Una exposición en Milán muestra obras de los años 70 de Emilio Tadini


Veinte años después de la muerte de Emilio Tadini, una exposición en la Galería Giò Marconi de Milán muestra, del 4 de febrero al 5 de marzo de 2022, obras de los años 70 que el artista expuso por primera vez en 1971 en el Studio Marconi.

Veinte años después de la muerte de Emilio Tadini (Milán, 1927 - 2002), la galería Gió Marconide Milán acoge, del 4 de febrero al 5 de marzo de 2022, Viaggio in Italia, una exposición con obras de la serie homónima de principios de los años setenta del artista milanés, expuesta por primera vez en 1971 por Studio Marconi. Con motivo de la exposición, se presentará la nueva publicación Emilio Tadini. La realtà dell’immagine 1968-1972 de Francesco Guzzetti, publicada por la Fondazione Marconi / Mousse Publishing.

Toda la obra de Emilio Tadini, aparentemente sencilla e inmediata, ofrece múltiples niveles de interpretación: las imágenes surgen en un proceso freudiano de relaciones y asociaciones entre elementos oníricos, objetos cotidianos, personajes anónimos y a menudo sin rostro. Considerado una de las figuras más originales del debate cultural posterior a la II Guerra Mundial en Italia, Tadini adoptó aspectos del lenguaje Pop cuando el movimiento ya estaba en declive, pero su interés por el inconsciente y lo irracional le llevó a representar escenas de fragmentación y alienación que recordaban al Surrealismo, con referencias tanto a la Metafísica de De Chirico como al psicoanálisis de Lacan y Freud. Así nació su Realismo Integral.

Tadini siempre ha tenido un enfoque serial de la pintura: de una imagen surgen otras, a través de modificaciones y alteraciones progresivas. Cada vez el artista produce una historia, hasta el punto de que su pintura crece por ciclos, como una serie de novelas por entregas, en las que las leyes del espacio y del tiempo y las de la gravedad quedan totalmente anuladas.

Omnipresentes en la serie Viaggio in Italia son las figuras solitarias y sin cabeza, ya protagonistas de algunos de sus primeros ciclos de obras, como L’uomo dell’organizzazione (1968) o Vita di Voltaire (1967). Las criaturas de Tadini consisten en cuerpos, movimientos y gestos, pero no tienen ni rostro ni cabeza: recordando al teatro épico de Brecht, añaden un efecto alienante a sus obras.

Para un intelectual como Tadini, resulta casi imposible contemplar Viaje a Italia sin pensar en el diario de viaje homónimo de Johann Wolfgang Goethe, en el que el autor describe su estancia italiana de septiembre de 1786 a mayo de 1788. Una similitud notable entre los dos Viajes a Italia es que Goethe, al igual que Tadini, recurre en gran medida a imágenes de producción propia y a sus propios repertorios visuales: durante su visita aItalia, Goethe dibujó y produjo numerosas acuarelas, mientras que Tadini se basó en una miríada de imágenes fotográficas que había tomado y archivado ordenadamente para sus cuadros. Los dibujos preparatorios y las fotografías son las primeras referencias de lo que con el tiempo se traducirá en texto y en lienzo.

En uno de los grandes cuadros de la serie Viaggio in Italia, Tadini cita la conocida acuarela de Johann Heinrich Wilhelm Tischbein Goethe am Fenster der römischen Wohnung am Corso, que representa a Goethe de espaldas mirando por la ventana. La versión de Tadini muestra las ventanas abiertas y cerradas y da a la figura, de pie y sin cabeza, exactamente el mismo atuendo que el original: calcetines largos, un par de calzones y una camisa.

En su diario, Goethe prestó especial atención a la arquitectura italiana antigua, la geografía, la geología y la botánica de la península, y realizó numerosas observaciones mineralógicas. Tadini parece reflejar ese interés en sus recurrentes representaciones de formas arquitectónicas, cilindros, cubos y pirámides realizados con distintos tipos de mármol y roca.

Como en obras anteriores, Tadini utiliza motivos recurrentes: un elemento piramidal con rayas blancas y negras, una figura femenina de pie sin cabeza, un teléfono, un sombrero colonial o un pintalabios rojo. Con su elección de objetos, concreta su viaje. Su viaje italiano se refiere a la vida cotidiana contemporánea, como sugieren el teléfono, las letras (ci)nema, la elegante ropa de mujer, los diversos objetos de diseño o la escultura de Calder.

Aunque incluye referencias a la antigüedad, el Viaje a Italia de Tadini también toca los campos del diseño, el arte, la cultura, la moda y el estilo. Su visión italiana combina el pasado con la modernidad. Este punto de vista estrictamente objetual, en el que la reflexión sobre los distintos tipos de objetos conduce a un mejor autoconocimiento, acerca el Viaje a Italia de Goethe al de Tadini, que abogaba por “el arte como medio de intensificar la perceptibilidad de las cosas”. Georg F. Schwarbaner lo resume en pocas palabras: “Cada objeto, cada símbolo, cada fragmento de frase y de palabra tiene su significado específico”. Las obras de Tadini parecen una enciclopedia de imágenes de nuestro siglo".

Para más información, visite la web oficial de la galería Giò Marconi.

En la foto: Emilio Tadini, Viaje a Italia (1970; acrílico sobre lienzo, 200 x 300 cm). Fotografía del Archivo Emilio Tadini, Milán

Una exposición en Milán muestra obras de los años 70 de Emilio Tadini
Una exposición en Milán muestra obras de los años 70 de Emilio Tadini


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