Una exposición dedicada a las famosas cerámicas de Castelli: se trata de La fragile bellezza. Historiate di Castelli tra i secoli XVII e XVIII, que tendrá lugar en la Pinacoteca Civica di Teramo del 18 de diciembre de 2021 al 1 de mayo de 2022. El museo abruzo, tras su reapertura en 2018 y la posterior publicación de la guía correspondiente en 2021, con esta muestra, primera iniciativa expositiva puesta en marcha en las renovadas salas, comisariada por Giuseppe Matricardi y Stefano Papetti, pretende continuar la labor de puesta en valor del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, presentando al público un importante núcleo de mayólicas castellanas de los siglos XVII y XVIII que habían permanecido confinadas en los depósitos del museo cívico durante muchas décadas.
La exposición muestra las “frágiles bellezas”, es decir, mayólicas, de los talleres de cerámica de Castelli, un pueblo de la provincia de Teramo que se ha hecho un nombre en la escena internacional gracias a la producción de objetos cerámicos caracterizados por atrevidas soluciones experimentales y por la reelaboración de imágenes tomadas de la pintura contemporánea, como las piezas expuestas, que destacan en elen el ámbito de la producción italiana de los siglos XVII y XVIII, por la calidad de los esmaltes avivados por la aplicación del oro, la precisión de la representación pictórica y la adhesión a los repertorios figurativos más actuales de la época.
La tradición cerámica en la zona de Castelli parece haber estado presente ya en época etrusca, pero en realidad no es posible establecer con certeza los orígenes de este arte. Se sabe que los primeros hallazgos modernos datan del siglo XV, mientras que es a partir de la segunda mitad del siglo XVI cuando la cerámica de Castelli se impone y alcanza su apogeo, convirtiéndose en la actividad económica más importante de la ciudad (y aún hoy, la mayoría de los habitantes de Castelli, que cuenta con poco más de mil habitantes, trabajan en la industria cerámica): La cerámica de Castelli se difundió como producto de calidad, vendido a precios competitivos y decorado con estilos muy imaginativos y vivos. El desarrollo del arte de la cerámica se debe a que alrededor del pueblo hay numerosas canteras de arcilla y varios cursos de agua, así como bosques de hayas que proporcionaban madera para alimentar los hornos.
Hay dos estilos principales: compendiario, utilizado principalmente para decoraciones, sobre todo con motivos vegetales, y castellanhistoriato, que se utilizaba para paisajes o escenas con figuras, de carácter religioso o mitológico o escenas alegóricas, triunfos, imágenes de guerras. La principal característica del castellan historiato es la gran viveza de los colores, que lo han convertido en un producto especialmente popular desde la antigüedad. Entre los siglos XVI y XVIII, estuvieron activos algunos importantes talleres familiares (los de las familias Grue, Gentili y Pompei, en particular), que transmitieron el oficio de generación en generación y a menudo llegaron a crear productos de importancia artística (baste pensar en los techos de la iglesia de San Donato, definidos por Carlo Levi como la “Capilla Sixtina de la mayólica”). La producción cerámica de Castelli entró en declive en el siglo XIX, debido a los cambios en las tendencias del gusto y a la competencia de la porcelana internacional. Hoy en día, siguen activos algunos talleres de ceramistas que, como en el Renacimiento, transmiten sus conocimientos a nivel familiar.
La exposición de la Pinacoteca Cívica de Teramo presenta un conjunto bastante homogéneo en cuanto a la época y la calidad que, en su mayor parte, da cuenta del estilo y la expresión artística de la familia de fabricantes de mayólica más influyente de los Abruzos, la familia Grue, e incluye una placa devocional que representa a San Antonio de Padua atribuible a Libera Ruffo.Antonio de Padua atribuible a Liborio Grue, una Sagrada Familia de inspiración cortonesca atribuible a Candeloro Cappelletti, y una serie de platos con paisajes arcádicos del estilo de Nicola Grue el Joven, que pertenecía a una rama colateral de la familia.
Además, para contextualizar mejor la importancia y el renombre internacional adquiridos en las primeras décadas del siglo XVIII por los objetos realizados en Castelli, la exposición se servirá de la aportación de algunas obras de la colección Matricardi de Ascoli Piceno, recientemente juzgada por Timothy Wilson como la más importante colección privada de mayólica castellana, presentada en Teramo en 2012 con ocasión de una exposición fundamental para el desarrollo de los estudios sobre la actividad de los ceramistas de los Abruzos. Así, las obras propiedad del municipio estarán flanqueadas por platos y jarrones realizados por Carlo Antonio Grue, cuya figura ha cobrado una extraordinaria importancia gracias a los estudios de Fernando Filipponi en el ámbito de las actividades artísticas promovidas por el papa Clemente XI y sus hijos Aurelio Anselmo y Liborio, con laintención de liberar de una condición de fenómeno local lo producido por la familia Grue, cuya producción, gracias a los vínculos familiares con los duques de Acquaviva y la familia Albani, se situó en cambio en un contexto abierto a las instancias más actuales de la cultura europea de matriz clasicista y arcádica que permitió que las obras salidas de sus talleres fueran contendidas por los coleccionistas más ilustrados del siglo XVIII.
En la exposición, esta vocación por hacer de la mayólica un producto artístico de la máxima calidad se pone de manifiesto en una serie de preciosos objetos destinados a importantes personalidades de la escena política y cultural internacional: es el caso de los cuatro platos con paisajes arcádicos que introducen episodios veteros y neotestamentarios de fondo pintados por Francesco Antonio Saverio Grue y encerrados, al igual que las pinturas sobre lienzo, en refinados marcos de madera tallada y dorada del siglo XVIII que declaran su procedencia de las colecciones reales de Saboya; de hecho, pertenecieron a un sofisticado admirador del arte rococó como Umberto II. También la serie de admirables platillos pintados con escenas pastorales atribuidos a Aurelio Anselmo y a su hermano Liborio Grue con el escudo de armas de la familia Testa-Piccolomini o los grandes platos con la insignia heráldica del cardenal Ruffo muestran cómo en el siglo XVIII los nombres más importantes de la aristocracia se sirvieron de lo pintado en Castelli para amueblar sus casas.
Desde hacía algún tiempo, estos preciosos objetos habían perdido su finalidad original y se consideraban rarezas que se exponían en gabinetes de curiosidades o se colgaban en las paredes de refinadas habitaciones para ser apreciados por un selecto grupo de entendidos. Demostrar cómo la habilidad de los artistas de la familia Grue había logrado el audaz reto de transformar una técnica de producción nacida para la fabricación de objetos de uso doméstico en una verdadera forma de expresión artística.
La exposición, con entrada gratuita, está abierta de martes a domingo de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00. Para más información, visite el sitio web del Ayuntamiento de Teramo.
Todos los colores vibrantes de la cerámica Castelli expuestos en la Pinacoteca de Teramo |
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