Una nueva exposición en el MAN de Nuoro compara a Giotto y Lucio Fontana con el color oro


El MAN de Nuoro presenta del 24 de noviembre de 2023 al 3 de marzo de 2024 la nueva exposición GIOTTO | FONTANA. El espacio dorado. En colaboración con el Mart de Rovereto y la Fondazione Giorgio Cini de Venecia.

Del 24 de noviembre de 2023 al 3 de marzo de 2024 el MAN de Nuoro presenta la nueva exposición GIOTTO | FONTANA. Lo spazio d’oro, comisariada por Chiara Gatti, en colaboración con el Mart de Rovereto y la Fondazione Giorgio Cini de Venecia. La exposición pretende investigar la conexión que, siglos después, une la investigación espacial de Lucio Fontana con el valor del espacio en las composiciones de Giotto, junto con la presencia fuertemente simbólica del color oro en su cosificación del infinito y de lo ajeno.

Un nuevo sentido de la realidad y del espacio surge gracias a la personalidad de Giotto (¿Florencia?, c. 1267 - Florencia, 1337), que ya fue elogiado por sus contemporáneos porque “remutualizó el arte de la pintura del griego al latín”, como escribió Cennino Cennini sobre el arte de Giotto. El espacio sagrado y dorado, bidimensional y trascendente, cortina de luz que aísla del mundo exterior de la tradición anterior, es “traspasado” por Giotto, en busca de una tercera dimensión, profunda y real. El fondo dorado se convierte en cielo real, atmosférico, brillante y claro en los días de primavera, iluminado por la luz de la luna y las estrellas en la noche oscura. Giotto descubre cómo la pintura puede representar lo que el ojo ve, incluida la posibilidad de la ilusión, experimentada maravillosamente por primera vez en los dos famosos coros falsos de la capilla Scrovegni de Padua. Aquí, a principios del siglo XIV, antes incluso de la invención de la perspectiva renacentista, Giotto introdujo la idea del trompe-l’oeil, de la pintura capaz de transformar el espacio y crear ambientes ilusionistas. Un espacio sin figuras y en el que irrumpe el mundo exterior.

Pero incluso en los fondos dorados, pensemos en la Madonna juvenil de Borgo San Lorenzo y en la de San Giorgio alla Costa o en la posterior Maestà di Ognissanti, el cielo metafísico ya no es infinito y, al mismo tiempo, indefinido, sino físico y real. Las figuras son robustas como esculturas y el aire circula en el fondo, aunque dorado. Contribuye a la introducción de la realidad en el cuadro el uso de la luz, de la que Giotto identifica siempre la fuente, que modela los volúmenes, ocupa el espacio y lo hace verosímil y “natural”. A ello contribuyen las intuiciones con las que el maestro capta las relaciones entre luz y color, su inédito acercamiento a la cotidianidad de la vida, en la curiosa representación de expresiones, objetos y naturaleza, como una lente abierta de par en par de nuevo sobre la realidad, en todos sus aspectos, desde el más sagrado al más humilde, repropuesto en la verdad de los espacios arquitectónicos y paisajísticos. Precisamente en esta reapropiación de la realidad, más allá de los esquemas de la tradición, la vida, el espacio, el hombre y sus sentimientos vuelven a ser los protagonistas de la pintura.

Un planteamiento vivo y revolucionario que también es relevante para la pintura moderna y contemporánea, que tanto debe a su pensamiento. “Las condiciones fundamentales del arte moderno se manifiestan claramente en el siglo XIII, en el que comienza la representación del espacio”, escribió Lucio Fontana en su Manifiesto Blanco de 1946. Con Fontana, el espacio nuevo e ilusorio de Giotto se transforma de hecho en un espacio verdaderamente tridimensional. La luz que lo atraviesa hace palpable el principio del umbral, del mirador, del límite entre lo visible y lo invisible, según el antiguo concepto de iconostasio que Fontana reinterpreta en la síntesis radical de su gesto. La luz irrumpe así en un espacio mental, haciéndolo de repente transitable. Es precisamente la misma luz que, en los fondos dorados del siglo XIV, analizados en las páginas de Las puertas reales de Pavel Florensky, vio materializarse lo inmaterial y que luego atravesó los Conceptos espaciales de Lucio Fontana, acariciando arenas, piedras, trozos de vidrio y pan de oro. Una luz penetrante y cálida, pero generada por un acto pictórico.

El diálogo que se propone en la exposición entre una preciosa tabla de Giotto, concretamente los Dos Apóstoles de la Fundación Giorgio Cini de Venecia y un Concepto Espacial de Lucio Fontana en el MART de Rovereto, se nutre no sólo de las especulaciones de Florenskij, sino también de una larga literatura centrada en los derroteros y recursos de esa magnífica obsesión de la pintura por la representación de lo absoluto, abordada científicamente por grandes estudiosos. Una tensión hacia lo infinito y lo trascendente une a antiguos y contemporáneos, y hace que el diálogo entre Giotto y Fontana sea significativo y oportuno en el sentido de una embestida ejemplificadora, minimalista pero intensa, entre los pliegues de este tema de estudio del arte universal. La pintura de iconos presupone una metafísica de las imágenes y de la luz que encuentra herederos sensibles en el siglo XX. Y es a esta metafísica a la que han mirado autores como Wildt, Carrà, Casorati y luego Melotti y Fontana, así como maestros internacionales como Mark Rothko o Yves Klein, recurriendo incluso al uso del oro como vehículo hacia lo abstracto, hacia lo sagrado. Descubrir el Cosmos“, repetía Lucio Fontana, ”es descubrir una nueva dimensión. Es descubrir el Infinito“. Así, al perforar este lienzo -que es la base de toda pintura- creé una dimensión infinita”.

La exposición está producida por el Museo MAN de Nuoro y los textos científicos son de Andrea Nante y Paolo Campiglio, Serena Colombo y Chiara Gatti, con la coordinación de Rita Moro.

En la foto, izquierda, Giotto (y taller), Dos apóstoles (1325-1330; temple y oro sobre tabla, Venecia, Fondazione Giorgio Cini); derecha, Lucio Fontana, Concepto espacial (1960-1961; agujeros, óleo y grafiti sobre lienzo; Rovereto, MART Museo d’arte moderna e contemporanea di Trento e Rovereto) © Fondazione Lucio Fontana, Milán, por SIAE 2023

Una nueva exposición en el MAN de Nuoro compara a Giotto y Lucio Fontana con el color oro
Una nueva exposición en el MAN de Nuoro compara a Giotto y Lucio Fontana con el color oro


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