Venecia, una exposición narra el diálogo entre Massimo Campigli y el arte etrusco

Del 22 de mayo al 30 de septiembre de 2021, ACP - Palazzo Franchetti de Venecia acoge la exposición Massimo Campigli e gli Etruschi. Una pagana felicità, una exposición dedicada a la relación entre Massimo Campigli (Berlín, 1895 - Saint-Tropez, 1971) yel arte etrusco. La exposición toma como punto de partida la visita de Campigli al Museo Etrusco de Villa Giulia en Roma en 1928, descrita posteriormente por el artista con estas palabras: “Una felicidad pagana entró en mis cuadros, tanto en el espíritu de los temas como en el de la obra, que se hizo más libre y lírica”.

Campigli atribuyó a aquella visita un valor fundamental para el desarrollo de la fase más madura de su producción artística. Y es precisamente a partir de estas palabras que toma forma la exposición en el ACP - Palazzo Franchetti de Venecia, comisariada por Franco Calarota con la supervisión general de Alessia Calarota, que pretende ser un diálogo entre las obras del maestro y los ejemplos del pasado en los que se inspiró con tanta fuerza. Las aproximadamente treinta y cinco obras de Campigli seleccionadas para la exposición están flanqueadas por una cincuentena de objetos de la civilización etrusca, muchos de ellos inéditos y expuestos aquí por primera vez, identificados por la superintendente Margherita Eichberg junto con los estudiosos del comité científico Leonardo Bochicchio, Simona Carosi, Daniele Federico Maras y Rossella Zaccagnini, asistidos por el director de investigación Giovanni Cesarini. La exposición contó también con la contribución científica de la historiadora del arte Martina Corgnati. El catálogo, publicado por Silvana Editoriale, se completa con textos de Enrico Mascelloni y Eva Weiss.

La exposición pretende establecer un diálogo profundo entre Campigli y el arte etrusco. Las composiciones deliberadamente arcaicas de Campigli, representadas en la exposición con pinturas que van de 1928 a 1966, encuentran el origen de su inspiración en los objetos etruscos expuestos, con los que se establece un natural intercambio de atmósferas, signos y colores. Como señala Franco Calarota: “A partir de la famosa visita al Museo Etrusco de Villa Giulia en Roma en 1928, hay una especie de retorno a una pureza primordial en el arte de Campigli, a un sabor antiguo hecho de colores suaves como pinturas al fresco tan parecidas a la forma en que el tiempo nos ha devuelto las imágenes etruscas, de formas moldeadas según el diseño de estatuas votivas o ánforas, de figuras femeninas con bustos de reloj de arena que se abstraen en imágenes intemporales”. Dos obras de la exposición, Busto con jarrón azul y Gitanas, datan de 1928 y marcan claramente la transición hacia una nueva figuración, que se hace cada vez más evidente en obras como Mujeres con sombrillas de 1940 hasta la Mujer sentada de 1961.

Massimo Campigli, Gitanos (1928)

Los diferentes tipos de objetos de la exposición, desde jarrones a estatuillas, desde joyas a sarcófagos, pretenden trazar un alfabeto y un universo de vínculos que, partiendo de evocaciones generales, se declinan en referencias precisas en las diferentes secciones de la exposición: la primera dedicada a la figura humana, dividida en hombres y mujeres; la segunda a los animales, compuesta por pájaros, caballos, animales salvajes y, por último, la tercera con formas y geometrías. Muchas de las piezas expuestas, como se anticipó, son inéditas y proceden de importantes operaciones de recuperación de material arqueológico, también de renombrados museos internacionales, y ahora en posesión de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e paesaggio per la provincia di Viterbo e l’Etruria Meridionale.

“Destacan los rostros de terracota, en los que el artista se inspiró para la concepción de un tipo de retrato estereotipado, libre de la reproducción directa de la realidad”, explica Margherita Eichberg, “los bronces y los vasos de cerámica decorados con figuras humanas (masculinas y femeninas) y animales, temas que aparecen (casi citados) en las obras del artista”; los jarrones bucchero y impasto con formas geométricas y curvas que inspiraron las siluetas femeninas de algunas de sus obras; por último, las joyas, una verdadera pasión de Campigli". También se exponen dos preciosos sarcófagos de terracota procedentes del Museo Cívico de Viterbo: un sarcófago femenino de arcilla de la segunda mitad del siglo III a.C. y un sarcófago masculino de arcilla de finales del siglo III, principios del II a.C. A través de la evocación de estas fórmulas expresivas pertenecientes a una gloriosa civilización pasada, el arte de Campigli revela una profunda originalidad precisamente en la coexistencia del antiguo esplendor y la actualidad, sumergiendo al visitante en una dimensión en la que el tiempo parece detenerse o fluir tranquilamente en una quietud imperturbable. Nos muestra un siglo XX contemporáneo de las épocas más antiguas del Mediterráneo, escribiendo así una página muy interesante de lo que el arqueólogo Massimo Pallottino ha definido como la “novela etrusca”, un mito que desde el Renacimiento sigue ejerciendo una fuerte fascinación de generación en generación. Para obtener toda la información sobre la exposición, visite el sitio web de ACP - Palazzo Franchetti.

Venecia, una exposición narra el diálogo entre Massimo Campigli y el arte etrusco

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