Uno de los artistas italianos vivos más importantes, Claudio Par miggiani (Luzzara, 1943), será el protagonista, en la GAM de Turín, de la cuarta cita del ciclo expositivo nacido de la colaboración entre el Archivo Histórico de la Bienal de Venecia y la Videoteca de la GAM, destinado a dar testimonio de la primera temporada del vídeo de artista italiano. La exposición Claudio Parmiggiani, comisariada por Elena Volpato, se celebrará del 28 de septiembre de 2021 al 6 de febrero de 2022 y presentará Delocazione, la única obra en vídeo realizada por Parmiggiani, producida por Art/Tapes/22 en Florencia en 1974, junto con dos obras fundamentales en el desarrollo de su trabajo, procedentes de la Collezione Maramotti de Reggio Emilia: la impresión fotográfica sobre panel Delocazione 2, de 1970, y Autoritratto, de 1979, una silueta en sombra sobre lienzo, obra también única en la carrera del artista.
La triangulación de estas tres obras resume todo el arco de opuestos visuales que recorre la obra de Parmiggiani. La ausencia de la obra, que emerge en reserva en la pared, en el blanco rodeado por el gris del polvo y el hollín, se refleja en su opuesto visual: la proyección de una sombra gris que se dibuja sobre el lienzo blanco, la presencia negada de la mirada del artista sobre la imagen desvanecida. La relación entre estas tres obras se completa con una selección de libros creados por Parmiggiani entre 1968 y 1977, procedentes de la Collezione Maramotti y de la Collezione CRT. Libros diseñados por un artista para quien la página en blanco no está destinada a la reproducción o documentación de la obra, sino que es ante todo un espacio para la manifestación de la obra y, al mismo tiempo, el primer lugar de la ausencia.
Parmiggiani realizó el vídeo Delocazione en 1974. Más de diez años después, en 1985, en una entrevista con Arturo Schwarz, diría: “Hice un único vídeo que, por cierto, nunca he visto, en 1972 o quizás en 1973, en Florencia, con Maria Gloria Bicocchi, era una imagen fija durante quince minutos, una imagen ausente, la sombra de una imagen. Aquí de nuevo un no tanto a la imagen como a la función fotográfica y dinámica del instrumento, era probablemente una reacción a un accionismo y a un contorsionismo exasperados en aquella época, para mí era el equivalente del silencio de Duchamp”.
La reacción a lo que él llama " accionismo" se revela explícitamente desde los primeros instantes de la obra: la silueta oscura de una silla es el primer elemento de la imagen fija que emerge, como de una espesa niebla, del blanco inicial de la pantalla. Esa sola presencia niega la posibilidad de acción, y no sólo porque la silla está vacía y seguirá estándolo, sino porque está vuelta hacia la pared que tiene detrás, frente a una Delocación, el rastro de polvo y hollín de un cuadro desaparecido. Innumerables sillas aparecían ante el objetivo en los vídeos de aquellos años, pero invariablemente alguien, a menudo el propio artista, entraba en el encuadre al cabo de unos segundos para sentarse y dirigirse al espectador en un simulado intercambio de miradas. La silla de Parmiggiani también alude a una mirada, pero es una mirada de contemplación que no se preocupa por el público, que sólo podemos imaginar como un largo tiempo de atención, quizá de arrobamiento ante el fantasma de un cuadro, concluido antes de que la cámara, con su carga de prosaico presente, entrara en la sala para perturbar la sacralidad del lugar. Por tanto, no es sólo el cuadro el que se ha desvanecido, sino que el observador de su desaparición también está ausente. Es una doble distancia en el tiempo, por tanto, la que nos muestra el encuadre, un alejamiento al segundo, casi una alegoría de la fórmula que emerge repetidamente en la obra del artista √-2 y que parece expresar una inconmensurabilidad negativa, una ausencia oculta en el fondo de una ausencia. Sin embargo, Parmiggiani describe el vídeo como un “equivalente del ’silencio’”, y por lo tanto lo reconoce como una expresión de la posibilidad de acercarse de nuevo al misterio, de desandar el camino de aproximación al infinito blanco encerrado en el borde de hollín y polvo, una emanación de luz a alcanzar más allá del filtro demasiado burdo de la cámara, más allá de la cortina-sipario ahora completamente abierta, más allá de la silla, más allá del centro vacío de la estampa.
Parmiggiani omite un único elemento relevante en la descripción de su vídeo a Schwarz. Omite mencionar que en la obra, el “silencio” se da, paradójicamente, a través del sonido de las notas de Bach. De hecho, el allegro del Concierto para clave nº 1 en do menor acompaña todo el visionado. Varias veces Bach emerge en las palabras del artista como el compositor de una música perfecta donde “no hay nada menos y nada más de lo que tiene que haber”, pero sobre todo en él Parmiggiani reconoce a un maestro: “La mejor enseñanza en pintura”, dice el artista, “la obtuve de la música de Bach y de niño durante las noches a lo largo de los canales estrellados del valle del Po, donde el agua lenta alimentaba el fuego absoluto”. Bach y el recuerdo del agua de los “canales estrellados” parecen superponerse idealmente en la obra: a la música Parmiggiani deja la expresión del fluir del tiempo, el despliegue de una duración, como entre las estrechas orillas de un canal. Si no fuera por esos sonidos, la película no parecería más que una fotografía proyectada, pero el Concierto para clave nos recuerda el fluir del tiempo, tan suspendido en la eternidad de la imagen como para parecer inmóvil. En ese flujo, como en los canales por la noche, se refleja la luz de una sola estrella: la luz aurática de una obra que ya no es, un vacío denso de sentimiento pictórico que Parmiggiani deja flotar durante unos minutos sobre el movimiento imperceptible de una cinta magnética.
La exposición se inaugura en horario de apertura de la GAM: de martes a domingo de 10.00 a 18.00 horas; jueves de 13.00 a 21.00 horas. Lunes cerrado. La taquilla cierra una hora antes. La entrada es gratuita. Para más información: 011 4429518. Página web: www.gamtorino.it.
Imagen: Claudio Parmiggiani, Delocazione 2 (1970; impresión fotográfica con sales de plata sobre papel pegado sobre tabla; Reggio Emilia, Collezione Maramotti). Foto de Carlo Vannini
Turín, el único vídeo de la carrera de Claudio Parmiggiani expuesto en la GAM |
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