El carruaje de Napoleón expuesto en la Reggia di Venaria


En la Scuderia Grande de la Reggia di Venaria se expone el carruaje de Napoleón, que ha sido objeto de una cuidadosa restauración y un estudio científico.

Desde el 5 de mayo, con motivo del bicentenario de la muerte de Napoleón, el carruaje de Napoleón está expuesto en la Scuderia Grande de la Reggia di Venaria. Este último ha sido sometido a un cuidadoso trabajo de restauración llevado a cabo por los Laboratorios del Centro de Conservación y Restauración “La Venaria Reale” y cofinanciado por el Consorcio de las Residencias Reales de Saboya, bajo la supervisión de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de la Ciudad Metropolitana de Turín.

El carruaje nunca había sido objeto de un estudio científico estructurado, lo que permitió descubrir datos inéditos sobre su historia. Fabricado en París a principios del siglo XIX por Jean-Ernest-Auguste Getting, carrocero de Napoleón, ha estado expuesto en el Museo Marengo durante cerca de un siglo, tras varios cambios de propiedad y vicisitudes; desde 1955 forma parte del patrimonio de la Fundación Ordine Mauriziano, Palazzina di Caccia di Stupinigi, adonde volverá dentro de un par de años. La exposición está comisariada por Silvia Ghisotti, conservadora jefe del Consorzio Residenze Reali Sabaude, y Andrea Merlotti, director del Centro Studi Consorzio Residenze Reali Sabaude, con la colaboración de Paolo Palumbo, delegado para la ciudad de Turín de “Souvenir Napoléonien”.



Marta Fusi, directora de la Palazzina di Caccia di Stupinigi - Fondazione Ordine Mauriziano, declaró: “’Stupinis qui est à Turin ce qui est Saint Cloud à Paris’ escribe en sus Memorias Louis Constant Wairy premier valet de chambre de Napoleón. La Palazzina di Caccia, triunfo de la arquitectura de Juvarra y de la dinastía de Saboya, fue cuidadosamente elegida por el Emperador como ”sa maison de plaisance“ en Piamonte, como atestigua la documentación, seguida de una dotación financiera de 300.000 francos, solicitando, a continuación, singularmente, su maqueta en París, para estudiarla de la mejor manera posible, con vistas a su viaje a Milán en 1805. El aunque breve interludio napoleónico en Piamonte, que el bicentenario de la muerte de Napoleón ha hecho redescubrir, es un capítulo de la historia de la Palazzina que desde hace algunos años nos interesa contar, gracias también a la preciosa presencia de la carroza de Napoleón. Desde 1955, gracias a la donación de Gustavo Adolfo Rol, forma parte del patrimonio de la Orden de Mauricio; la recordamos ya expuesta en la ”Galería de reliquias napoleónicas“ y descrita por Mallé como ”simple en su forma, perfecta en su línea, límpida en sus perfiles tensos...". Nos gusta imaginar, como hizo Rol, gran amante de la figura de Napoleón, que se encontraba entre los que, bajando de Moncenisio, habían llevado a la pareja imperial y a la corte a Stupinigi aquel famoso abril de 1805. Hoy la Carroza, gracias a las sinergias ya consolidadas entre la Fondazione Ordine Mauriziano, el Consorzio delle Residenze Reali Sabaude y, sobre todo, el Centro di Restauro della Venaria Reale (Centro de Restauración de la Venaria Real), ha recuperado su esplendor, testimonio de la larga historia de la Palazzina di Caccia, que aún tiene mucho que contar y que, cuando regrese dentro de dos años, será una importante atracción para el visitante atento y entusiasta.

El carruaje fue fabricado hacia 1805 por Jean-Ernest-Auguste Getting, un carrocero parisino que trabajaba para Napoleón y su corte, responsable también de la berlina utilizada en 1804 para la coronación imperial en París. Entre 1803 y 1815 construyó al menos quince carruajes diferentes para el emperador, entre ellos cinco berlinas de gala. Llevado de París a Italia, algunos dicen que fue incluido en la recreación de la batalla de Marengo (5 de mayo de 1805) y en la procesión de la coronación de Napoleón en Milán como rey de Italia (26 de mayo). Para otros, en cambio, se habría realizado para la boda del Emperador con María Luisa de Austria, celebrada en París los días 1 y 2 de abril de 1810. Esta hipótesis parece menos probable y no explicaría su presencia en Italia. Sin embargo, después de 1815, el carruaje estuvo en posesión de Maria Luigia, por entonces duquesa de Parma, que retiró los símbolos y las armas napoleónicas e hizo colocar en él su nuevo escudo. Hacia 1845, el carruaje fue adquirido por el farmacéutico de Alessandria Giovanni Antonio Delavo, que estaba creando el museo napoleónico de Marengo en una villa de su propiedad, por lo que compró recuerdos de toda Italia. En 1947, la villa se vendió a Montedison y la colección se donó al Museo Cívico de Alessandria, sin el carruaje. Dejada en Marengo, la berlina pasó al anticuario de Novi Ligure Edilio Cavanna; luego fue adquirida por Gustavo Adolfo Rol, amante de la historia napoleónica, que la hizo restaurar y trató de encontrarle un emplazamiento digno. Gracias a la intervención de la Superintendente de las Galerías del Piamonte, Noemi Gabrielli, el carruaje pasó a ser propiedad del Ente Ordine Mauriziano, que lo expone en la Palazzina di Caccia di Stupinigi desde 1955.

El carruaje de Napoleón expuesto en la Reggia di Venaria
El carruaje de Napoleón expuesto en la Reggia di Venaria


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