Steve McCurry publica un nuevo libro dedicado a la infancia

Un recién nacido es examinado cuidadosamente en un hospital de Jaipur, una niña sonríe desde un banco de la Piazza Navona de Roma y unos chiquillos se agolpan ante la cámara en La Habana: éstas son algunas de las historias que se cuentan en el último libro de Steve McCurry (Filadelfia, 1950), dedicado íntegramente a lainfancia. En su larga carrera y sus numerosos viajes, el gran fotógrafo estadounidense ha retratado muchas veces a los niños que ha conocido, y en muchas de sus fotografías también ha conseguido sugerir las historias que se esconden tras los rostros de los pequeños que ha retratado.

Por primera vez, el libro Children of the World. Retratos de la inocencia, publicado por Mondadori y que sale a la venta el 19 de octubre, reúne una selección de estas imágenes. Imágenes que abarcan cincuenta años, desde zonas en guerra hasta el opulento Occidente, desde grandes ciudades hasta aldeas rurales: el libro contiene fotografías de niños de 46 países diferentes, desde Japón hasta Roma. Con una introducción de Ziauddin Yousufzai, padre de Malala, y un ensayo del crítico Owen Edwards, el libro pretende ser un colorido retrato de los retos, esperanzas y aventuras de los niños de todo el mundo.

“Las memorables instantáneas de Steve McCurry”, afirma Ziauddin Yousafzai, “captan magistralmente el corazón, el alma y la humanidad de los niños, hasta en los rincones más remotos de nuestro planeta. Su arte se convierte en una especie de meditación, intensa e inolvidable”.

“La visión que McCurry tiene de la infancia”, señala el crítico Owen Edwards, “es tan variada y diversa como los niños del mundo. Pero no importa hacia dónde apunte su objetivo, el hilo conductor es éste: mientras haya niños, hay esperanza”. McCurry utiliza su cámara no para ofrecer un testimonio vívido de quiénes son y dónde están, sino con el deseo de evocar esperanza para la humanidad".

“He tenido el gran privilegio de fotografiar a niños de todo el mundo”, escribe Steve McCurry, “y ahora que yo mismo tengo una hija, aprecio aún más su energía, su curiosidad, su potencial. A pesar del difícil contexto en el que nacen muchos de ellos, los niños tienen la capacidad de jugar, sonreír, reír y compartir pequeños momentos de alegría. Siempre hay esperanza de que un niño pueda crecer y cambiar el mundo. Espero que las imágenes de este libro nos ayuden a todos a redoblar nuestros esfuerzos para mostrar compasión, respeto y amor por los niños de nuestras comunidades y de todo el mundo”.

El libro, de 208 páginas, puede adquirirse directamente en el sitio web de la editorial por 40 libras.

Steve McCurry publica un nuevo libro dedicado a la infancia

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