El Louvre contra el tráfico ilícito de mercancías: se exponen esculturas procedentes de Libia y Siria

El Louvre presenta hasta el 13 de diciembre de 2021 cuatro estatuas funerarias de Cirene, en el este de Libia, incautadas en Francia cuando iban a ser exportadas ilegalmente, y dos relieves con decoración bizantina presumiblemente procedentes de Siria. La exposición de estas esculturas pretende sensibilizar a la opinión pública sobre el comercio ilícito de bienes culturales.

Las estatuas funerarias de Cirene, una de las mayores ciudades antiguas del norte de África que dio nombre a la región oriental de Libia, Cirenaica, e importante yacimiento arqueológico para el estudio de la cultura grecorromana, pertenecen a un conjunto de bustos y medias estatuas, que representan principalmente figuras femeninas, que fueron saqueadas de las necrópolis de esta región. Proceden de tradiciones ancestrales, probablemente de la unión de las culturas griega y libia, y están asociados a retratos de difuntos. Son esculturas típicas de las necrópolis de la ciudad griega de Cirene, por lo que fue posible localizarlas y confiscarlas a su paso por Francia para contribuir a la protección del patrimonio libio. También se exponen del mismo modo dos losas de mármol muy decoradas, posiblemente procedentes de Siria e incautadas por los mismos motivos. Cuando concluyan los procedimientos judiciales en curso, estas obras volverán a sus países de origen.

Desde la década de 1980, Cirenaica se ha visto amenazada por una urbanización descontrolada que se ha acelerado desde la Primavera Árabe (2011), incluido el acaparamiento de tierras y la construcción sin permisos. Además, se está produciendo un aumento sin precedentes del saqueo selectivo de tumbas. En la actualidad, las autoridades públicas cooperan para luchar contra el tráfico en las zonas de conflicto. Libia y Oriente Próximo se ven especialmente afectados por el tráfico ilícito de bienes culturales, como las esculturas incautadas tras la “primavera árabe” de 2011 por las aduanas y la policía francesas. Ante la destrucción, el saqueo y el robo, no se puede ignorar ni subestimar el alcance de los daños sufridos por el patrimonio cultural en Oriente Próximo. El aspecto lunar de los yacimientos saqueados en Siria o Irak, la posterior destrucción del museo de Mosul y de la ciudad de Palmira son un perfecto testimonio de ello.

imagen © Aduanas de Francia / Patrice Pontié

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