Una exposición sobre los perfumes de Leonardo Da Vinci en Clos Lucé

El Château du Clos Lucé de Amboise presenta del 7 de junio al 15 de septiembre de 2024 la exposición Léonard de Vinci et les parfums à la Renaissance, una experiencia multisensorial en el mundo de los perfumes que explora las figuras de Leonardo da Vinci (Anchiano, 1452 - Amboise, 1519) y su madre, Caterina di Meo Lippi. La exposición explora el interés de Leonardo por los perfumes a través de sus investigaciones sobre el sentido del olfato y sus descubrimientos científicos sobre su composición. El acto, comisariado por Carlo Vecce y Pascal Brioist, fue concebido y realizado bajo la dirección del Château du Clos Lucé. En esta ocasión, se desvela la herencia cultural de la madre de Leonardo, una esclava liberada de Oriente que influyó en la vida y la obra del genio. Originaria de Circasia, región situada al oeste del Mar Negro, Catalina fue secuestrada y vendida como esclava a Constantinopla, Venecia y finalmente Florencia, donde conoció al padre de Leonardo. Más allá de los campos del arte, la ciencia y la ingeniería, Leonardo da Vinci mostró un gran interés por el sentido del olfato y las fragancias. Sus escritos atestiguan su pasión por la ciencia de los olores y la posibilidad de desarrollar una disciplina comparable a la de la vista o el oído. Escribió recetas perfumadas utilizando técnicas como la destilación de flores o cortezas. En el Codex Atlanticus, conservado en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, hay un dibujo de un pájaro chipriota, un incensario decorativo, de moda durante el Renacimiento. El visitante también puede oler el collar de ámbar negro de la Dama del Armiño, retirado de su marco, y darse cuenta de la diversidad de objetos perfumados durante el Renacimiento. A través de varias salas temáticas, el visitante se transporta a las épocas y lugares clave en la vida de Catalina y Leonardo. Comienza en los mercados de perfumes de Constantinopla y Venecia, pasando por los talleres de los boticarios, la Toscana natal de Leonardo, su taller en Florencia, la corte de los Sforza en Milán y, por último, la corte de Francisco I.

Basada en las investigaciones del profesor Carlo Vecce, la sala recrea el universo olfativo de Catalina. Se ilustran los múltiples usos de los perfumes en Constantinopla: religioso, curativo, médico, alimentario. Los mercados de la capital bizantina, antes de su caída en 1453 a manos de los otomanos, ofrecían a los mercaderes genoveses y venecianos especias, canela, pimienta, almizcle, incienso, mirra, hisopo y otros perfumes orientales. Venecia, conectada con Constantinopla a través de sus boticas, fue escenario de una doble revolución en materia de perfumes. Introdujo los jabones de Alepo, que sustituían la grasa animal por grasa vegetal (aceite de oliva), y favoreció el paso de los ungüentos (aceites esenciales embebidos en materia oleosa) a los perfumes diluidos en alcohol. El universo sensorial de la infancia de Leonardo también está evocado por las plantas y los árboles de la Toscana y los jardines florentinos: limones, naranjas, aceitunas. Su educación estimuló el interés de Leonardo por la naturaleza y el estudio de las flores y las plantas, que constituyeron la base de sus investigaciones sobre los procesos de extracción de olores. Un innovador dispositivo olfativo pone de relieve las técnicas de maceración y destilación descritas por Leonardo en sus códices:

“Poner las almendras desprovistas de su piel entre flores de azahar, jazmín, aligustre u otras flores olorosas y cambiar el agua de vez en cuando, renovando las flores para que las almendras no tomen olor a moho”. Disolventes. Elimina el amoníaco", Codex Atlanticus, fol. 195v.

“Quita la superficie amarilla que cubre la naranja, destila en un alambique hasta que el extracto pueda decirse que es perfecto”, Codex Forster I, fol. 44v

Además, los investigadores Andrea Bernardoni y Alexander Neuwahl han recreado un huerto leonardiano, que se presenta junto a una reconstrucción del taller de Leonardo, donde se mezclan diversos olores. Esta instalación ofrece la oportunidad de revelar que Leonardo también escribió sobre olores que consideraba desagradables, como el del aceite de nuez. La cuarta sala de la exposición, por su parte, muestra cómo el perfume desempeñaba un papel esencial en los códigos suntuarios de los nobles del Renacimiento, centrándose en figuras femeninas del Renacimiento italiano como: Cecilia Gallerani, amante del Duque de Milán, y Beatrice d’Este, esposa del Duque. En la quinta y última sala, se descubre la Francia de Francisco I. Si Francia tuvo sus propios perfumistas desde el siglo XV, la moda italiana se extendió rápidamente también aquí. Se exponen los inventarios de los boticarios, registros de fórmulas terapéuticas y colecciones de recetas que ponen de relieve el uso de los perfumes medicinales. El público puede oler el aroma de un pequeño recipiente de sustancias aromáticas y bolsitas de polvo de violeta, utilizadas para perfumar los baúles de lino. Además, los rosarios muestran el uso religioso de los perfumes. Las sustancias aromáticas podían elaborarse directamente en cuentas de diversas formas utilizando moldes. Los perfumes siempre han estado asociados al ámbito religioso y se han utilizado en rituales de oración, misas y fumigaciones.

Una exposición sobre los perfumes de Leonardo Da Vinci en Clos Lucé

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