La reapertura del Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen (KMSKA), el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, en Flandes (Bélgica), está prevista para el 25 de septiembre de 2022. El museo abrirá así de nuevo sus puertas al público tras casi once años de cierre por importantes obras de renovación, y exhibirá sus siete siglos de arte bajo una nueva apariencia.
El imponente proyecto de renovación y remodelación del Museo, encargado ya en 2004 al estudio de arquitectura KAAN de Rotterdam pero iniciado oficialmente con el cierre de los espacios en 2011, incluía reconstrucciones y la ampliación de algunas zonas, y se llevó a cabo en varias fases, repartidas a lo largo del tiempo. El plan de obras abarcó todas las partes del museo, empezando por el exterior, con la restauración de la fachada y el tejado con claraboya y protección solar, la creación de un nuevo mosaico en la entrada, la creación de un jardín y la transformación de cuatro patios históricos en espacios museísticos. Fue precisamente este último cambio estructural el que permitió aumentar la superficie de exposición en un 40% y crear una nueva ala de líneas inesperadas, caracterizada por el predominio del blanco, con nichos y 198 lucernarios que dejan pasar la luz del día, y con una escalera futurista de peldaños de hormigón pulido, de 40 metros de longitud y que salva un desnivel de 22 metros. Compuesta por 10 galerías, esta zona se caracteriza por la asimetría en cuanto a alturas, volúmenes y entrada de luz, frente a la perfecta simetría del edificio histórico, que también ha sido objeto de reformas. Se han realizado numerosas reformas en sus salas interiores, que, gracias a estas intervenciones, han recuperado su reconocida belleza. Se han conservado los suelos en la medida de lo posible, se han refrescado las paredes y se ha dado un acabado dorado a los marcos de las salas Rubens y Van Dyck.
Así pues, a partir del 25 de septiembre de 2022 será posible admirar de nuevo la colección, que incluye obras de los siglos XIV al XX: la colección de la KMSKA está considerada una de las primeras del mundo por la recopilación de obras de los primitivos flamencos, pero también son de gran importancia las del periodo barroco, hasta la extensa colección de arte moderno. Entre las numerosas obras maestras destacan las de Simone Martini (las alas del políptico Orsini son suyas), Antonello da Messina (la famosa Crucifixión), Jan van Eyck, Rogier van der Weyden, Jean Fouquet (la famosa Virgen con el Niño, parte del díptico de Melun, una de las imágenes más famosas del imágenes célebres del Renacimiento no italiano), Hans Memling (el Retrato de hombre), Peter Paul Rubens (la Venus frígida), Antoon van Dyck, James Tissot, James Ensor, Henry Van de Velde, George Grosz, Amedeo Modigliani (el Desnudo sentado), Günther Uecker, Rik Wouters y René Magritte.
Para la exposición permanente se seleccionaron unas 650 obras entre más de 8.400 pinturas, esculturas, obras sobre papel y objetos. Además, se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración (183 de ellos 131 directamente in situ y 53 externamente) y conservación (6.475 tratamientos) de esta inmensa colección. La organización de la colección se concibió dividiendo las obras anteriores a 1880 en el edificio histórico y las posteriores a esta fecha en la nueva sección. James Ensor, cuya colección en la KMSKA es la más importante del mundo, es el trait d’ union y estará presente en ambos lugares. En el interior, las salas no están ordenadas en secuencia cronológica, por artista o estilo: las obras se muestran con una variedad de perspectivas temáticas, “dinámicas y estimulantes”, según el museo. En los espacios de arte contemporáneo tampoco faltan salas para préstamos externos y exposiciones temporales.
El KMSKA es además el único museo de Flandes con un Instituto Académico anexo, y su larga historia se remonta al siglo XIX (se inauguró en 1810, a partir de las colecciones de la Academia de Bellas Artes local). En las obras de renovación y acondicionamiento también participaron veintidós artistas contemporáneos para el proyecto de residencia artística de cinco años, que implica el contacto directo con la colección para inspirarse en los antiguos maestros y crear obras en distintos campos artísticos: pintura, escultura, textos, música, imágenes y performances.
En la foto, una sala vacía del museo. Foto de Karin Borghouts
El Museo de Bellas Artes de Amberes reabrirá en 2022, tras 10 años de obras |
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