El Prado actualiza los pies de foto: adiós a términos como "enano", "minusválido" y otros


En Madrid, el Museo del Prado inició un profundo proceso de revisión de las leyendas y fichas de sus obras para eliminar términos que ofenden la sensibilidad actual y hacerlo más inclusivo.

Revisión en marcha de las leyendas y fichas de las obras del Museo del Prado de Madrid. En realidad, se trata de un camino que el museo español lleva recorriendo desde hace tiempo, pero que ahora vuelve a debatirse después de que el Congreso, el homólogo de nuestro Congreso de los Diputados, aprobara (con 312 votos a favor y 32 en contra de los diputados de Vox) el pasado 18 de enero una reforma constitucional que contempla la modificación deartículo 49 de la Constitución Española, que establece que los poderes públicos realizarán una política de prevención, atención, rehabilitación e integración “de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, prestándoles la asistencia especializada necesaria”. La reforma elimina el término " disminuidos" y lo sustituye por el de "personas con discapacidad". El Congreso remitirá ahora el texto al Senado, donde deberá recibir la aprobación definitiva.

El Prado aprovechó la ocasión para informar a sus visitantes del proyecto de “actualización” de pies de foto y fichas, que a la luz de lo que está aprobando el Parlamento español se convierte en una cuestión aún más urgente según el instituto. “Lo que hacemos”, explica Ana Martín , del Servicio de Documentación y Archivo del museo, en un vídeo difundido por el Prado (en sus páginas de Facebook e Instagram). Ahora es un tema de actualidad: se ha llegado a un consenso político para cambiar en nuestra Constitución el término minusválido por el de persona con discapacidad. Esta medida nos pareció lo suficientemente interesante como para reflexionar sobre cómo estamos pensando de cara a nuestro público todos los cuadros, todas las obras de arte en las que aparecen personas con discapacidad. Es un trabajo que no empezamos ahora, que ya estábamos haciendo, que nos llevó a considerar que hay descripciones con términos que ahora suenan ofensivos.



¿Qué quiere decir esto? Se sustituirán términos peyorativos de defectos físicos como enano, minusválido y similares que se consideran ofensivos. El proceso lleva ya algún tiempo en marcha: a finales de 2022, por ejemplo, se habían eliminado de los pies de foto de algunas obras expresiones como “esposa de” , referidas a mujeres (una cuestión, esta última, que el Prado había abordado con motivo de un itinerario titulado El Prado en femenino organizado en colaboración con el Ministerio de Igualdad de Oportunidades, cuando se había eliminado la información de algunos pies de foto): la idea es que subrayar que una mujer es la esposa de alguien no ayuda al visitante a centrarse en lo que la mujer en cuestión hizo en su vida, por ejemplo el papel político de ciertas reinas o princesas, que correría el riesgo de quedar eclipsado.

“La sensibilidad de la escritura no es la misma que la de hoy”, dice Martín, “lo que hicimos fue buscar palabras que nos parecieran un poco chocantes y eliminarlas cuando no aportaban nada a la descripción de la obra, o buscar una palabra que la sustituyera”. La mayor dificultad, explica Martín, es cuando palabras que hoy suenan ofensivas se encuentran en títulos de obras que tienen una larga historia o tradición. En este caso, se le dio el nombre del personaje representado o, si se desconoce el nombre, se identificó a los personajes con su profesión (por ejemplo, en lugar de “enano” se decidió utilizar “bufón de la corte”, ya que estos personajes casi siempre se empleaban en esta actividad, y se cambió la palabra “enanismo” por la más correcta “acondroplasia”). Quizá el ejemplo más ilustrativo sea la pareja de cuadros de 1680 de Juan Carreño de Miranda (Avilés, 1614 - Madrid, 1685) que representan a una muchacha que formaba parte de la corte de Carlos II, Eugenia Martínez Vallejo, a la que por su aspecto poco agraciado llamaban La monstrua (“el monstruo”, también femenino en castellano), y los dos cuadros se han llamado siempre La monstrua vestida y La monstrua desnuda (así ya en los inventarios del siglo XVII: el de 1686 se refiere a “Dos Retratos de la Monstrua”). Ahora el museo las llama simplemente Eugenia Martínez Vallejo vestida y Eugenia Martínez Vallejo desnuda. O pensemos en los numerosos retratos de bufones de corte de Diego Velázquez (Sevilla, 1599 - Madrid, 1660), como El Niño de Vallecas, El bufón El Primo (que siempre se ha conocido históricamente como Retrato de enano), o el Retrato del Príncipe Felipe y Miguel Soplillo de Rodrigo de Villandrando (Madrid?, 1588 - Madrid, 1622), que también consta en los inventarios como “Un Príncipe con la mano sobre un enano”. En cambio, se decidió dejar el título, aunque fuera ofensivo, si lo daba el autor, como en el caso del grabado El maricón de la tía Gila , de Francisco Goya (Fuendetodos, 1746 - Burdeos, 1828), ya que el título lo daba el artista y estaba escrito de su puño y letra en la lámina.

