Una exposición en el Palazzo Pitti sobre Germana Marucelli, gran diseñadora de moda, pionera del Made in Italy

Del 12 de junio al 24 de septiembre de 2023, el Museo de la Moda del Palacio Pitti de Florencia acogerá una exposición dedicada a Germana Marucelli (Settignano, 1905 - Milán, 1983), la diseñadora de moda florentina que “inventó” el Made in Italy. Ropa y joyas, obras de arte, fotografías y bocetos se expondrán en la muestra antológica que relata, por primera vez de forma exhaustiva, el estilo, la imaginación y las visiones de la mujer que fue definida como “costurera intelectual” por Fernanda Pivano y “rara intérprete de la poesía” por Giuseppe Ungaretti.

Germana Marucelli (1905-1983). Una visionaria alle origini del Made in Italy (Una visionaria en los orígenes de la moda italiana) es el título de la exposición dedicada a la revolucionaria modista florentina que puede visitarse en las quince nuevas salas del Museo de la Moda del Palazzo Pitti, reabiertas a los visitantes sólo para esta ocasión. Alrededor de 150 piezas componen el rico y variado recorrido de la exposición, organizada por las Galerías Uffizi en colaboración con la Associazione Germana Marucelli y comisariada por Silvia Casagrande y Vanessa Gavioli. El objetivo de la exposición es dar a conocer al gran público una de las figuras más emblemáticas del Made in Italy, una voz importante en el renacimiento cultural y económico de la Italia de posguerra y más allá. Articulada como un viaje hacia atrás, desde principios de los años ochenta hasta finales de los cuarenta, la exposición evoca el escenario histórico en el que nació el Made in Italy en Florencia, y más concretamente en el Palazzo Pitti.

En los espacios del Museo de la Moda, las prendas creadas por Marucelli dialogan con obras de arte y joyas de artistas italianos con los que colaboró, como Paolo Scheggi, Pietro Gentili y Getulio Alviani; se concede gran importancia a la relación entre arte, arquitectura, moda y cultura en el sentido más amplio.

Así pues, la exposición recrea los escenarios tanto del salón cultural de la diseñadora, fulcro de su actividad en los años cuarenta y cincuenta (y frecuentado por poetas, artistas e intelectuales como Giuseppe Ungaretti, Eugenio Montale y Salvatore Quasimodo, Gillo Dorfles, Lucio Fontana, Massimo Campigli, Francesco Messina, Bruno Munari, Ettore Sottsass, Giò Ponti y el filósofo Dino Formaggio), así como el taller diseñado para ella por Paolo Scheggi en 1964, con el fin de permitir al visitante entrar directamente en el lugar y el momento histórico en que se fabricaba la Moda.

Se hace especial hincapié en la trayectoria artística única y “multidisciplinar” de la diseñadora, que, entre el impulso innovador y las continuas referencias a los grandes temas del pasado, anticipó lenguajes de actualidad, posicionándose a todos los efectos como pionera de nuevas tendencias y visiones. Su investigación estilística, que a veces adquiere connotaciones antropológicas, se concentra en la creación de prendas que no envuelven a la mujer, sino que son una prolongación e interpretación de ella. En ella prevalece un nuevo concepto de la moda de su tiempo, en el que la mujer ya no es un sujeto pasivo al que hay que revestir de significado, sino que, por el contrario, se convierte en componente activo, razón y sentido. En sus colecciones, Germana Marucelli expresa a la perfección el alma femenina de una época en constante cambio y canaliza su potencial expresivo.

Anclada en el Renacimiento florentino hasta el punto de hacer de él una forma de vida, se convirtió en mecenas de las artes, centro de un salón cultural, “I Giovedì di Germana Marucelli” e incluso promotora del premio de poesía “San Babila”.

Germana Marucelli, nacida a principios de siglo en Settignano, a las afueras de Florencia, está considerada a todos los efectos la precursora del Made in Italy. Durante la guerra empezó a desarrollar su propio estilo, independiente de la alta costura francesa y considerado por muchos precursor del New Look de Dior. A finales de los años 40, acompaña a Giovan Battista Giorgini en su lucha por la afirmación de la moda italiana y participa con entusiasmo en los primeros eventos que marcan su debut en Florencia: en febrero de 1951, en Villa Torrigiani, y en julio de 1952, en la Sala Bianca del Palazzo Pitti, cuna del “desfile de alta costura italiana”. Desde el principio, sus colecciones despertaron gran interés entre la prensa, tanto nacional como internacional, y los compradores estadounidenses. Considerada una de las más activas promotoras de la interdisciplinariedad entre la moda y el arte, Marucelli eligió dedicar su vida a la primera y cultivó una pasión innata por el segundo. Consciente de la importancia del sentido de pertenencia y de la riqueza de nuestra civilización, basa su trabajo creativo en dos movimientos interiores muy fuertes: por un lado, la poderosa llamada de la historia y, por otro, la extraordinaria sensibilidad ante las evoluciones sociales, culturales y del vestuario en curso. Siempre anticipándose a las nuevas fronteras, desde sus comienzos en el mundo de la moda, se ha fijado el elevado objetivo de ayudar a las mujeres a expresarse a través de la ropa, concebida como “un instrumento de irradiación de su propio yo”.

“La constante relación entre la creatividad sartorial de Germana Marucelli y el mundo del arte que la inspira, hace de la exposición que ahora se inaugura en el Palacio Pitti un acontecimiento emblemático”, afirma el director de los Uffizi, Eike Schmidt: “precisamente aquí, en la Sala Bianca, la modista había presentado sus modelos en los desfiles diseñados por Giovanni Battista Giorgini, un ejemplo inédito de contacto entre el mundo de la moda y el del museo, lugar sagrado de una cultura sin jerarquías ni divisiones por géneros”.

“Moda, arte, cultura: Germana Marucelli”, afirma la comisaria Silvia Casagrande, “fue una fusión de estos elementos en absoluta pureza. A través de su vida es ahora posible leer de forma transversal una parte importante de la historia de nuestro tiempo”.

“El vestido como arte en movimiento, el vestido como elegancia refinada, el vestido como memoria en el tiempo”, comenta el diseñador de vestuario Massimo Cantini Parrini. “Así era y así es Germana Marucelli, una mujer que transformó pensamientos y poesía en tejido, haciéndose eterna a sí misma y a la mujer que imaginaba”. La primera retrospectiva dedicada a la artista en la cuna del arte italiano, un viaje hacia atrás para un diálogo eterno entre moda y arte... ".

Una exposición en el Palazzo Pitti sobre Germana Marucelli, gran diseñadora de moda, pionera del Made in Italy

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