Del 14 de noviembre de 2024 al 15 de marzo de 2025, la Pinacoteca Comunale ’Carlo Servolini’ de Collesalvetti (Livorno) acogerá la exposición Raoul Dal Molin Ferenzona: Enchiridion Notturno. Un sognatore decadente verso l’occultismo e la teosofia (Un soñador decadente hacia el ocultismo y la teosofía), promovida y organizada por el Ayuntamiento de Collesalvetti, concebida y comisariada por Emanuele Bardazzi y Francesca Cagianelli, con la contribución de la Fundación Livorno, en colaboración con la Sociedad Teosófica Italiana (media partner). La exposición pretende ilustrar la importante trayectoria de Raoul Dal Molin Ferenzona (Florencia, 24 de septiembre de 1879 - Milán, 19 de enero de 1946), cuya extracción florentina y muchos años de militancia en Livorno se combinaron con largas estancias en Europa, cuyo resultado influyó definitivamente en la vocación simbolista y esotérica del artista.
La exposición pretende, por tanto, releer la biografía, el estilo y la variadísima producción de un refinado protagonista toscano del siglo XX como Raoul Dal Molin Ferenzona, que ya había sido investigado entre 1978 y 1979 en dos exposiciones pioneras, respectivamente en el Emporio Floreale de Roma y en Villa Maria de Livorno -ambas comisariadas por Mario Quesada con el comisario ambas comisariadas por Mario Quesada con indudable talento investigador- y posteriormente enmarcadas en un egregio marco historiográfico por Emanuele Bardazzi que, en 2002, llevó a cabo un razonado reconocimiento de la estetizante y misteriosa trayectoria del artista, que llevaba más de veinte años fuera del foco de la crítica.
Nacido en Florencia el 24 de septiembre de 1879, en el seno de una “familia vagamente aristocrática”, su padre Giovanni Gino, escritor y hombre de letras, era corresponsal en Livorno de “La Gazzetta d’Italia”.y, como autor de dos panfletos anónimos contra Garibaldi, se granjeó la hostilidad de garibaldinos y mazzinianos por igual, hasta que murió apuñalado en la noche del 19 de abril de 1880, Ferenzona asumió en su compleja personalidad los estigmas de este luctuoso preámbulo biográfico, con toda probabilidad en el origen del fatal vínculo con Livorno, cuyo cosmopolita escenario expositivo de la “Bottega d’Arte” constituiría una etapa significativa en su misteriosa y nómada carrera.
En unas ochenta obras, divididas en cuatro secciones, los comisarios proponen una inmersión en el universo ecléctico, entre misticismo y decadentismo, de un protagonista del siglo XX toscano, caracterizado por un tormento espiritual incurable, exacerbado por la inquietud de un eterno déraciné entregado a la vida nómada, al abuso del alcohol y a una inestabilidad nerviosa capaz de desencadenar unainestabilidad nerviosa capaz de desencadenar obsesiones paranoicas y voces persecutorias en su mente, y cuya tensión ascética en la búsqueda espasmódica de metas arcanas y trascendentales representaba un auténtico proceso evolutivo del alma y de transmutación alquímica de la conciencia, generado por el conflicto interior entre las razones del Bien y del Mal.
Tras interminables peregrinaciones internacionales, de París a Viena, de Brujas a La Haya, de Moravia a Praga, Ferenzona logró arraigarse brillantemente en la escena artística de la ciudad, desde el Caffè Bardi al Gruppo Labronico, con un conglomerado de retratos, paisajes, piedras angulares místicas, esotéricas y ocultistas, destinado a ejercer una atracción fatal sobre el público, hasta el punto de imponerse como creador de una féerie teatral, reconstruida hoy por primera vez gracias al extraordinario material documental e iconográfico conservado en los Archivos de la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, (sección de archivos de artes aplicadas italianas del siglo XX), así así como a raíz de una precisa ficha del periódico de la ciudad “Il Telegrafo”, en cuyas páginas el propio Ferenzona elogiaba la espectacularización sin precedentes del método pedagógico del compositor suizo Émile Jaques-Dalcroze (Viena, 6 de julio de 1865 - Ginebra, 1 de julio de 1950).
La primera sección de la exposición, titulada "Raúl Dal Molin Ferenzona entre Italia y Europa: el viático heterodoxo de un iniciado rosacruz", comisariada por Emanuele Bardazzi, se confía a treinta y dos obras importantes de la trayectoria pictórica y gráfica del artista, particularmente significativas de una trayectoria artística que comenzó en los albores del siglo XX y evolucionó hasta su muerte con fidelidad y coherencia a sus propios principios estéticos no convencionales y simbologías anagógicas, a través de un complejo entramado de multiformes experiencias italianas e internacionales salpicadas de innumerables viajes al país y al extranjero, salpicados de lecturas, conferencias y exposiciones. Se trata de pinturas, acuarelas y grabados en los que destacan varias obras inéditas de extraordinario encanto.
