A partir del próximo año, el Teatro de la Corte del Palacio Real de Nápoles acogerá espectáculos y conciertos

El Teatro de la Corte del Palacio Real de Nápoles podrá acoger espectáculos y conciertos a partir del año que viene, gracias a las importantes obras de mejora de las instalaciones que eran necesarias para garantizar su seguridad.

Tras las obras del sistema contra incendios de todo el complejo monumental y un largo proceso burocrático, el Teatro de la Corte, construido en 1768 por el arquitecto Ferdinando Fuga con motivo de la boda de Fernando IV de Borbón con María Carolina de Habsburgo, volverá a estar disponible no sólo para eventos y conferencias, sino también para conciertos y espectáculos.

“El Palacio Real sigue devolviendo espacios para ampliar la oferta al público”, ha declarado la arquitecta Paola Ricciardi, directora delegada por el Director General de Museos Massimo Osanna a la espera del nombramiento del nuevo director. “Un signo de continuidad que subraya el cuidado por el palacio napolitano que está recuperando, gracias a los trabajos de restauración y mantenimiento, la centralidad y magnificencia que ha tenido durante sus cuatro siglos de historia”.

“Han sido necesarios tres años de trabajo, sobre todo en los sistemas”, explica la arquitecta del Palacio Real , Almerinda Padricelli, “para devolver al teatro la función para la que fue diseñado. Hasta ahora se había podido utilizar de forma puntual, con medidas de seguridad extraordinarias; a partir de diciembre se podrá levantar definitivamente el telón y ofrecer un calendario estacional de conciertos y espectáculos”.

Realizadas por la empresa La Ross srl, las obras han comprometido un capítulo de gastos del Plan Estratégico “Grandi Progetti Beni Culturali”, financiado por el Ministerio de Cultura, de casi 300.000 euros, que incluye la renovación de los camerinos, que podrán acoger hasta cuarenta artistas gracias a los nuevos espacios y la creación de sistemas eficientes de agua, iluminación y climatización.

Se han creado nueve camerinos, cinco de ellos con baño en suite y cuatro con baños compartidos, así como una sala de ensayos (Sala Mimi) con ocho puestos de maquillaje y servicios. El proyecto, diseñado por el arquitecto Vittorino Parente, se ha realizado con una variedad cromática que define las salas con un color cobrizo común para las puertas y las zonas de paso. “Hemos elegido un cromatismo moderno”, explica el diseñador, "pero también hemos enriquecido las habitaciones con ampliaciones de alta resolución de las decoraciones de los pisos de la Reina que nos devuelven al estilo clásico gracias a las reproducciones de detalles del Apartamento de la Etiqueta del Palacio Real.

El diseño de 1600 de Domenico Fontana no incluía una sala para actividades teatrales. En aquella época, el espacio donde ahora se ubica el teatro era la “Gran Sala” o “Sala Regia”, y era utilizado por los virreyes españoles como salón de baile donde también se representaban espectáculos, pero siempre en forma de montajes temporales, utilizando aparatos móviles. Se transformó en un verdadero teatro gracias al arquitecto Fuga, que creó un ambiente de gran elegancia y equilibrio formal, ejemplo de la arquitectura napolitana del siglo XVIII.

El Teatro de la Corte del Palacio Real tiene una capacidad de 400 localidades en el patio de butacas. A lo largo de las paredes discurre un balcón corrido que antaño se utilizaba para recibir a los invitados más ilustres, bordeado en todo su perímetro por una balaustrada de madera. En el centro, frente al escenario, se encuentra el pequeño palco real, con un falso telón de cartón piedra rematado por la corona. Los elementos arquitectónicos neoclásicos salpican las paredes con nichos que albergan doce estatuas de cartón piedra que representan a Apolo y las nueve Musas, deidades protectoras de las artes, Minerva, diosa de la sabiduría, y Mercurio, mensajero de los dioses. El uso del papel maché, un material aparentemente inadecuado para la pompa real, corresponde a una escenografía adecuada para un escenario teatral, pero también funcional en términos de acústica.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos dañaron sobre todo el techo, destruyendo la decoración del siglo XVIII de la bóveda; en 1944, cuando el Palacio se convirtió en la sede del Welfare Club del ejército británico, el teatro se transformó en cine y, después de la guerra, se repintó el techo imitando el estilo original, donde, en la escena central, se representan las Bodas de Anfitrite y Poseidón, tema que recuerda al pintado por el pintor Antonio Dominici en 1768.

A partir del próximo año, el Teatro de la Corte del Palacio Real de Nápoles acogerá espectáculos y conciertos

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