Turín, el Museo de Arte Oriental hace dialogar la colección con las obras de Kazuko Miyamoto


El Museo de Arte Oriental de Turín reorganiza la galería japonesa y, para la ocasión, combina obras de su colección con las de la artista japonesa contemporánea Kazuko Miyamoto, para ofrecer nuevos puntos de vista sobre las obras de la colección.

Un delicado kesa, el manto ritual budista, junto a un kimono minimalista de cuerda anudada; la imponente estructura de una armadura samurái junto a vídeos de los espectáculos Umbrella dance y In the garden; grabados en madera del siglo XIX en diálogo con fotografías que representan a actores de kabuki: En la nueva exposición japonesa del MAO, que reúne obras de las colecciones permanentes y obras de la artista japonesa Kazuko Miyamoto (Tokio, 1942), coexisten distintas épocas y lenguajes que ofrecen puntos de vista distantes pero colaterales sobre temas y símbolos recurrentes y estratificados. Contemporary Monogatari: New Japanese Narratives, que se abre al público el 12 de diciembre, comisariada por el director Davide Quadrio junto con el personal del MAO y realizada en estrecho diálogo con la directora del Museo Madre de Nápoles, Eva Fabbris, propone una exploración de la práctica artística de Kazuko Miyamoto en diálogo con los espacios y las obras expuestas en la segunda planta de la galería japonesa del MAO. En este proyecto expositivo, el presente se ve infiltrado por una constelación de objetos del pasado que, gracias a la contaminación, encuentran nueva vida y nuevas posibilidades de significado.

La reordenación se abre con la obra de Miyamoto Kimono/corde (2003), una estilizada silueta de kimono hecha de cuerda, un material pobre emblemático de la esencialidad del minimalismo, que contrasta con la materialidad sedosa y refinada de los kesa de las colecciones permanentes del museo, tres ejemplares del siglo XIX decorados con elaboraciones abstractas y geométricas de motivos inspirados en el mundo natural, como flores y nubes.



La yuxtaposición hace referencia a los métodos de producción artesanal de ambas prendas: al igual que los mantos rituales budistas, los kimonos se confeccionan tradicionalmente ensamblando rectángulos de seda. Su forma no pretende seguir las curvas del cuerpo, sino envolverlas, ocultándolas. A través del proceso creativo, Miyamoto desnuda la estructura original del kimono, uno de los símbolos más poderosos y universales de Japón, y, mediante un gesto extremo de sustracción, lo transforma en un sujeto anatómico, un esqueleto que, sin embargo, conserva la esencia profunda del sujeto original. El tema recurrente del kimono, tan esencial en la práctica escénica de Miyamoto como los de las cuerdas, los paraguas y la naturaleza, vuelve también en el cuaderno de bocetos del artista, que reúne fotografías y reproducciones de 22 obras, y en los dibujos organizados aquí en forma de pinacoteca: A través del dibujo, lenguaje preferido por el artista por su inmediatez, cobra vida un alfabeto simbólico con el que trazar una narrativa que une en una maraña indisoluble la cultura tradicional japonesa, la vida cotidiana y la identidad diaspórica.

En la obra de Miyamoto, la recuperación de la memoria y las tradiciones japonesas vuelve también en los vídeos In the garden (2014) y Umbrella Dance (2004), que reinterpretan algunos de los elementos más característicos de la iconografía tradicional japonesa. Ambas obras se yuxtaponen a la imponente presencia de las armaduras samuráis y a la delicadeza de las fotografías de finales del siglo XIX que representan a actores de teatro kabuki, bellezas femeninas (bijin) inmersas en coloridos jardines y doncellas atentas a componer ikebana.

Junto a esta última se encuentra la obra Escalera y ramas (2010), una estructura efímera con formas orgánicas y arquetípicas -en parte escalera, en parte nido, una clara referencia al shim y al nido, una clara referencia al shimenawa, las cuerdas utilizadas en los rituales de purificación sintoístas- que subraya la constante aptitud del artista para conectar, para sanar las fracturas entre arte y vida, entre tiempos y espacios distantes con ironía y espontaneidad.

Continuando idealmente con la narración iniciada en la sala principal, el pasillo dedicado al ukiyo-e acoge una amplia selección de grabados pertenecientes a las colecciones del museo y que representan a actores de kabuki, haciéndose eco de los temas y gestos del teatro, la danza y la performance que también emergen como resurgimientos subterráneos en numerosas obras de Miyamoto.Por último, el salón de té que cierra la sección japonesa del MAO alberga la obra Kimono con corde e bastoni (2004): el diálogo entre plenitud y vacío que caracteriza la primera parte del proyecto expositivo vuelve aquí con nueva fuerza, subrayando también el valor simbólico de la circularidad ligada al ki, el aliento vital que impregna el espacio y el cuerpo y que está en el centro de la investigación expresiva de Kazuko Miyamoto.

Para más información, visite el sitio web oficial del MAO.

Turín, el Museo de Arte Oriental hace dialogar la colección con las obras de Kazuko Miyamoto
Turín, el Museo de Arte Oriental hace dialogar la colección con las obras de Kazuko Miyamoto


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