El fotógrafo y fotoperiodista Pepi Merisio, uno de los más grandes fotógrafos italianos del siglo XX, falleció en Bérgamo el 3 de febrero a la edad de 90 años. Giuseppe Merisio, conocido como Pepi, nació en Caravaggio en 1931 y se formó como fotógrafo autodidacta, comenzando en 1947. Tras labrarse un nombre en la fotografía amateur, decidió hacer de la fotografía su profesión y en 1956, a los 25 años, comenzó a trabajar primero con el Touring Club y después con varias revistas, como Camera, Look, Du, Famiglia Cristiana, Paris Match y Realité. En 1963 empezó a trabajar para Epoca, una de las revistas italianas de fotografía más importantes, y se hizo famoso en 1964 cuando, en la misma Epoca, publicó un famoso reportaje titulado Una giornata col papa (Un día con el Papa), que documentaba la vida cotidiana de Pablo VI: fue el inicio de una colaboración con el Vaticano, hasta el punto de que llegó a ser apodado “el fotógrafo de Pablo VI”.
Entretanto, mientras su actividad profesional iba adquiriendo cada vez más éxito, Pepi Merisio había emprendido también una labor de investigación que culminó, en 1969, con su primera obra fotográfica, Terra di Bergamo, un relato en imágenes de su tierra natal, con especial atención a la vida rural de la zona de Bérgamo, publicado en tres volúmenes: el propio artista lo consideraba su obra maestra, aunque después nunca dejó de investigar y exponer por toda Italia. A lo largo de su carrera, Pepi Merisio publicó unos 150 libros de fotografías con editoriales como Electa, Zanichelli, Silvana, Atlantis, Contrasto, Orell Füssli, Bolis, Atlantis, Lyasis y muchas otras. En 1979 realizó un reportaje en blanco y negro para Polaroid, que hoy se conserva en la Polaroid International Collection de Boston. De nuevo, en 1982, la editorial Fabbri le incluyó en la serie I grandi fotografi (Grandes fotógrafos) y en 1988 fue nombrado “Maestro della Fotografia Italiana” (Maestro de la fotografía italiana) por la Federazione Italiana Associazioni Fotografiche FIAF (Federación Italiana de Asociaciones Fotográficas). Nueve años más tarde, se convirtió en protagonista de una monografía de la serie Grandi Autori (Grandes autores ) producida por la misma asociación. En 1989 representó a Italia en el volumen conmemorativo de los 75 años de Leica y en 2011 fue invitado a la 54ª Bienal de Venecia.
Se le han dedicado innumerables exposiciones. En 2019, la última: Guardami en el Museo Sestini de Bérgamo, comisariada por el propio fotógrafo junto a su hijo Luca, una exposición antológica sobre su carrera, y al mismo tiempo, la muestra Pepi Merisio. Il Gioco (celebrada en la Torre del Castello dei Vescovi di Luni, en Castelnuovo Magra), concebida por Raffaella Ferrari, comisariada por Elisabetta Sacconi, y todas centradas en el tema del juego. Recibió varios premios, entre ellos el de Nuevos Talentos de la Fotografía Popular y el Premio Fermo, ambos en 1963, que le abrieron las puertas del éxito, el Premio Nacional Italiano de Fotoperiodismo en 1964 y el Premio Internacional de Fotoperiodismo de Génova en 1965.
“Con la muerte de Pepi Merisio”, ha declarado Giorgio Gori, Alcalde de Bérgamo, "Bérgamo pierde a un artista de talla internacional, enamorado de su territorio y de los bergamascos. Sus fotografías relataban nuestro paisaje, la vida de las comunidades rurales y los cambios que experimentaron durante el siglo XX. Recientemente, Bérgamo ha querido homenajear al gran fotógrafo: con la exposición Guardami, instalada en 2019 en los espacios del Museo Sestini de Fotografía en el Claustro de San Francesco, comisariada por la Fondazione Bergamo nella Storia, y con el mérito cívico que habíamos decidido concederle a finales del año pasado, y que lamentablemente no pude otorgarle debido a las restricciones anticóvidas. Sus instantáneas, conservadas en el archivo del Museo de la Fotografía, representan un pedazo de nuestra historia y de nuestra vida".
Adiós a Pepi Merisio, fotógrafa que hizo la crónica del siglo XX |
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