Una exposición en Cremona sobre los años sicilianos de Sofonisba Anguissola y su Madonna dell'Itria

Del 2 de abril al 3 de julio de 2022, el Museo Cívico Ala Ponzone de Cremona acogerá la exposición Sofonisba An guissola e la Madonna dell’ Itria(Sofonisba Anguissola y la Virgen de Itria), cuyo objetivo es presentar los años que el pintor pasó en Paternò , a partir de una determinada obra de esa época, a saber, el retablo de la Virgen de Itria, conservado actualmente en la Iglesia de la Anunciata de Paternò.

El 26 de mayo de 1573, Sofonisba Anguissola contrajo matrimonio con el noble siciliano Fabrizio Moncada. Tras pasar años en la corte de Madrid como dama de compañía de la reina Isabel y tutora del infante, la pintora cremonense fue recibida en la pequeña corte de Paternò, donde permaneció hasta 1579, cuando su marido murió durante un ataque pirata en el mar de Capri y ella decidió regresar a Cremona. En realidad nunca volvió allí, abrumada por su amor al capitán del barco que la llevaba a Génova, permaneció en la ciudad ligur durante mucho tiempo antes de regresar de nuevo a Sicilia, pero esta vez a Palermo, donde murió casi centenaria.

En la pintura de la Virgen de Itria, Sofonisba resume y actualiza las transformaciones iconográficas de la Virgen Ogiditria, un modelo tomado del mundo bizantino y pronto transpuesto a las islas y a las regiones del sur de Italia a raíz de las comunidades griegas y albanesas llegadas de los Balcanes. La iconografía popular, que inicialmente representaba a la Virgen como una figura de medio cuerpo que sostenía al Niño Jesús sentado en sus brazos en un acto de bendición y señalándolo con la mano derecha, se transformó a partir del siglo XVI en la figura en la que la Virgen está de pie sobre un arca de madera llevada a hombros por dos monjes basilianos (los calogeri). Se refieren a las leyendas relativas al robo y aseguramiento, dentro de un cajón, del icono milagroso que supuestamente había pintado el propio San Lucas y que durante mucho tiempo había sido considerado protector por el pueblo de Constantinopla, antes de la catástrofe final de 1453. Para salvarlo de la furia destructora de los otomanos, los monjes que lo custodiaban lo habrían confiado a las olas y así habría llegado a las costas occidentales. El culto reservado a Nuestra Señora de Itria alcanzó así gran popularidad y, durante el siglo XVI, surgieron en Sicilia iglesias dedicadas a ella y Nuestra Señora de Itria fue proclamada patrona de la isla.

El 25 de junio de 1579, la artista, dispuesta a abandonar la isla, donó su obra al convento franciscano de Paternò, entonces lugar de enterramiento de la familia Moncada. De allí pasó a la iglesia de la Anunciata.

La exposición presenta el retablo totalmente restaurado, junto a otros testimonios como frescos, pinturas sobre madera y lienzo, y esculturas procedentes de Sicilia, pero también del norte de Italia, que permiten seguir la evolución del tema iconográfico desde el icono medieval de la Madonna Odigitria hasta la moderna Madonna dell’Itria.

Tras la exposición de Cremona, la muestra se presentará del 12 de agosto al 4 de diciembre de 2022 en el Museo Diocesano de Catania.

Una exposición en Cremona sobre los años sicilianos de Sofonisba Anguissola y su Madonna dell'Itria

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