Entre las obras relacionadas con el tema de la tentadora y torva feminidad se encuentran algunas obras maestras inéditas, como Las hermanas, que representa dos intrigantes rostros femeninos de rasgos luciferinos; Máscaras, una digresión fantástica animada por desnudos femeninos y personajes grotescos que aluden a lasmascaradas de James Ensor; y Paisaje con faunesses, donde dos misteriosas criaturas híbridas yacen inmersas en una naturaleza metamórfica y salvaje. A ellas se contraponen imágenes idealizadas y arcanas de Musas vibrantes de melancolía y simbolismo alquímico, también inéditas, entre las que destacan la misteriosa y sacerdotal Mujer con polilla; elegida no por casualidad como icono de la exposición; una mística doncella tocando el arpa acompañada del lema Canto mi canción en el arpa de mi propio dolor y, a continuación, ungrabado dominado por una figura femenina que sostiene una llave, que lleva a pie de página la cita Il n’y a rien de plus beau qu’une clef, tant qu’on ne sait pas ce qu’elle ouvre de Maurice Maeterlinck, fuente de la constante predilección de Ferenzona por la literatura del Simbolismo belga y fuente de inspiración de los poetas crepusculares a cuya coterie romana se unió a través de su fraternal amistad con Sergio Corazzini. De sumo interés en esta primera sección, florilegio de un registro sin duda antológico de la producción de Ferenzoni, son varios retratos grabados de personalidades célebres como William Blake, Aubrey Beardsley y Gabriele d’Annunzio, hacia los que el artista concibió particulares afinidades electivas. También hay cuadros emblemáticos como Los ojos de los ángeles, Fulvia, La cumbre y Gaspard de la nuit, este último inspirado en la colección de poemas góticos en prosa del mismo nombre de Aloysius Bertrand, muy apreciados por Charles Baudelaire. Sugiere esta obertura un rarísimo tabernáculo de madera pintada, inédito, titulado Anunciación de María, que perteneció al artista Luca Patella.
La segunda sección, titulada"Como la cruz de tu sueño: Los nomadismos espirituales de Ferenzona, del crepuscolarismo de Corazzini a la Sociedad Teosófica de Roma", comisariada por Francesca Cagianelli, pretende recorrer las etapas y relaciones inherentes a las repetidas estancias del artista en Roma.Las estancias romanas del artista, desde la primera coyuntura en 1904, marcada por su contigüidad con los circuitos artísticos y literarios del decadentismo crepuscular, culminan con la redacción de La Ghirlanda di stelle, publicada en 1912 y dedicada a sus dos amigos íntimos más cercanos, el también faentino D. amigos íntimos, su compatriota faentino Domenico Baccarini, al que había conocido durante su estancia en la Accademia di Belle Arti de Florencia, y el poeta Sergio Corazzini, con el que compartiría la prestigiosa colaboración en la revista “Cronache latine”, para la que realizó la portada del primer número que hoy se ha convertido en una rareza extrema y que ahora puede verse en la exposición. Abierta por el profético y dandístico Autorretrato del artista (1904-1907), le sigue el magnífico Retrato inédito de Domenico Baccarini (c. 1904.), realizado al pastel en 1906 poco antes de su muerte, la sección se desarrolla sobre la sugerencia de algunas piedras angulares de la producción purista de ecos prerrafaelistas y khnopffianos, como Las marionetas, vagamente inspirada en La femme et le pantin de Félicien Rops; Gravis dum suavis, himno del lema latino utilizado por d’Annunzio para evocar la dulzura incruenta de Ippolita Sanzio en su novela Il trionfo della morte; La Madonna dei Sette Dolori y, por último, el extraordinario inédito L’urn d’ebano e l’anfora d’avorio (1914), todos ellos iconos de un lánguido misticismo a caballo entre la seducción y el ascetismo, destinado a desembocar en un sensualismo religioso que se hace eco de la poética de los simbolistas belgas, de la de Corazzini, Amaro calice, no sin similitudes. Amaro calice de Corazzini, no sin similitudes conDigitale purpurea de Giovanni Pascoli y Poema Paradisiaco de Gabriele d’Annunzio.
