Miguel Ángel. Una vida inquieta - por Antonio Forcellino


Reseña del libro Miguel Ángel. Una vida inquieta, de Antonio Forcellino: una biografía interesante y evocadora de Miguel Ángel Buonarroti.

La historia del arte, incluso y sobre todo cuando se presenta sin esehalo misterioso que el marketing actual quiere necesariamente asignarle para hacerla parecer más atractiva, es siempre un tema fascinante: Miguel Ángel es prueba de ello. Una vida inquieta, la biografía del gran artista del Renacimiento escrita por Antonio Forcellino.

Antes de hablar del libro, unas palabras sobre su autor: Antonio Forcellino, originario de Campania, es restaurador (además de arquitecto). Procede del Instituto Central de Restauración de Roma y supervisó, entre otras, la restauración del monumento funerario de Julio II en San Pietro in Vincoli, en Roma, obra de nuestro Miguel Ángel. Antonio Forcellino siempre se ha ocupado del arte de Miguel Ángel, y aunque algunas de sus últimas atribuciones han causado perplejidad entre los historiadores del arte, no se pone en duda su capacidad para contar la historia del arte.

Miguel Ángel. Una vida inquieta, por Antonio Forcellino
Miguel Ángel.Una vida inquieta de Antonio Forcellino

Su Miguel Ángel. Una vita inquieta destaca porque el lector encontrará, al recorrer sus páginas, la precisión propia del ensayo y la implicación de la novela (aunque, obviamente, no se trata de una biografía de ficción: no hay intervenciones rocambolescas, diálogos ni nada por el estilo). Se podría decir que es una biografía pura y dura, escrita, sin embargo, con una prosa que atrapa y fascina al lector y casi le empuja a meterse en la piel de un observador contemporáneo de Miguel Ángel Buonarroti.

El libro recorre toda la vida de Miguel Ángel, desde su infancia hasta 1564, año de su muerte, y presenta al lector todas las grandes obras maestras del artista, pero no sólo: una de las peculiaridades del volumen de Forcellino es su capacidad para contextualizar los acontecimientos de la vida del artista con los de la historia del siglo XVI. Así, conocemos el ascenso y la caída de la República florentina, los acontecimientos que llevaron a la elección de papas como León X o Clemente VII, las estrategias políticas de Julio II, así como muchos de los trágicos sucesos que caracterizaron el siglo XVI y que constituyen manchas indelebles en la historia de Italia, como el saqueo de Roma y el menos conocido, pero igualmente terrible y feroz, saqueo de Prato en 1512.

Pero, sobre todo, Forcellino nos introduce en elalma de Miguel Ángel: con la ayuda de documentos (en primer lugar, las cartas que Miguel Ángel escribió a sus familiares, de las que el autor cita grandes fragmentos en el curso del tratamiento/narración), intenta reconstruir el difícil carácter de uno de los escultores más importantes de la historia del arte. Surge así el retrato de un hombre sombrío y avaro, incapaz de disfrutar de las grandes riquezas acumuladas durante sus años de duro trabajo, y cuya única razón de vivir parecía ser casi la de redimir el prestigio de su propia familia, la de los Buonarroti, a la que Miguel Ángel quería devolver a la escala social florentina, ya que había alcanzado, en la época del nacimiento del gran artista, uno de los puntos más bajos de su historia, como explica Forcellino en las primeras páginas del libro. Nos encontraremos, pues, leyendo las vicisitudes de un hombre solitario y solitario, lleno de problemas y preocupaciones (como el espinoso asunto del monumento funerario a Julio II, que durante décadas le vio enfrentado “contra” la familia Della Rovere, enfadada por los continuos retrasos del artista), y esencialmente sin verdaderos amigos, a excepción de los de la Ecclesia Viterbiensis, el círculo de intelectuales que querían reformar la Iglesia y que estaba formado por personalidades como Reginald Pole, Giovanni Morone y, sobre todo, Vittoria Colonna, noble y poetisa y la persona con la que Miguel Ángel encontró mayor afinidad intelectual. No podemos hablar de amor, porque leyendo el libro vemos cómo el único amor que Miguel Ángel sentía era hacia personas de su mismo sexo, que a menudo le correspondían casi sólo por mero interés.

Y, volviendo a la Ecclesia Viterbiensis, Forcellino se supera a sí mismo cuando nos habla de los frescos de la Capilla Paulina, los frescos en los que Miguel Ángel manifiesta, según el autor, las exigencias del círculo, aceptadas por el propio artista: Se trata de uno de los momentos culminantes y más interesantes del libro, entre otras cosas porque nos habla de dos obras de Miguel Ángel (la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro) poco conocidas por el gran público, o al menos menos menos conocidas que los frescos de la cercana Capilla Sixtina o las esculturas que han decretado la fama mundial de Miguel Ángel (como la Piedad o el David).

Miguel Ángel. Una vida inquieta es un libro que no defraudará a los amantes del arte, y es un libro que nos ayudará a descubrir que a menudo, detrás de esas obras maestras que hoy admiramos con asombro e implicación, se esconden historias de sufrimiento y grandes tribulaciones. Y, por supuesto, nos ayudará a descubrir facetas del carácter de Miguel Ángel que difícilmente imaginaríamos al contemplar sus obras de arte: después de leer este libro, podremos entenderlas mejor y comprenderlas más profundamente.

Miguel Ángel. Una vida inquieta
de Antonio Forcellino
Laterza, 2007
472 páginas
14 €
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