado en la obra durante estos meses, en un periodo crítico para todo el mundo. Mi agradecimiento a todo el personal del Museo Nacional del Bargello que supervisó las obras y garantizó la seguridad durante el largo periodo de cierre forzoso de los Museos italianos. Este resultado, caracterizado por un fuerte compromiso con la protección del edificio histórico, es fruto de nuestro trabajo conjunto y del de la Dirección General de Museos y la Dirección General de Presupuestos, a quienes quiero dar las gracias en particular”.
“El Bargello vuelve a ser bello”, afirma el alcalde Dario Nardella, “gracias a una cuidada restauración llevada a cabo en un tiempo récord. Por primera vez en un siglo y medio, podremos visitar un palacio completamente revalorizado y mejorado. Es una señal importante para la ciudad y para todo nuestro patrimonio cultural: a pesar de la pandemia, el mundo de la cultura no se ha detenido e incluso ha aprovechado la parada forzosa para invertir y planificar el futuro”.
“La protección y valorización del patrimonio monumental italiano es una de las prioridades de la Dirección General de Museos, que ha programado una serie de intervenciones extraordinarias para todo el Sistema Nacional de Museos a lo largo del año pasado, junto con la activación de los proyectos de mantenimiento previstos”, subraya el Director General de Museos , Massimo Osanna. “Visité el Museo Nacional del Bargello en septiembre de 2020, cuando acababan de levantarse los andamios del patio, y en esa ocasión me encantó apreciar el trabajo realizado tanto para asegurar las vidrieras como para restaurar un edificio de tanto valor histórico y artístico, que ha revelado así tantos detalles inéditos y refinados del partido ornamental de los siglos XIV-XV”.
“Recuerdo que cuando el Museo del Bargello reabrió sus puertas al público en agosto de 2020”, comenta Maria Cristina Valenti, directora del Proyecto Único y jefa de la oficina técnica de los Museos del Bargello, “ya había andamios en el patio; los primeros visitantes, intrigados, comentaban irónicamente que les gustaban los andamios pero que quién sabe cuánto tiempo más permanecerían. Hoy podría responder con orgullo a esos mismos visitantes que hemos conseguido terminar la obra en un tiempo récord si se tiene en cuenta que los andamios del patio se desmontaron en diciembre de 2020 y toda la obra en octubre de este año. El resultado que hoy podemos admirar es fruto de una gran sinergia entre los trabajadores que han participado en esta operación. Para mi gran satisfacción, el Palacio del Bargello vuelve a brillar ahora no sólo como contenedor de obras de arte, sino como obra de arte y arquitectura en sí”.
“Restaurar los 12630 metros cuadrados de superficie de piedra, fachada, torre y patio del Palazzo, para nosotros, que lo hemos vivido a diario, es algo que ha ido más allá de la intervención técnica”, explicó el director de las obras, Giancarlo Lombardi. de la textura de la mampostería, las decoraciones casi invisibles de los arcos de las ventanas, las oxidaciones de la piedra secuelas de los incendios, y las numerosas firmas de los canteros que la compusieron, muchos son los elementos que permiten leer elalma de esta piel del palacio, ciertamente necesitada de grandes cuidados y atenciones ya que el deterioro de la piedra fuerte es muy sensible a los agentes climáticos y ambientales, esta fue la principal tarea de esta obra, una obra en tiempos Covid donde, solo la muy estricta coordinación entre los ejecutores y su alta profesionalidad permitió la ejecución de los muchos tipos de obras previstas e imprevistas en los 425 días que fueron necesarios para que el palacio pudiera continuar su andadura".
Durante el siglo XIII, con el nacimiento de la comuna de Florencia, la ciudad se dotó de nuevas figuras políticas y lugares de poder. Fue en 1255 cuando comenzó la construcción del Palacio del Bargello. El edificio es la sede del Podestà, cuyos escudos de armas aún adornan el patio. El palacio es también el lugar donde se juzga a los traidores a la Comuna, donde Dante, en 1302, es condenado a muerte y luego al exilio. El primer núcleo del edificio, que incorporaba la torre Volognana, evolucionó con el tiempo. En 1332 se produjo un gravísimo incendio y en 1333 una inundación lo devastó, según consta en las crónicas de Giovanni Villani. Inmediatamente después comenzaron las restauraciones y las nuevas campañas decorativas, también bajo la supervisión de Giotto. En el lado oeste se dispone una escalinata: construida entre 1347 y 1365, está enriquecida por una puerta de hierro del siglo XVI diseñada por Giuliano da Sangallo. La escalera conduce al porche, embellecido con bóvedas de crucería.
Bíforas y ventanas de una sola lanceta decoradas con mármol se abren al patio ya a mediados del siglo XIV. En 1574, con Cosme I, el edificio se utilizó como prisión y se convirtió en la sede del Bargello, el jefe de la policía. Las habitaciones se dividieron en celdas, los arcos del patio se rellenaron, los frescos se encalaron. Las estancias que daban testimonio de un pasado glorioso quedaron oscurecidas, hasta que en 1840 surgió una nueva luz con el redescubrimiento de los frescos de la Capilla de la Magdalena, obra de Giotto y su taller. El retrato de Dante, pintado al fresco entre los elegidos en el Paraíso, se convirtió en el destino de los eruditos y decidió el destino del edificio (el fresco fue restaurado en 2021). Se derribaron los muros cortina, se retiraron los frescos y se redecoraron las salas según el gusto neogótico. Por real decreto de 22 de junio de 1865, el Palacio se convirtió en el primer Museo Nacional de Italia dedicado a las artes de la Edad Media y el Renacimiento.
Florencia, finaliza la extraordinaria restauración del Palacio Bargello |
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