Florencia, comienzan las obras del Corredor de Vasari: abrirá en 2022

En Florencia se ha dado el visto bueno oficial a las obras necesarias para preparar el Corredor de Vasari de las Galerías Uffizi para su apertura al público, prevista para el año próximo. De hecho, la fase de adjudicación del proyecto ha concluido y las obras comenzarán después de Semana Santa, con una duración prevista de unos quince meses (once para la restauración y tres-cuatro para la adecuación). El proyecto de restauración, adecuación y obras de seguridad (con un valor de licitación de unos 7 millones de euros, coste total de 10 millones de euros, ya financiados) del corredor que une el Palazzo Vecchio con el palacio Pitti y los jardines de Boboli, pasando por los Uffizi y por encima del Ponte Vecchio, se había sacado a concurso el pasado mes de julio y, como estaba previsto, ha llegado ahora al final de la fase de adjudicación, gestionada por Invitalia. La asociación de empresas Fratelli Navarra-Dafne Restauri ganó el concurso.

“Sería significativo, y ahora, si la pandemia lo permite, se está convirtiendo en una posibilidad real”, dice el director de los Uffizi, Eike Schmidt, “si pudiéramos inaugurar el Corredor de Vasari precisamente el 27 de mayo de 2022: ese día es, de hecho, el aniversario de la masacre de Georgofili que en 1993 dañó gravemente la parte inicial del corredor, además de arruinar cientos de pinturas de los Uffizi. Pero, sobre todo, en medio de aquella noche, la mafia acabó brutalmente con la vida de cinco personas. La hazaña de conseguir que el Corredor vuelva a funcionar de forma segura es una advertencia contra todas las formas de agresión contra la humanidad y nuestro patrimonio cultural, y al mismo tiempo una clara señal de esperanza en el reinicio tras el largo periodo de cierres debido a la pandemia”.

“Expreso mi gran satisfacción por la puesta en marcha de una obra tan importante para la ciudad de Florencia, que dará lugar a la creación de un gran circuito museístico único y que, una vez más, nace de la colaboración entre la Superintendencia y las Galerías, confirmando las excelentes competencias que siguen presentes en las oficinas periféricas de la administración del Estado”, afirma Andrea Pessina, Superintendente de Patrimonio Arqueológico, Bellas Artes y Paisaje de las provincias de Florencia, Prato y Pistoia.

Corredor de Vasari, exterior

Las fases del proyecto que llevará a la reapertura del Corredor de Vasari

El Corredor de Vasari estaba cerrado a las visitas desde 2016 por motivos de seguridad, y las obras que comenzarán después de Semana Santa serán funcionales para garantizar la reapertura del lugar al público en general de forma ordinaria: para permitirlo, el Corredor se reformará por completo. Los visitantes, pagando el precio de una entrada especial, tendrán a su disposición una nueva pasarela panorámica sobre el centro de Florencia, que partirá de una entrada ad hoc en la planta baja de la Galleria delle Statue e delle Pitture.

El proyecto ejecutivo de la reapertura fue realizado por las Galerías Uffizi y la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio para la ciudad metropolitana de Florencia y las provincias de Pistoia y Prato, bajo la dirección del arquitecto Mauro Linari, y el único responsable del procedimiento, el arquitecto Francesco Fortino. Se presentó en febrero de 2019 tras 18 meses de estudios, búsquedas e investigaciones que implicaron a decenas de especialistas (más de mil páginas del programa, 201 metros cuadrados de elaboraciones realizadas, 23 informes especializados redactados, 2435 fotografías, decenas de pruebas y ensayos de materiales realizados).

El nuevo recorrido del Corredor de Vasari, anuncian las Galerías de los Uffizi, garantizará la total accesibilidad a las personas discapacitadas, con un sistema integrado de rampas, plataformas y ascensores que facilitará superar cualquier desnivel a lo largo del itinerario y estará dotado de aseos. Además, por primera vez, el Corredor dispondrá de un sistema de aire acondicionado y calefacción que regulará en todo momento la temperatura interior (también formarán parte del sistema sondas geotérmicas colocadas bajo tierra en el patio de los Hunos de los Jardines de Boboli para reducir el impacto ambiental), contará con iluminación LED de bajo consumo y estará totalmente videovigilado. Entre las principales intervenciones incluidas en el proyecto figura la construcción de nuevas salidas de emergencia. El programa también incluye obras locales de consolidación estructural como parte del plan de prevención antisísmica, y la restauración de los interiores, que no han sido objeto de obras de renovación desde hace varias décadas: en particular, los enlucidos, los alicatados y el suelo, que se desmontará por completo y se volverá a montar en terracota antigua.

