Van Gogh en Milán: la Arlesiana inaugura el ciclo "El Huésped" en el Palazzo Citterio


Del 14 de marzo al 11 de mayo de 2025, el Palacio Citterio acogerá La Arlesiana (Retrato de M.me Ginoux) de Vincent Van Gogh, cedida por el GNAM de Roma. La obra inaugura el ciclo "El Huésped", que acogerá obras maestras de la historia del arte cedidas por prestigiosas instituciones internacionales.

Del 14 de marzo al 11 de mayo de 2025, el Palacio Citterio de Milán acoge La Arlesiana (Retrato de M.me Ginoux) de Vincent Van Gogh (Zundert, 1853 - Auvers-sur-Oise, 1890). La obra, fechada en 1890 y procedente de la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, marca el inicio del nuevo ciclo expositivo titulado El Huésped. El proyecto, concebido para enriquecer la oferta cultural del Palacio Citterio -espacio de la Grande Brera reabierto al público el pasado 7 de diciembre-, prevé la acogida temporal de obras maestras de gran importancia, procedentes de museos e instituciones internacionales. La elección del título L’Ospite (El huésped ) no es casual: el término deriva del latín hospes, que engloba el doble significado de “el que acoge” y “el que es acogido”. Se trata, pues, de exponer una obra al público y cuidarla, estudiarla, ponerla en diálogo con el contexto y los espectadores.

La Arlesiana es un retrato con un profundo valor simbólico. La mujer retratada es Marie Ginoux, propietaria del Café de la Gare en Arles, lugar frecuentado por Van Gogh y Paul Gauguin durante su estancia en Provenza entre 1888 y 1889. Una dramática disputa entre ambos culminó en el conocido episodio de la automutilación de la oreja de Van Gogh, acontecimiento que marcó el final de su convivencia artística. Tras ese trágico momento, el matrimonio Ginoux ofreció su apoyo al artista, acompañándole en los momentos más difíciles de sus trastornos nerviosos. Marie Ginoux aparece varias veces en las obras de Van Gogh y Gauguin, pero la versión de 1890, ahora en el Palacio Citterio, se distingue por una introspección más profunda. A diferencia de las representaciones anteriores, aquí la figura está inmersa en una atmósfera tranquila. El rostro apoyado en la mano izquierda, la mirada melancólica y la sonrisa imperceptible sugieren una dimensión psicológica más íntima. El traje tradicional provenzal confiere solemnidad al retrato, mientras que la paleta, más clara y luminosa, transmite una nueva serenidad, casi resignada.

Otro detalle es la presencia de los dos libros sobre la mesa: La Case de l’Oncle Tom (La cabaña del tío Tom) de Harriet Beecker Stowe y Contes de Noël (Cuentos de Navidad) de Charles Dickens. Marie Ginoux, que había asistido a Van Gogh en sus momentos más oscuros, encarna la figura de la compasión y la resistencia. Los volúmenes aluden así a su capacidad para comprender y apoyar al artista, una empatía que emerge con fuerza de la composición del cuadro. El propio Van Gogh subraya el valor simbólico de La Arlesiana en una carta a Gauguin: “es un cuadro que comprenderás, tú, yo y algunos otros sabemos cómo nos gustaría que se entendiera”.

Vincent Van Gogh, La Arlesiana (1890). Fotografía: Cesare Maiocchi para la Pinacoteca de Brera
Vincent Van Gogh, La Arlesiana (1890; óleo sobre lienzo, 61x50 cm). Fotografía: Cesare Maiocchi para la Pinacoteca de Brera.

“Con la llegada al Palazzo Citterio de un Van Gogh, procedente de la Gnamc de Roma”, afirma Angelo Crespi, Director General de la Pinacoteca di Brera, "inauguramos L’ospite, una serie de colaboraciones con otras instituciones, no sólo museos, que prevén el préstamo extraordinario de una obra tanto entrante como saliente. Un proyecto que pone en práctica el tema de valorizar las colecciones de la manera más sencilla e inmediata, y al mismo tiempo prestigiosa".

“En el marco del acuerdo de colaboración iniciado con la Grande Brera”, explica Cristina Mazzantini, directora de la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, "que generosamente ha concedido numerosos préstamos para la maravillosa exposición Il Tempo del futurismo (El tiempo del futurismo ), asistiendo a su éxito, la Gnamc ofrece a la ciudad de Milán la Arlesiana, uno de los dos Van Goghs que conserva en su colección, la más importante del mundo del arte moderno y contemporáneo italiano, que incluye entre sus 20.000 obras incluye también obras maestras internacionales de Klimt, Monet, Degas, Cézanne, Mondrian, Duchamp, Giacometti, Kandinsky, Warhol, Pollock, Kapoor y muchos otros. El objetivo es crear un puente ideal entre Roma y Milán, basado en el intercambio de obras de sus respectivas colecciones y destinado a una valorización conjunta de los “nuevos maestros” del arte italiano, a través de un programa compartido de exposiciones temporales".

Vincent Van Gogh, La Arlesiana (1890). Fotografía: Cesare Maiocchi para la Pinacoteca de Brera.
Vincent Van Gogh, La Arlesiana (1890; óleo sobre lienzo, 61x50 cm). Fotografía: Cesare Maiocchi para la Pinacoteca di Brera.

Información práctica

Horario: de jueves a domingo, de 14.00 a 19.00 h.

Entrada: sólo Palazzo Citterio, tarifa completa, 12,00 euros; reducida, 8,00 euros

Van Gogh en Milán: la Arlesiana inaugura el ciclo
Van Gogh en Milán: la Arlesiana inaugura el ciclo "El Huésped" en el Palazzo Citterio


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