Un núcleo de importantes crucifijos riminenses del siglo XIV se expone en Rímini

Del 18 de septiembre al 7 de noviembre de 2021 se celebrará en el Palacio Buonadrata de Rímini una importante exposición sobre elarte del siglo XIV riminés: se trata de L’oro di Giovanni. Il restauro della Croce di Mercatello e il Trecento riminese, comisariada por Daniele Benati y Alessandro Giovanardi, y promovida por la Fondazione Cassa di Risparmio di Rimini, el Istituto Superiore di Scienze Religiose A. Marvelli y Soroptimist Rimini. La exposición, con entrada gratuita, gira en torno a la antigua cruz de la iglesia de San Francesco in Mercatello, la única obra fechada y firmada por el progenitor de la Escuela de Rímini del siglo XIV, es decir, Giovanni da Rimini (documentado entre 1292 y 1309/14), que acaba de ser restaurada en los últimos meses y volverá a Rímini después de 86 años. Se trata de la crucifixión sobre madera más intacta y de mayor tamaño de Giovanni, la única firmada y fechada. Fue realizada para el hermano Tobaldo, padre franciscano que la mandó ejecutar para la iglesia del convento de la Orden en Mercatello. Llegó a Rímini en 1935 para la exposición comisariada por Cesare Brandi y, desde entonces, no se ha vuelto a exponer en la ciudad.

Junto a la obra maestra de Giovanni da Rimini, otras cinco obras completarán la exposición. También de Giovanni da Rimini, se expondrá el Crucifijo "Diotallevi " de alrededor de 1305, conservado en el Museo de la Ciudad de Rímini: la obra procede de una donación de Adauto Diotallevi y ha sufrido un desafortunado lavado de color, pero sigue siendo extremadamente preciosa en su decoración y conmovedora en su lectura de la Pasión de Cristo. Todavía conserva inscripciones en griego, signo de una relación que nunca se ha disuelto con la elegancia oriental del mundo bizantino. Según Daniele Benati, podría proceder de la Capilla con las Historias de la Virgen de San Juan Evangelista de Rímini (conocida como de San Agustín), también pintada al fresco por Giovanni antes de 1308. Continuamos con otras dos obras del mismo artista: la Crucifixión de la iglesia de San Lorenzo en Talamello (pero originaria de la iglesia agustiniana de Poggiolo), que es la más moderna y giottesca de las obras de Giovanni, capaz, en su humanidad expuesta, de anticipar lo que la tradición italiana posterior diría con Masaccio y Piero della Francesca (no se expone en Rímini desde 1995 y será objeto de una pequeña restauración financiada por la Fondazione Cassa di Risparmio di Rimini), y la Crucifixión prestada por el anticuario Moretti. Este último panel, mutilado de las plañideras en los laterales y del Cristo que bendice en el cimacio, debe contarse entre los más antiguos realizados por el Maestro riminés debido a sus inscripciones en griego. También se expuso en 1935 en Rímini y desde entonces no se ha vuelto a ver en la ciudad.

También hay una obra de Giuliano da R imini (documentada de 1307 a 1324): una Cabeza de Cristo Crucificado de hacia 1320, procedente de la Fondazione Cassa di Risparmio, en depósito en los Museos Municipales. Se trata de un fragmento en movimiento de una cruz perdida, ejecutada por Iulianus, o Giuliano, hermano de Giovanni da Rimini. Comparado con Giovanni, Giuliano expresa en clave más patética y narrativa la experiencia del dolor ante el Hijo de Dios crucificado. La exposición concluye con el Crucifijo "Spina " del Maestro de Montefiore (documentado en el tercer cuarto del siglo XIV), obra de la Fondazione Cassa di Risparmio, en depósito en los Museos Municipales. Se desconoce su lugar de procedencia, pero perteneció a la Colección Conti Spina y es un ejemplo de la producción tardía de la llamada Escuela de Rímini del siglo XIV que, si pierde profundidad y vitalidad en la representación de la figura humana, no pierde delicadeza.

