Las Gallerie d’Italia de Vicenza acogen hasta el 7 de abril la exposición Le trecce di Faustina. Peinados, mujeres y poder en el Renacimiento, que aborda por primera vez de forma monográfica un aspecto fundamental del arte, la cultura, la sociedad y los estudios anticuarios del Renacimiento: los peinados femeninos. A través de una amplia selección de obras, desde bustos imperiales a renacentistas, desde pinturas a esculturas, desde monedas antiguas a medallas modernas, desde dibujos a volúmenes impresos (con un apéndice final neoclásico), se intentará reconstruir el fascinante y complejo mundo de los peinados en los siglos XV y XVI, las posibilidades artísticas que ofrecían y su importancia en la sociedad y la moda italianas.
El título recuerda uno de los peinados más espectaculares y famosos, el de la emperatriz Faustina Mayor, esposa de Antonino Pío, que se convirtió en símbolo de concordia y amor conyugal. Su busto, que se encuentra en las más famosas colecciones de anticuario del Renacimiento, tanto de artistas como Lorenzo Ghiberti y Andrea Mantegna, como de mecenas como Lorenzo el Magnífico e Isabel de Este, se convirtió en un célebre modelo artístico y numerosas copias y reelaboraciones dieron gran visibilidad al excéntrico peinado que acabó siendo adoptado por muchas mujeres, especialmente en la región del Véneto. La exposición se divide en seis secciones.
El recorrido se desarrolla en ocho salas. Tras un prólogo dedicado al tema “El cabello de Berenice”, la primera sala relata el redescubrimiento del retrato de Faustina Maggiore y su peinado tan particular: un retrato y un peinado que interesaron a muchos grandes artistas del siglo XV (Lorenzo Ghiberti, Filarete, Andrea Mantegna, Giovanni Bellini). La segunda sala resume la historia del retrato femenino en el arte griego y romano, mostrando la gran variedad de peinados elegidos por las mujeres antiguas. La tercera sala muestra la liberación del cabello femenino, conseguida en el siglo XV también gracias al prestigio de los modelos clásicos. La cuarta sala ofrece una comparación obligada e inevitable con los peinados masculinos, que, no menos que los femeninos, fueron producto de la recuperación de modelos clásicos combinados con sensibilidades más modernas. La quinta sala rastrea el interés de Miguel Ángel por la representación del cabello femenino, examinando en particular los dibujos con las “cabezas divinas” y la invención de Leda. La sexta sala examina los peinados como prueba de la nueva visibilidad de la mujer en la sociedad y de su capacidad para expresar códigos de vestuario adaptados a contextos muy diferentes, desde las cortes hasta los burdeles. La séptima sala estará dedicada a la atención prestada por el cine a los peinados femeninos, tanto antiguos como modernos. La octava y última sala documenta cómo el peinado de Faustina -hilo rojo de la exposición- siguió ejerciendo una gran fascinación incluso en la época neoclásica y, en particular, en el retrato de Antonio Canova.
La exposición reúne una selección de retratos de protagonistas femeninas del Renacimiento, entre ellas Lucrecia Borgia, Isabel de Este y Eleonora da Toledo, y explora la expresividad de los peinados en el retrato oficial, destacando cómo las propias mujeres los utilizaban para proponer valores culturales y modelos de comportamiento.
Al mismo tiempo, la exposición pretende dar a conocer la cultura material de la época para esclarecer la aportación de los artistas. Los peinados que vemos en los cuadros, ¿son puras fantasías imaginarias o representaciones precisas de la moda de la época? ¿Cómo se manifestaba la creatividad en los peinados cotidianos mediante el uso de pelucas, elementos artificiales y construcciones invisibles? ¿Se puede hablar de realidad y ficción en los peinados del Renacimiento, o estos dos aspectos están inextricablemente unidos?
Al final del recorrido, los visitantes no sólo habrán reflexionado sobre estos aspectos, sino que también habrán redescubierto las sorprendentes funciones de los peinados en el Renacimiento. Lejos de ser meras preocupaciones cosméticas femeninas o simples curiosidades de artista, los peinados deben considerarse los eslabones de una cultura “total”, la del Renacimiento, donde las creencias morales, sociales, religiosas y fisiológicas se entrelazaban, reforzándose mutuamente.
Para más información, visite el sitio web oficial de las Galerías de Italia.
Una exposición en Vicenza explora los peinados femeninos del Renacimiento |
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