En el marco de la serie Ospiti Inattesi (Huéspedes inesperados), los Musei Civici d’Arte Antica de Bolonia, en colaboración con el Museum voor Schone Kunsten - Museo de Bellas Artes de Gante (Bélgica), exponen en el Museo Davia Bargellini, del 10 de febrero al 28 de abril de 2019, el cuadro Retrato de dama con vestido blanco y pendientes de perlas, de William Hogarth (Londres, 1697 - 1764). Por primera vez, Bolonia acoge una obra del célebre artista inglés.
Conocido y admirado por su pintura de realismo narrativo, sutilmente descriptiva y aguda, de contenido moralizante y satírico, William Hogarth alcanzó la fama como pintor de la Corte inglesa solo en los últimos años de su vida. Llevados a la imprenta en copiosas tiradas, sus cuadros critican los acontecimientos políticos, describen y denuncian los hábitos sociales y los vicios de la sociedad inglesa de la época. Hasta mediados del siglo XIX, una especie de Hogarthomanía marcó el gran éxito de la obra del pintor, revolucionaria en muchos aspectos. Retratista de renombre, Hogarth se dedicó inicialmente a un público predominantemente aristocrático, pero a partir de 1740, aproximadamente, amplió su interés a una clientela perteneciente a la emergente burguesía comercial adinerada, para la que forjó un nuevo léxico del retrato inglés de la época.
En el lienzo que aquí presentamos, pintado hacia 1740, Hogarth representa a la mujer en un paisaje arquitectónico caracterizado por una elegante balaustrada clásica. La pose y la representación fisonómica, más íntimas y naturales que en los retratos formales de la aristocracia de la época, aluden a la condición sencilla pero acomodada de la joven burguesa, ataviada con un lujoso vestido de seda blanca con reflejos plateados. En la ejecución, el toque delicado y espontáneo, rico en temas, es característico de su producción.
Raramente vistos en la actualidad, los retratos de William Hogarth se coleccionan sobre todo en museos británicos o estadounidenses; sólo se conserva un retrato en el Museo del Louvre y otro en laAlte Pinakothek de Múnich. Pocos otros museos europeos poseen sus retratos, entre ellos el Museo de Bellas Artes de Gante, donde el Retrato de una dama llegó en 1911 como regalo de losAmigos del Museo, la poderosa asociación filantrópica que determinaba la calidad y variedad de las colecciones de arte de la ciudad flamenca. Organismo independiente, la Asociación fue creada en 1897, un siglo después de la fundación del Museo; su principal objetivo era precisamente enriquecer las colecciones de la ciudad con obras de artistas que habían desaparecido durante al menos cincuenta años. Además de dedicarse a la adquisición de obras en el mercado internacional, a finales del siglo XIX, los Amigos se implicaron también en la creación de una nueva y extraordinaria sede para albergar las colecciones municipales. El resultado de sus generosos esfuerzos es el actual edificio del museo, construido en el parque de la Ciudadela, a las afueras del casco antiguo de Gante. El diseñador del edificio fue Charles Van Rysselberghe (Hoogstraten, 1850 - Niza, 1920), un distinguido arquitecto. El arquitecto terminó el museo en dos etapas, en 1902 y 1913, para laExposición Universal.
En esos años, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, los Amigos del Museo pudieron reunir un impresionante conjunto de obras de arte que incluían pinturas sacras y mitológicas, retratos o escenas de interior y bodegones. Siguiendo la moda del coleccionismo de la época, los Amigos se concentraron en la compra de obras de los siglos XV al XVIII, desde el Renacimiento hasta el Neoclasicismo. En una de esas exitosas campañas de compra, lograron hacerse con el bello y raro Retrato de una dama de William Hogarth. Un marcado gusto por la pintura francesa del siglo XIX aseguró a los Amigos adquisiciones excepcionales, como el Retrato de una cleptómana de Théodor Géricault.
Para más información, llame al 051 236708 o visite www.museibologna.it/arteantica.
Un cuadro del gran William Hogarth está por primera vez en Bolonia. Llegada desde Bélgica |
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