Una gran exposición en Catania dedicada a Ferdinando Scianna y su Sicilia

Del 23 de junio al 20 de octubre de 2023, el Castello Ursino de Cat ania acoge la gran exposición Ferdinando Scianna. Te recuerdo Sicilia, comisariada por Paola Bergna y Alberto Bianda, promovida y producida por el Ayuntamiento de Catania y Civita Sicilia.

Se expondrá una selección de más de ochenta fotografías impresas en diferentes formatos, que recorren toda la trayectoria del gran fotógrafo siciliano. La exposición se desarrolla a lo largo de un articulado recorrido narrativo, construido sobre diferentes capítulos y diversas modalidades de encuadre en blanco y negro, con el fin de poner de relieve el estrecho vínculo que le une a su tierra natal. A través de temas, imágenes, lugares, rituales, fiestas y costumbres, el visitante puede conocer y explorar la tierra tan querida por el fotógrafo.

La exposición comienza con un homenaje a su ciudad natal, Bagheria, preparada para festejar a su célebre conciudadano con motivo de su octogésimo cumpleaños, que se cumplirá el 4 de julio, y a continuación las instantáneas dedicadas a Marpessa. Cuando, a finales de los años 80, Ferdinando Scianna decidió entrar en el mundo de la moda, muchos se sorprendieron. Llamado por los entonces prometedores Dolce & Gabbana para representar su estilo, el fotógrafo siciliano inició una extraordinaria asociación con la jovencísima modelo holandesa Marpessa Hennink, capturándola en atmósferas mediterráneas cargadas de un encanto misterioso y sensual en un continuo equilibrio entre realidad y ficción, arcaísmo y modernidad, convirtiéndose en una de las musas del artista.

Ferdinando Scianna, siempre uno de los nombres más conocidos del panorama nacional e internacional, figura entre los grandes maestros de la fotografía, no sólo italiana. Primer fotógrafo italiano que formó parte de laagencia Magnumdesde principios de los años 80, mantuvo numerosos vínculos con personalidades del mundo del arte y la cultura; entre ellos Leonardo Sciascia, a quien está dedicado todo un capítulo de la exposición y a quien Ferdinando Scianna estaba unido por una estrecha amistad.

Ambos se conocieron por casualidad después de que Sciascia, acompañado de un amigo común, visitara la primera exposición fotográfica de Scianna, celebrada en el club cultural Bagheria, cuando Ferdinando sólo tenía 20 años. El escritor quedó impresionado por las instantáneas en blanco y negro del joven fotógrafo. Ferdinando no estaba allí, pero Sciascia le dejó un generoso mensaje de estima. Así que Scianna decidió visitarle en su casa de Racalmuto: fue amor a primera vista, “a los veinte años había encontrado a la persona clave de mi vida”. De este encuentro nació su primera colaboración: Feste religiose in Sicilia (Fiestas religiosas en Sicilia ) (1965), con fotos de Scianna y textos del escritor. Con este volumen, que fue un caso político y literario en Italia, Ferdinando ganó el Premio Nadar en 1966.

Sciascia y Scianna colaboraron en otras publicaciones, como Les Siciliens (1977), La villa dei mostri (1977) y Ore di Spagna (1988). Los dos fueron amigos de toda la vida, como demuestran las más de mil fotografías, en su mayoría inéditas, tomadas durante sus veranos en Racalmuto y en numerosos viajes juntos. Un álbum familiar que retrata a Sciascia en una dimensión privada porque “hasta que me hizo la terrible ofensa de morir, siguió siendo mi ángel paterno”. Fue una relación fundamental en la vida de Ferdinando Scianna, que escribe: “la amistad es como un intercambio de las llaves de las ciudadelas individuales de cada uno, es la adquisición del derecho mutuo a utilizar los ojos, las mentes, los corazones del otro”. Una pequeña parte de estas fotos se convirtió en un libro: Scianna photographs Sciascia (1989), que el escritor consiguió ver poco antes de su muerte.

La exposición cuenta con un montaje y una selección de imágenes especialmente diseñados para la sede de Castello Ursino, con aportaciones videográficas y gráficas, para celebrar la relación entre el territorio y el gran fotógrafo siciliano.

“Fotografiar Sicilia es para mí casi una redundancia verbal. Empecé a fotografiar cuando tenía diecisiete años y Sicilia estaba allí. Empecé a fotografiar porque Sicilia estaba allí. Para entenderla y, a través de las fotografías, intentar comprender, quizá, lo que significa ser siciliano”, afirma Scianna.

Ferdinando Scianna comenzó su pasión por el lenguaje fotográfico en la década de 1960, relatando en imágenes la cultura y las tradiciones de su región natal, Sicilia.

Su larga trayectoria artística serpentea por diversos temas -actualidad, guerra, viajes, religiosidad popular-, todos unidos por un mismo hilo conductor: la búsqueda constante de la forma en el caos de la vida. En más de sesenta años de historias, no faltan las sugerencias: de Bagheria a los Andes bolivianos, de las fiestas religiosas (debut de su carrera) a su experiencia en el mundo de la moda. Luego los reportajes, los paisajes, sus obsesiones temáticas como los espejos, los animales, las cosas.

Sobre su trabajo, Ferdinando Scianna escribe: “como fotógrafo, me considero un reportero. Como reportero, mi referencia fundamental es la de mi maestro por excelencia, Henri Cartier-Bresson, para quien el fotógrafo debe aspirar a ser un testigo invisible, que nunca interviene para modificar el mundo y los instantes que lee e interpreta de la realidad. Siempre he hecho una clara distinción entre las imágenes encontradas y las construidas. Siempre he considerado que pertenezco al bando de los fotógrafos que encuentran imágenes, las que cuentan y te cuentan, como en un espejo. Incluso las fotografías de moda siempre las he encontrado en el azar de los encuentros con el mundo”.

Horario: Todos los días de 10.00 a 19.00 h.

Imagen: Maestro del agua, 1964. ©Ferdinando Scianna

Una gran exposición en Catania dedicada a Ferdinando Scianna y su Sicilia

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