“Devolver la atención a la Escuela riminesa del siglo XIV y a Giovanni, el máximo exponente de esa extraordinaria escuela pictórica derivada de Giotto”, afirma Mauro Ioli, Presidente de la Fondazione Cassa di Risparmio di Rimini, “significa llamar la atención sobre uno de los hilos más significativos de la historia, no sólo de Rímini, sino de todo el arte italiano. Con esta iniciativa queremos acompañar esta fase de gradual recuperación con una propuesta de belleza y reflexión que esperamos sea útil y bien acogida. Quiero dar las gracias personalmente, entre otros, a Crédit Agricole Italia y a la Asociación de Fundaciones Bancarias de Emilia-Romaña, que han creído en este proyecto y han querido apoyarlo decididamente”.

“La posibilidad de ver reunidas todas las grandes cruces pintadas de Giovanni da Rimini”, afirma el comisario Daniele Benati, “constituye una oportunidad única de acercarse a uno de los momentos más extraordinarios del arte italiano. La última vez que esto ocurrió fue en 1995, con la exposición Il Trecento riminese. Maestri e botteghe tra Romagna e Marche, en la que no pudo estar presente la cruz del Mercatello sul Metauro, la única con su firma y fecha (1309 o 1314). Tras los trabajos de restauración, destinados sobre todo a conjurar los daños causados por la carcoma que socavaban la integridad del soporte de madera, ahora es posible admirar esta obra maestra junto a las otras cruces que los estudios han atribuido al propio Giovanni, iniciador de la escuela riminesa del siglo XIV. La exposición actual complementa así la celebrada en 2018 en la National Gallery de Londres, centrada en las pequeñas pinturas devocionales del artista. En sus cruces pintadas se comprende mucho mejor la actualización que Giovanni, formado en una cultura de matriz tardobizantina, llevó a cabo en relación con Giotto, presente en Rímini en los últimos años del siglo XIII. Al mismo tiempo, la exposición nos ayuda a comprender la importancia que las cruces monumentales tuvieron en la época gótica en la decoración del espacio sagrado y en la liturgia”.

“La exposición”, afirma el comisario Alessandro Giovanardi, “pretende divulgar una mirada nueva y cercana a la obra de un maestro, atrapado entre las innovaciones narrativas y ”humanísticas“ de Giotto, presente en Rímini desde finales del siglo XIII, y las sutilezas formales y simbólicas de la cultura bizantina coetánea, de la época de los paleólogos, en su significado histórico, crítico e iconológico. Giovanni, aunque tenga menos obras reconocidas, debe ser considerado un maestro de calidad no inferior a la de Giotto. Los soportes gráficos y videográficos permitirán una visión precisa de su lenguaje artístico sobre el tema poético y sagrado de la crucifixión, a través de diferentes periodos de su actividad, constatando la evolución formal y las soluciones adoptadas para expresar los significados simbólicos y teológicos más ocultos”.

Giovanni da Rimini, Crucifixión Diotallevi (c. 1305; temple y oro sobre tabla, 185 x 179 cm, Rímini, Museo de la Ciudad)

Giovanni da Rimini, Crucifixión (1309 o 1314; temple y oro sobre tabla, 300 x 227 cm, Mercatello sul Metauro, Iglesia de San Francesco)

Giovanni da Rimini, Crucifixión (posterior a 1309; temple y oro sobre tabla, 230 x 160 cm; Talamello, Iglesia de San Lorenzo - Diócesis de la República de San Marino y Montefeltro)

Giovanni da Rimini, Crucifixión (1309-14; temple sobre tabla, 160,5 x 130 cm; Londres, Galería Moretti)

Giuliano da Rimini, Cabeza de Cristo crucificado (hacia 1320; temple y oro sobre tabla, 30 x 20 cm; Rímini, Fondazione Cassa di Risparmio, en préstamo a los Museos Municipales)

Maestro di Montefiore, Crucifijo de la Espina (1350-1370; temple y oro sobre tabla, 179 x 139 cm; Rímini, Fondazione Cassa di Risparmio, en préstamo a los Museos Municipales)

Un núcleo de importantes crucifijos riminenses del siglo XIV se expone en Rímini

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