El eje central del itinerario expresivo desentrañado en esta segunda sección es la punta seca de extracción exclusivamente maléfica, Le Orvietane (1909), cuyos sombríos mantos, que aluden al leitmotiv de Fernando, los murciélagos, evocan admirablemente la imaginería nocturna típica de la estación de Orvieto.imaginería nocturna típica de la estación orvietana, cuando el artista, en estrecha contigüidad con Umberto Prencipe, se empeñaba en restaurar atmósferas visionarias y premoniciones lúgubres, deudoras del temperamento Brujas-la-morte de Rodenbach. La conclusión ideal de la exposición se confía a dos ejemplares de la Cartella Via Crucis (Roma, Società Editrice Universa 1919-1921), coetánea de una de las obras maestras de los libros del artista, Zodiacale, Opera religiosa. Orazioni, acqueforti, aure di Raoul Dal Molin Ferenzona (Roma, Casa Editrice Ausonia, 1919), culminación extrema del razonamiento esotérico de Ferenzona, articulado además en los circuitos artísticos y culturales de la Sociedad Teosófica de Roma.
La tercera sección, titulada “La temporada livornesa de Ferenzona, del Caffè Bardi a la Bottega d’Arte: gotas de veneno entre maudit revival y pastiches esotéricos”, comisariada por Francesca Cagianelli, pretende centrarse en la centralidad del artista dentro del marco labroniano de principios del siglo XX, inaugurado en 1916 con la crucial exposición en el Bagni Pancaldi reseñada por Giuseppe Maria del Chiappa, y atestiguado posteriormente por su reiterada participación en el calendario expositivo de “Bottega d’Arte” Leghorn, primero entre 1922 y 1923 y de nuevo en 1923, mientras que en 1924 apareció en la 7ª Exposición del Gruppo Labronico celebrada en las salas del Regio Liceo Niccolini. Cabe señalar que, con ocasión de la exposición individual de 1923, Maria Amadasi Rossetti subrayó la ferviente respuesta livornesa a la excepcionalidad del fenómeno Ferenzoni, confirmando la creciente valoración de una propuesta simbolista, aunque muy culta y elitista. En esta ocasión se desplegó la exposición, compuesta por un centenar de obras, entre témperas, pinturas y acuarelas, a las que se añadieron xilografías y aguafuertes, destinada a desencadenar “sensaciones ultraterrenas” entre el público y la crítica, sin olvidar las “sensaciones ultraterrenas” que el artista había experimentado en el pasado.sensaciones ultraterrenas", por no hablar de que la propia Amadasi Rossetti se mostrará extremadamente consciente de esa cultura de la perversión femenina de marca rosacruz inervada por Ferenzona en sus cocottes y “pérfidas damiselas”. Convertido en colaborador autorizado y privilegiado de la editorial Belforte, Ferenzona firmó en 1923 otra obra maestra editorial, AÔB (Enchiridion notturno), presentada en laen el marco de la exposición de libros organizada de nuevo en las salas de la “Bottega d’Arte” en diciembre de 1923 y comisariada por el simbolista belga Charles Doudelet, que compartía con el artista una larga afiliación a la Sociedad Teosófica de Roma.
Entre las obras inéditas más significativas de esta sección, encontradas amablemente por Emanuele Bardazzi, figuran dos aguafuertes presentados en la “Bottega d’Arte”, a saber El restaurante (c. 1910.), de temperamento decadente y nocturno, e I ladri (1914), extraordinariamente vinculado al universo de los angiporti practicados entonces por Renato Natali y Gastone Razzaguta, que poco después triunfarían con temas similares en la Esposizione Pro-Soldato; y de nuevoI tre dei e le tre stelle (Los tres dioses y las tres estrellas), atribuible a 1920, que Ferenzona adjuntó también a una copia única, encuadernada en pergamino iluminado, del cuento simbólico-astrológico del mismo nombre, extraído de Zodiacal, y expuesto también en la “Bottega d’Arte”.