En la actualidad, el museo ya ha analizado unas 27.000 fichas de la obra y unos 1.800 pies de foto de los cuadros expuestos. Algunos de ellos ya han sido cambiados (y hace tiempo: los dos retratos de Eugenia Martínez Vallejo tienen de hecho el nuevo título desde hace años, al menos en la web, donde las primeras atestaciones del título no ofensivo datan de 2018), otros lo serán en breve. En cualquier caso, dice el Prado, los títulos antiguos no se han eliminado: se han dejado en la base de datos como “títulos históricos”, en las notas de los inventarios para que, por ejemplo, un estudioso, aficionado o visitante que busque en la base de datos del Prado una obra con su título antiguo, el resultado siga saliendo destacando, eso sí, que el título buscado ya no es con el que el museo presenta la obra.

“Lo que hemos hecho en definitiva”, concluye Martín, “es buscar un equilibrio entre la información histórica y la conservación y transmisión del mensaje y explicación de la obra de acuerdo con las sensibilidades actuales. Es un proceso que continúa, que no hemos terminado y en el que seguiremos trabajando, porque realmente lo que nos interesa es que entendamos por qué se crearon determinadas obras”.

Juan Carreño de Miranda, Eugenia Martínez Vallejo vestida (c. 1680; óleo sobre lienzo, 165 x 107 cm; Madrid, Prado)
Juan Carreño de Miranda, Eugenia Martínez Vallejo vestida (c. 1680; óleo sobre lienzo, 165 x 107 cm; Madrid, Prado)
Juan Carreño de Miranda, Eugenia Martínez Vallejo desnuda (c. 1680; óleo sobre lienzo, 165 x 108 cm; Madrid, Prado)
Juan Carreño de Miranda, Eugenia Martínez Vallejo desnuda (c. 1680; óleo sobre lienzo, 165 x 108 cm; Madrid, Prado)
Diego Velázquez, El Niño de Vallecas (c. 1635-1645; óleo sobre lienzo, 107 x 83 cm; Madrid, Prado)
Diego Velázquez, El Niño de Vallecas (c. 1635-1645; óleo sobre lienzo, 107 x 83 cm; Madrid, Prado)
Diego Velázquez, El bufón el Primo (1644; óleo sobre lienzo, 106,5 x 82,5 cm; Madrid, Prado)
Diego Velázquez, El bufón el Primo (1644; óleo sobre lienzo, 106,5 x 82,5 cm; Madrid, Prado)
Rodrigo de Villandrando, El príncipe Felipe y Miguel Soplillo (c. 1620; óleo sobre lienzo, 204 x 110 cm; Madrid, Prado)
Rodrigo de Villandrando, El príncipe Felipe y Miguel Soplillo (c. 1620; óleo sobre lienzo, 204 x 110 cm; Madrid, Prado)
Francisco Goya, El maricón de tía Gila (1814-1823; grabado, 206 x 142 mm; Madrid, Prado)
Francisco Goya, El maricón de tía Gila (1814-1823; grabado, 206 x 142 mm; Madrid, Prado)

El Prado actualiza los pies de foto: adiós a términos como
El Prado actualiza los pies de foto: adiós a términos como "enano", "minusválido" y otros


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