Una belleza eterna: arranca la gran exposición con obras maestras de principios del siglo XX


El 2 de julio se inaugura en el Mart de Rovereto la gran exposición Un eterna bellezza. El canon clásico en el arte italiano de principios del siglo XX. Se exponen obras maestras de la vuelta al orden.

Inaugurada el 2 de julio de 2017, en el Mart de Rovereto, la gran exposición Un eterna bellezza. Il canone classico nell’arte italiana del primo Novecento (El canon clásico en el arte italiano de principios del siglo XX), una exposición concebida junto con la Fundación MAPFRE de Madrid y que ya ha cosechado un gran éxito de público y crítica en España (donde se presentó del 25 de febrero al 4 de junio). Con obras maestras de principios del siglo XX procedentes de las principales colecciones europeas, el Mart pretende ilustrar al público, en un contexto de colaboración internacional, el clima de la llamada"vuelta al orden" que caracterizó al arte italiano tras la Primera Guerra Mundial. La exposición, comisariada por Beatrice Avanzi y Daniela Ferrari, ahondará en los pintores metafísicos, la experiencia de la revista"Valori plastici", el grupo"Novecento italiano" y el Realismo Mágico: los artistas que gravitaron en torno a estas corrientes recuperaron tradiciones artísticas inspirándose en los grandes maestros del pasado (como Giotto, Masaccio y Piero della Francesca) y en el canon clásico, en contraste con el arte de vanguardia.

“En el periodo de la reconstrucción de posguerra y el fascismo, frustrados y desilusionados por los trágicos acontecimientos internacionales”, leemos en la presentación de la exposición, “muchos artistas europeos renunciaron al sueño de progreso típico de las vanguardias de principios del siglo XX. Surgió con fuerza la vuelta a la razón tras la locura del conflicto, la recuperación de la tradición del arte tras la experimentación y, sobre todo, la afirmación de los principios de belleza y armonía frente a las deformaciones y disonancias del arte cubista, expresionista y futurista. Nació un nuevo lenguaje que declinaba los valores del arte antiguo y renacentista en clave moderna, reinterpretando los temas alegóricos, el retrato, la figura, el paisaje y la naturaleza muerta. En este contexto, se consolida la importancia del conocimiento técnico como instrumento de restitución y transfiguración de la realidad, en busca de una dimensión onírica e intemporal”. La búsqueda del “clasicismo puro y simple, del humanismo, del equilibrio, del sueño, de la calma, de la suspensión” fue funcional en la búsqueda de eseorden que había sido subvertido por los acontecimientos de principios del siglo XX.

Se exponen más de cien obras de los más grandes artistas italianos de principios del siglo XX, desde los metafísicos(Giorgio De Chirico, Carlo Carrà, Alberto Savinio) hasta los pintores del Novecento italiano(Achille Funi, Mario Sironi, Leonardo Dudreville, Ubaldo Oppi), pasando por las obras de artistas como Gino Severini, Cagnaccio di San Pietro, Felice Casorati, Giorgio Morandi y muchos otros. Sus obras están dispuestas a lo largo de un itinerario en siete secciones: Metafísica del tiempo y del espacio; Evocaciones de lo antiguo; Paisajes; La poesía de los objetos; Retorno a la figura. El retrato; El desnudo como modelo; Las estaciones de la vida.

“La exposición”, afirma la comisaria Daniela Ferrari, “relata un momento muy intenso de la producción pictórica italiana en el periodo de entreguerras. Tras la devastación de la Primera Guerra Mundial, los pintores volvieron la vista al pasado, releyeron y revisaron la lección de los viejos maestros, atesoraron este extraordinario bagaje cultural y reconstruyeron una nueva forma de pintar tras las estaciones de la vanguardia. Es precisamente este sentido de reconstrucción, de vuelta al orden, lo que muestra este proyecto expositivo. Orden, armonía, equilibrio, es decir, belleza, y un sentido de eternidad, de permanencia en las cosas son las palabras clave que seguirán cada momento, cada paso, obra a obra, para contar una precisa indicación de poética común a muchos artistas. Todo comienza con la gran intuición de Giorgio De Chirico, el artista que creó la metafísica, que supo impregnar su pintura de misterios, de enigma. Pero junto a Giorgio De Chirico, hay muchos artistas que han recogido el testimonio de los antiguos. Incluso artistas que habían sido protagonistas de vanguardias históricas como el Futurismo: pienso, por ejemplo, en Carlo Carrà, Achille Funi, Massimo Campigli, Felice Casorati y Mario Sironi, este último capaz de encarnar el espíritu de esta pintura sólida, monumental, eterna. Esta exposición tiene un gran predominio de la figura, porque el hombre vuelve a estar en el centro de la representación de los artistas, pero hay secciones enteramente dedicadas a temas tradicionales, que vuelven a convertirse en tema privilegiado de la pintura”.

“Uno de los aspectos de esta vuelta a la tradición que caracteriza el arte italiano del siglo XX”, confirma Beatrice Avanzi, “es el retorno a la figura humana. Como dice Ugo Ojetti, se trata de un nuevo humanismo, de una voluntad de situar la figura humana en el centro del arte moderno”. Por ello, algunas salas de la exposición están dedicadas a la figura humana declinada en los diversos temas del retrato, el desnudo o la familia. El retrato es uno de los temas que ofrece a los artistas una de las ocasiones más válidas para compararse con los artistas del Renacimiento: todos aquellos esquemas compositivos que habían sido codificados por los grandes retratistas renacentistas son retomados y los artistas se apropian de ellos para dar dignidad y legitimidad a la nueva clase burguesa. Entrando en estas salas uno encuentra, por ejemplo, retratos de los industriales de la época que bien podrían encontrarse en una moderna Galería de los Uffizi. Pero es sobre todo el tema del desnudo en todas sus formas posibles lo que atrajo la atención de numerosos pintores. El desnudo puede, en esta época, interpretarse como un retorno a un pasado edénico, a un pasado arcaico, como una vuelta a un vago clasicismo, y en este caso de nuevo a la confrontación con los viejos maestros que guía a los artistas".

La exposición está abierta todos los días, excepto el lunes (día de cierre) de 10.00 a 18.00 h. Viernes de 10.00 a 21.00 h. Entradas: tarifa completa 11 euros, reducida para grupos, jóvenes de 15 a 26 años y mayores de 65 años, 7 euros. Gratuita para amigos del museo, niños hasta 14 años y discapacitados. Entrada familiar: 22 euros. Tarifas de la visita guiada para grupos (mínimo 15 y máximo 30 personas, reserva obligatoria con al menos 15 días de antelación): 80 euros en italiano, 100 euros en inglés o alemán, 50 euros para grupos escolares, 55 euros para grupos escolares en alemán o inglés. La reserva cuesta un euro además del precio de la entrada. Entrada única para las 3 sedes (Mart, Casa Depero y Galleria Civica): 14 euros precio completo, 10 euros reducido. La exposición estará abierta hasta el % de noviembre de 2017. Catálogo publicado por Electa. Toda la información en http://www.mart.tn.it/eternabellezza.

Imagen: Felice Casorati, Desnudo, estudio para Meriggio (1922; Florencia, Museo del Novecento).

Una belleza eterna: arranca la gran exposición con obras maestras de principios del siglo XX
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