El Políptico Griffoni permanecerá para siempre en Bolonia... con una reproducción de gran fidelidad


La reproducción de alta fidelidad del Políptico Griffoni se presentó en Bolonia: gracias al sofisticado facsímil creado por Factum Arte, la ciudad podrá ver siempre el políptico en las salas del Palacio Pepoli.

Esta mañana se ha presentado en Bolonia la nueva disposición del Palazzo Pepoli - Museo de Historia de Bolonia, en cuya Sala Sagrada permanecerá para siempre el Políptico Griffoni, tras la exposición del pasado otoño. Evidentemente, no estamos hablando del políptico original, la obra maestra de Francesco del Cossa y Ercole de’ Roberti de 1470-1472, cuyos paneles poseen varios museos de todo el mundo, sino de la perfecta reproducción del Políptico Griffoni, realizada por la Factum Foundation de Adam Lowe, que lleva veinte años aplicando a las obras de arte las más sofisticadas tecnologías de escaneado en 3D para conseguir reproducciones muy fieles de obras de arte.

Colocado en el Palacio Pepoli, en la Sala del Sacro, que ya alberga los testimonios del antiguo culto de la ciudad a la Santísima Virgen de San Lucas, el facsímil del Políptico permite ahora ver reunidos los dieciséis paneles conocidos, en la disposición que con toda probabilidad corresponde a la original. En efecto, el Políptico se presenta al público en la nueva hipótesis reconstruc tiva surgida de la Conferencia Internacional de Estudio del pasado mes de octubre, que reabrió el debate sobre la posible disposición original de la obra de Francesco del Cossa y Ercole de’ Roberti.



Partiendo de una hipótesis inicial de reconstrucción (formulada por Cecilia Cavalca en 2013), las últimas investigaciones han confirmado que la disposición en perspectiva de los tres paneles del registro principal impone una colocación de estos elementos cuya anchura corresponde perfectamente a la anchura de la predela vaticana. Además, se ha puesto de manifiesto la considerable fiabilidad del dibujo de Stefano Orlandi (1725) conservado en elArchivo Estatal de Bolonia en lo que respecta al número de pequeñas figuras de santos colocadas originalmente en los pilares laterales del marco: eran doce en total. Así pues, se propuso una nueva hipótesis según la cual los dos pequeños paneles ligeramente más altos que todos los demás de la serie (Santa Catalina y San Jerónimo de la colección Cini) debían colocarse en el lado derecho del registro principal, junto a la figura de San Juan Bautista, y todos los demás santos en los dos lados del registro superior. La colocación de la copia en el Museo della Storia di Bologna es fruto de la colaboración entre distintas voces, posibilitada por la experiencia expositiva, y se completa con el volumen Il Polittico Griffoni. Un regalo para la ciudad, editado por Mauro Natale y publicado por Minerva Editore.

Además, durante los próximos cinco años, la reproducción del Políptico Griffoni se colocará (durante el mes de octubre, coincidiendo con las fiestas patronales) en el interior de la Basílica de San Petronio, sede original del retablo renacentista, gracias a un acuerdo firmado por el Genus Bononiae, instituto que gestiona el Museo de Historia de Bolonia, y la Basílica de San Petronio.

Al fin y al cabo, fue precisamente en San Petronio donde nació en 2012 el proyecto de documentación de la obra de arte perdida, por iniciativa del arquitecto Roberto Terra (en el marco de la restauración arquitectónica de la capilla de San Vincenzo Ferrer, que originalmente albergaba el Políptico), gracias a la tecnología de la Fundación Factum, que ha reproducido fielmente la obra, ocupándose de todas las fases del proceso: escaneado e impresión 3D de alta resolución, reconstrucción digital y retoque a mano del dorado.

“Como todo proyecto serio y fructífero”, comenta Fabio Roversi-Monaco, Presidente de Genus Bononiae, “la exposición ha estimulado nuevas investigaciones, incitado a nuevos descubrimientos y abierto nuevos interrogantes. Así pues, ha tenido el mérito de hacer balance de los estudios históricos e histórico-artísticos sobre la obra en sí, como artefacto, y sobre el clima cultural en el que nació. El volumen recoge el debate abierto por la jornada de estudio, que suscitó nuevas reflexiones y ofreció nuevas interpretaciones. Creo que todo el recorrido es un ejemplo concreto de cuál debe ser el objetivo de un museo: ofrecer oportunidades para una verdadera exploración y estudio culturales. Con esta exposición hemos consolidado las relaciones internacionales y devuelto a la ciudad un pedazo de historia olvidada: no sólo la majestuosa obra de los dos artistas, sino el papel que Bolonia desempeñó en el Renacimiento”. La llegada de la copia a las salas del Museo de Historia de Bolonia es el epílogo natural de un trabajo que he perseguido con perseverancia durante más de dos años y que acredita al Genus Bononiae en las filas de las realidades culturales reconocidas y apreciadas a nivel europeo y mundial".

Además de la reproducción del Políptico Griffoni, también se presentó el nuevo recorrido que da la bienvenida a los visitantes que entran en el Palacio Pepoli desde el número 10 de Via Castiglione, que también se convertirá en la puerta de entrada al nuevo Café Histórico Pepoli, de próxima apertura. El visitante es recibido por un recorrido en tres etapas denominado Pasado, Presente y Futuro. El camino de los espejos. Siguiendo la estela del recorrido museístico, el viaje comienza hace 2500 años: el primer espejo (una placa de bronce pulido) muestra cómo debía de ser la experiencia de espejarse en la época etrusca. El siguiente pasaje está dedicado al presente: un espejo de cuerpo entero sitúa al visitante en el centro de la escena, convirtiéndole en protagonista. Por último, la puerta al futuro: un espejo digital reflejará la imagen del visitante, que podrá interactuar con el universo de los museos Genus Bononiae y conocer al “dueño de la casa”, Taddeo Pepoli. La calígrafa Barbara Calzolari también ha colaborado en el proyecto de reordenación, ideado por Mattia Roncaglione, que firma las inscripciones que ha pintado a mano sobre vidrio con barniz de triple espesor y pintado al revés, como dicta la antigua técnica de pintura de signos, aprendida en Estados Unidos.

En la fotografía: la reproducción del Políptico Griffoni expuesto en el Palacio Pepoli.

El Políptico Griffoni permanecerá para siempre en Bolonia... con una reproducción de gran fidelidad
El Políptico Griffoni permanecerá para siempre en Bolonia... con una reproducción de gran fidelidad


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