La cuarta sección, titulada “Visionarios, místicos y demoníacos: pródromos del arte gráfico internacional desde el idealismo estético de Péladan hasta el ocultismo praguense de Sursum”, comisariada por Emanuele Bardazzi, ofrece una valiosa representación del entorno simbolista europeo entre los siglos XIX y XX, que fue una fuente primaria de inspiración para el movimiento simbolista europeo.siglo XX, que fue fuente primaria de inspiración para la producción imaginativa de Féenzona, madurada en sus años de juventud a través de sus andanzas por diversas ciudades extranjeras -de Múnich a Brujas, de L’Aya a Berna, de Viena a Praga- en busca de afinidades electivas y alimento espiritual. Se exponen obras gráficas de Félicen Rops, Fernand Khnopff, Marcel-Lenoir y Carlos Schwabe (de quien se exhibe un gran cartel original para el primer Salón de la Rosa+Croix de 1892), artistas preferidos por el líder rosacruz Joséphin Péladan porque coincidían con su creencia en un arte idealista de cuño católico-esotérico. Artistas holandeses como Jan Toorop y Richard Nicholaüs Roland Holst están presentes, combinando la influencia prerrafaelita con la línea modernista del Nieuwe Kunst, y el francés de madre belga y padre holandés Georges De Feure con una evocadora litografía nocturna de la serie Bruges mystique et sensuelle, inspirada en Georges Rodenbach. Un raro aguafuerte de Joseph Uhl, Askese, que representa a una monja desnuda con una cruz de espinas en las caderas remite de manera casi palpable a un tema ejecutado por Ferenzona para ilustrar el volumen Aôb, mientras que Schlangenbraut(La novia de la serpiente), grabado por Heinrich Vogeler, se relaciona con los aguafuertes de temática de cuento de hadas de los nuestros dedicados a princesas aprisionadas por temibles dragones. Por último, tres exponentes representativos del grupo Sursum de Praga, Josef Vachal, František Kobliha y Jan Konůpek, colorean el Seceso de Bohemia con tintes ocultistas a caballo entre el diabolismo y el ascetismo.
El catálogo de Silvana Editoriale, editado por Emanuele Bardazzi y Francesca Cagianelli, reúne diversos materiales documentales inéditos que han sido desenterrados, así como una articulada y original reinterpretación de la temporada europea compartida por el artista, y la detallada reconstrucción de algunos episodios importantes de la esfera labroniana que contribuyen a redibujar un temperamento indiscutiblemente internacional en nuestra zona.
Junto a las cuatro secciones dispuestas por los comisarios, la exposición está flanqueada por una sección bibliográfica y documental, de acuerdo con la ya antigua práctica expositiva de la Pinacoteca Comunale Carlo Servolini, que presenta un anticipo de una amplia gama de iniciativas editoriales del artista, en su mayoría cedidas amablemente por Emanuele Bardazzi: Ferenzona Fergan, I tre moschettieri di legno, Florencia 1904; “Cronache Latine”, Roma 15 de diciembre de 1905; “Vita d’Arte”, Siena, abril de 1909; Raoul Dal Molin Ferenzona, La ghirlanda di stelle, Roma 1912; Raoul Dal Molin Ferenzona, Aquila ipse est Johannis, Florencia 1917; Raoul Dal Molin Ferenzona, Zodiacale. Opera religiosa, Roma 1919; Raoul Dal Molin Ferenzona, Vita di Maria, Roma 1921; Raoul Dal Molin Ferenzona, AÔB, Livorno 1923; “Bollettino Bottega d’Arte”, Livorno, enero de 1923; “Gruppo Labronico. VI mostra d’arte”, Livorno, agosto-septiembre de 1923; “Bollettino Bottega d’Arte”, Livorno, diciembre de 1923; “Bollettino Bottega d’Arte”, Livorno, junio-julio de 1924; Raoul Dal Molin Ferenzona, Ave Maria, Florencia 1926; Paul Verlaine, L’amour et le bonheur, Milán 1940; Alessando Manzoni, Inni sacri, Florencia 1944.
Completan esta sección dos refinadísimos artefactos de arte aplicado, diseñados y realizados por el artista, Lámpara de mesa, tallada en madera, y Bastón con mango de marfil, preciosos testimonios de ese compromiso en el ámbito de las artes decorativas que fue apreciado y señalado por el público.Ámbito de las artes decorativas apreciado y señalado en Livorno por el forastero Giuseppe Maria Del Chiappa que, en las páginas del Telegraph en 1916, propuso, no por casualidad, la comparación con el antiguo arte de la miniatura persa y el moderno arte del libro alemán: “Sus ”diseños decorativos“ realizados para telas, para paneles, etc., son el resultado del trabajo del artista., se han acercado durante algún tiempo a estilos diferentes; del ruso al persa antiguo, al alemán moderno; pero luego han emergido en su personalidad ferenzoniana. Y si hoy son indicios, notas, fragmentos en suma”, espera Del Chiappa, “debemos creer que aumentarán de tamaño y que disfrutaremos de la realización de esa alegría de colores y formas que el decorador en la ansiedad de su deseo ha fabricado ahora para su belleza”.
La exposición, con entrada gratuita, está abierta todos los jueves, sábados y domingos, de 15.30 a 18.30 horas; también con cita previa para grupos reducidos; visitas guiadas gratuitas con cita previa: info: 0586 980118-227 y 392/6025703; cultura@comune.collesalvetti.li.it; www.comune.collesalvetti.li.it
Una exposición redescubre la inspiración inquieta y paranoica de Raoul Dal Molin Ferenzona, soñador decadente |
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