Al nuevo recorrido del Corredor de Vasari se accederá desde la planta baja, en el ala oeste de los Uffizi. Un ascensor llevará a los visitantes hasta la primera planta, donde entrarán en el Corredor. Será transitable en una sola dirección, es decir, desde los Uffizi (entrada) hasta el Palacio Pitti (salida), y actualmente está previsto que en su interior quepan un máximo de 125 personas al mismo tiempo, de acuerdo con las normas de seguridad. Al final del itinerario, los visitantes podrán salir a los Jardines de Boboli o continuar por el interior del Palacio Pitti, con acceso ya incluido en el billete. En el centro de la visita estará el paseo panorámico sobre Florencia: se reabrirán las 73 ventanas situadas a lo largo del recorrido (muchas de ellas oscurecidas anteriormente para proteger las pinturas).

Además de la vista panorámica, el recorrido tendrá también una vocación histórica: dos puntos del paseo albergarán, de hecho, monumentos conmemorativos. El primero, en Via Georgofili, desde donde se podrá ver el lugar donde estalló la bomba que provocó la masacre de 1993, con reproducciones fotográficas de aquellos dramáticos momentos y de los cuadros de los Uffizi dañados por la explosión de la bomba (entre ellos el recientemente restaurado Juego de naipes de Bartolomeo Manfredi y la Natividad de Gherardo delle Notti); la segunda estará situada justo después del Ponte Vecchio, y estará dedicada al tema de la devastación del centro histórico de Florencia por las tropas nazis (en particular en la Noche de los Puentes, el 4 de agosto de 1944), también en este caso conmemorada mediante ampliaciones metálicas de fotografías de la época. El camino de la memoria continuará con epígrafes antiguos, esculturas romanas y otros preciosos testimonios de la historia del Corredor, de la familia Médicis y de Florencia, entre los que destacan los frescos del siglo XVI que decoraban el exterior de las bóvedas del Corredor sobre el Ponte Vecchio: desprendidos de su emplazamiento a finales del siglo XIX, fueron restaurados en los años sesenta y, tras algunas exposiciones temporales, permanecieron almacenados durante décadas.

Corredor de Vasari, renderizado del nuevo interior

Corredor Vasari, render del nuevo interior

Historia del Corredor Vasari

El Corredor de Vasari fue diseñado por Giorgio Vasari en 1565 (y realizado en sólo cinco meses) para permitir a los Grandes Duques de Toscana desplazarse con seguridad desde su residencia privada en el Palazzo Pitti hasta la sede del gobierno en el Palazzo Vecchio. La pasarela se construyó por iniciativa del duque Cosme I de Médicis con motivo del matrimonio de su hijo Francesco con Juana de Austria en 1565.

Las obras se realizaron en muy poco tiempo gracias a la eficaz organización de la obra. La longitud total del recorrido es de 760 metros, desde el Corredor occidental de los Uffizi hasta la salida junto a la Gruta de Buontalenti, en los Jardines de Boboli. En este tramo, el Corredor pasa por las calles, bordea el Arno y lo cruza, entra en los palacios, rodea la Torre de’ Mannelli y se asoma a la iglesia de Santa Felicita. En tiempos modernos, desde la musealización del complejo, el Corredor ha albergado a menudo cuadros de la colección de los Uffizi. En particular, desde 1973 hasta 2016, acogió la colección de autorretratos de las Galerías Uffizi: una colección única, iniciada en el siglo XVII por el cardenal Leopoldo de’ Medici, y que llega hasta nuestros días. Los autorretratos, en cambio, ya se expondrán este año en los Uffizi, donde, a instancias del sobrino del cardenal, Cosme III de Médicis, ya habían estado expuestos desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XX.

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