Una preciosa selección de alfombras de Turquestán en el castillo de Brescia

Con motivo de los actos relacionados con Bérgamo Brescia Capital Italiana de la Cultura 2023, la Fondazione Tassara pondrá a disposición del público una parte de su valiosa colección de alfombras, donada por Romain Zaleski, con el objetivo de dar a conocer y hacer apreciar al gran público algunos objetos habitualmente destinados a ser exhibidos en exposiciones temporales en los principales museos del mundo. Junto con la Fondazione Brescia Musei, copromotora del proyecto, ha confiado a LETIA - Letizia Cariello y Giovanni Valagussa el comisariado de la exposición I nodi dei giardini del Paradiso (Los nudos de los jardines del Paraíso), que podrá visitarse del 1 de abril al 5 de noviembre de 2023 en los nuevos espacios, restaurados y reabiertos al público después de unos quince años, del Grande Miglio del Castillo de Brescia, donde también se encuentra el Museo del Risorgimento Leonessa d’Italia en la planta inferior.

El proyecto expositivo reúne una preciosa selección de treinta y cinco alfombras de lazona del Turquestán, escogidas entre el extenso corpus de la colección Zaleski, que por primera vez se exponen al público junto a un núcleo de obras de arte contemporáneo relacionadas con el textil realizadas por artistas internacionales, entre ellos Alighiero Boetti y Herta Ottolenghi Wedekind, que de forma innovadora se incluirán, junto con una proyección multimedia en una gran pantalla de vela de Wladimir Zaleski, en una instalación site-specific única y sin precedentes realizada por LETIA - Letizia Cariello. Un “espacio blando” hecho de telas, hilos, cuerdas tensadas y alfombras colgadas como estandartes o gonfalons.

La Fondazione Tassara y la Fondazione Brescia Musei han decidido que la entrada a la exposición sea gratuita con el fin de implicar y permitir al gran público descubrir un mundo cuyo arte fluye sin solución de continuidad a través de los siglos, desde China hasta España, donde no sólo dialogan el arte antiguo y el contemporáneo, sino que también se produce una nueva obra de arte.

Paralelamente a la exposición de Brescia, la segunda edición de Hortus Conclusus se ha organizado en Bérgamo con la apertura de tres antiguos palacios de la ciudad alta, Palazzo Agliardi, Palazzo Terzi y Castello di Valverde, que forman parte del programa de Residencias Históricas. En el interior de los palacios se expondrán trece alfombras muy raras, de los siglos XVI y XVII, cuyos tipos llevan los nombres de importantes pintores: Ghirlandaio, Lotto y Tintoretto. El público podrá así, durante algunos fines de semana de abril, mayo y septiembre, admirar excepcionalmente estas antiguas obras de arte en el interior de residencias normalmente habitadas por sus propietarios.

Las dos iniciativas cuentan con el apoyo de la Fondazione Cariplo y la Fondazione della Comunità Bresciana.

El título de la exposición bresciana hace referencia a los hilos de las alfombras anudados en la urdimbre y la trama, que evocan tierras mágicas y paradisíacas, lugares sagrados y de oración, ambientes cálidos y confortables, oasis en el desierto. Es precisamente el tema del viaje el que ha guiado la elección, dentro de la colección Zaleski, una de las colecciones privadas más completas del mundo, compuesta por más de 1330 alf ombras procedentes de toda Eurasia y del norte de África, de las 35 alfombras antiguas, todas ellas circunscritas a una zona concreta. Se trata de la inmensa extensión de Asia Central, en ese territorio denominado colectivamente Turquestán, que se extiende desde el mar Caspio hasta el oeste de China e incluye países que figuran entre los más fascinantes del mundo por sus extraordinarios paisajes y su naturaleza virgen, en los que serpenteaban las rutas caravaneras que constituían la “Ruta de la Seda”.

Como subraya Giovanni Valagussa, comisario de la exposición, se trata de “una muestra que quiere recordar el vínculo milenario entre Oriente y Occidente; recordar ciudades míticas como Bujara, Samarcanda o Tashkent; recordar la misteriosa y fascinante cultura de los nómadas que transitaban por estas zonas sin fronteras; pero también recordar a las mujeres que hoy en Afganistán luchan por su dignidad y por una igualdad absurdamente negada”.

LETIA - Letizia Cariello, comisaria de la exposición, afirma: “las preciosas alfombras no se presentan en una alineación museística tradicional, sino que se convierten a su vez en partes constituyentes de una amplia y articulada obra de arte contemporáneo. Se trata de una Gesamtkunstwerk [obra de arte total], compuesta esencialmente por cuatro elementos colocados unos dentro de otros para formar una especie de Matryoshka ofrecida al espectador, con el fin de invitarle a convertirse en actor y, en última instancia, en parte constituyente de la instalación global”.

Creadas especialmente para la exposición, las nuevas instalaciones Beauceant y Aracne de LETIA - Letizia Cariello. La primera consiste en las propias alfombras montadas sobre bastidores sostenidos por poleas, bolardos marinos y soportes de acero con la ayuda de cuerdas de vela rojas que recorren el espacio, enrollándose en las vigas del techo, en un juego de tramas que recuerda el entramado de las jarcias de los veleros. El segundo es una especie de laberinto que acompaña el recorrido de los visitantes y serpentea en una secuencia de barandillas de acero pulido a espejo diseñadas por el artista, atravesadas por un largo cordón rojo que guía a las personas como si siguieran el antiguo mito del hilo de Ariadna. La orquestación de estos elementos se inspira idealmente en la iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri, junto a la Scuola Normale Superiore de Pisa, cuyos muros, junto a elementos tradicionales de inspiración religiosa, albergan estandartes y trofeos de la batalla de Lepanto.

Completan el recorrido la gran pantalla en forma de vela con las evocadoras imágenes, colores y sonidos del videasta y videoartista Wladimir Zaleski, los artefactos textiles creados por artistas del siglo XX como Alighiero Boetti y Herta Ottolenghi Wedekind, y la obra del propio LETIA, Thinkerbell. Se trata de una gran jaula de latón, colocada en la nave, en cuyo interior sonará música de Bach. Gracias también a la colaboración con la Fondazione del Teatro Grande de Brescia, la música será interpretada en directo, en diversas circunstancias, por el Bazzini Consort, que tocará dentro de la obra, en una combinación de percepción auditiva y visual.

Una preciosa selección de alfombras de Turquestán en el castillo de Brescia

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