Del 15 de julio al 2 de octubre de 2022, la Fondazione Museo Pino Pascali de Polignano a Mare presenta la exposición Dialoghi. Pino Pascali e Ugo Mulas, comisariada por Alessio de’Navasques en colaboración con elArchivo Ugo Mulas y con la coordinación científica de Rosalba Branà.
Se expondrán 41 imágenes en blanco y negro, raras impresiones vintage, series poco conocidas o nunca expuestas en su totalidad, para trazar un cruce de encuentros y destinos cruzados entre el fotógrafo milanés y el artista de Apulia, en una narración inédita que pretende realinear y remendar las relaciones entre arte, moda y edición, a través de la experiencia pionera de L’Uomo Vogue.
Fue esta última revista la que encargó a Mulas los retratos de Pascali en Roma en 1968. Aquellas fotos codifican el mito de Pascali en unanueva y seductora iconografía y constituyen el incipit de la primera parte de la exposición, en la que se reconstruye la historia, situándola como una experiencia peculiar dentro del retrato de Mulas dedicado a los artistas, tras el declive de la fotografía de moda. En el tiempo dilatado de los fotogramas, Pascali se mueve, rueda, interactúa con su obra Cavalletto, escenificando a veces una performance. En esta secuencia, expuesta por primera vez en su totalidad, Mulas capta los rasgos característicos de la personalidad de Pascali: el brío irónico, el inconformismo, la profunda intención en la búsqueda del gesto y en la relación con la obra.
Entre finales de los años sesenta y principios de los setenta, la revista, bajo la dirección artística de Flavio Lucchini, es un espacio de experimentación e investigación. La moda es el medio que da forma y expresión a una representación más libre de lo masculino, dando cabida a nuevos códigos, abriendo nuevas posibilidades en la indumentaria masculina, que en esos años se libera de la formalidad del traje tradicional para vestir, desenfadadamente, pieles, chaquetas de estilo coreano, prendas exteriores de origen militar. Para retratar este cambio social de época no se eligieron modelos profesionales, sino artistas, cantantes, actores conocidos y no tan conocidos, directores, creativos de todo tipo.
La exposición saca a la luz la historia poco conocida de esta experiencia en el panorama editorial internacional, reconstruyendo por primera vez, a través de todas las imágenes, dos de los más bellos editoriales de Mulas publicados en los primeros números de la revista, el de los artistas en piel de 1967 y Sette più sette artisti d’oggi le loro opere i loro abiti de 1969. Figuras destacadas de la escena cultural de aquellos años posaron para estas series: de Lucio Fontana a Ettore Sottsass, de Alighiero Boetti a Aldo Mondino, Tommaso Trini, Getulio Alviani y muchos otros. En esta ocasión, Mulas realizó el más icónico de los retratos de Giangiacomo Feltrinelli, uno de los mecenas del Bar Giamaica, que aparece, elegante y dandy, en astracán y colbac. En el editorial de 1969, se publica póstumamente la imagen de Pascali tomada en Roma el año anterior: todo vestido de negro, con sandalias y un pañuelo al cuello, fiel a su “uniforme” de artista vestido de Porta Portese.
De la misma época que los retratos en el estudio son las fotos de Pascali con su compañera Michelle Coudray, en el Lungotevere, en las que Mulas fija el mito de la juventud, junto con la espontaneidad y la alegría de vivir de los gestos de la pareja, en el deslumbrante contraluz. La toma con Pascali de espaldas es otra conocida imagen del artista, que también aparece reproducida en el famoso libro Autoritratto de Carla Lonzi. La exposición consigue contextualizar esta fotografía, reconstruyendo toda la secuencia de aquel día.
La segunda parte de la exposición reconstruye los encuentros entre ambos, a lo largo de unos meses, antes de la prematura muerte del artista en un trágico accidente en septiembre de 1968.
En Venecia, durante la Bienal de 1968, Mulas está presente para realizar un reportaje dedicado al acontecimiento: la Bienal es para el fotógrafo una especie de gran teatro, un acontecimiento sin fisuras que plantea cuestiones de duración, problemas de composición, de representación del movimiento, donde el ojo del objetivo de la cámara es el instrumento de la comprensión total, la mirada que une, en un instante, los géneros de la crónica y del retrato.
El último encuentro es póstumo, con las obras en solitario, de nuevo en Roma, con motivo de la exposición Vitalità del Negativo, comisariada por Achille Bonito Oliva en el Palazzo delle Esposizioni en 1970. Aquí, el objetivo de Mulas documenta los cerca de 32 metros cuadrados de mar, captando su presencia icastica en una serie de siete imágenes, también expuestas en su totalidad por primera vez.
Imagen: Pino Pascali, Roma 1968 Fotografías Ugo Mulas. Crédito Eredi Ugo Mulas. Cortesía del Archivo Ugo Mulas - Galería Lia Rumma.
Ugo Mulas retrata a Pino Pascali. Una exposición fotográfica en la Fundación Polignano a Mare |
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