¿Cómo ve un pintor del presente el arte del pasado? Este es el objetivo del libro Brera a la altura de nuestras miradas, escrito por el artista Ignazio Gadaleta y publicado por Marsilio editore: el volumen explora setenta y siete detalles de otros tantos cuadros conservados en la Pinacoteca di Brera de Milán. Un análisis que parte de la base de que, como subrayaba Roger de Piles en su Dialogue sur le colouris, es necesario “saber ver ’de cerca’ y ’de lejos’”, y en particular la visión “de cerca” es propedéutica para el reconocimiento de la obra del pintor, hecha de signos y trazos: En efecto, los visitantes de los museos, según Gadaleta, están acostumbrados a la visión de conjunto de la obra, y a menudo descuidan la visión de cerca, por lo que no prestan atención a detalles que, sin embargo, pueden ser fundamentales para la comprensión de una obra, tanto en sus aspectos formales como ideales.
Además, observar una obra de cerca también permite establecer una visión “emocional” que de otro modo sería imposible con una visión desde lejos. De ahí que Gadaleta, al fotografiar en persona los detalles de los cuadros (las instantáneas son de hecho suyas), dé vida a “ejercicios de puro visualismo que se basan en la conciencia decisiva, pero también en el empirismo de la propia visión del pintor”, como él mismo escribe en el prólogo del libro, señalando que “son el resultado de inmersiones en las profundidades del pensamiento de un conocedor, persiguiendo posibles conexiones de destellos de recuerdos e intuiciones, en la inmediatez de la mirada”.
Las imágenes de los detalles son todas a escala 1:1, por lo que presentan al lector una visión desde la vida con la intención de “resaltar las constituciones lingüísticas de la pintura y sus posibilidades de patetismo sensible, solicitando el asombro en el contemplador en analogía metolodogica” a otro libro también escrito por Gadaleta, Punti e filamenti di colore nella pittura italiana dal Divisionismo a oggi, publicado por Silvana Editoriale en 2018: También en ese caso, Gadaleta se centraba en los detalles de las pinturas en un intento de trazar una línea de continuidad que uniera la pintura contemporánea con el Divisionismo a través del arte del siglo XX. Para Gadaleta, la obra de arte es ese “acontecimiento y lugar del pensamiento” del que hablaba el estudioso Enrico Crispolti, fallecido este año (y a quien está dedicado el libro), con la consecuencia de que el detalle es una oportunidad para profundizar en el material que fundamenta ese “acontecimiento” que es la obra de arte. Para el director de la Pinacoteca di Brera, James Bradburne, autor del prefacio del libro, mirar el arte de cerca es “a la vez un acto de devoción y de compromiso que confiere al arte el valor que le atribuía Fernanda Wittgens, la legendaria directora de Brera que vio Europa reducida a escombros por una guerra brutal, el valor de un arma social sólida contra la bestialidad de los seres humanos”.
Dentro del libro, las obras están ordenadas cronológicamente: empezando por el arte medieval con artistas como Ambrogio Lorenzetti, Giovanni da Milano y Gentile da Fabriano, pasando por el Renacimiento (Piero della Francesca, Francesco del Cossa, Giovanni Bellini, Ercole de’ Roberti, Carlo Crivelli y, por supuesto, el Cristo Muerto de Andrea Mantegna y el Cristo en la Columna de Bramante), del siglo XVI (Paris Bordon, Dosso Dossi, Lorenzo Lotto, Tintoretto, Veronese) a los siglos XVII y XVIII de Caravaggio (con la Cena de Emaús), Orazio Gentileschi, Guido Reni, Annibale y Ludovico Carracci, Guercino, Mattia Preti, Rubens, van Dyck, Salvator Rosa, Canaletto, Giambattista Piazzetta. El recorrido de Gadaleta concluye con dos cuadros de Hayez: el Retrato de Teresa Manzoni Stampa Borri y el famosísimo Beso). El libro presenta también un capítulo, titulado A la altura de nuestras miradas, en el que el autor recorre su historia personal del arte, motivando la elección individual de los cuadros. Es digno de mención el ejemplo del Cristo muerto de Mantegna, del que Gadaleta destaca no sólo, como es natural, “el audaz escorzo perspectivo” y la “solución muy lograda del difícil dibujo”, sino también “la esencialidad del temple magro, con la del temple magro, con sus grises cálidos y fríos en sutil dialéctica” y la “trama ortogonal del lienzo que aflora más en las partes descubiertas por la fina capa de pintura” y por ello “se siente como una textura que enturbia la imagen, suspendiéndola”.
Brera a la altura de nuestras miradas es, en definitiva, un recorrido por la Pinacoteca di Brera con la guía del ojo de un pintor que observa los cuadros conservados en el museo milanés con la conciencia de una persona capaz de entender tanto el lenguaje de la forma como el de la materia, ofreciendo al lector la oportunidad de detenerse en detalles a veces descuidados, con la intención de penetrar en la esencia de la que están compuestas materialmente las obras. Todo ello con fotografías de alta resolución que permiten percibir la densidad de la pincelada, la tupida red de craquelado, el alabeo del lienzo. De este modo también se anima a los visitantes a un acercamiento más consciente a la obra (y a la propia visita al museo).
El libro de Ignazio Gadaleta, publicado este año, puede encontrarse en librerías (físicas y en línea) o también puede adquirirse en la página web de la editorial Marsilio.
Detalles de 77 cuadros de la Pinacoteca di Brera, a escala 1:1, en el libro de Ignazio Gadaleta |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.