Tierras de los Uffizi: el retrato de Dante realizado por Andrea del Castagno se expone en San Godenzo


En San Godenzo, en los Apeninos toscanos, se expone el retrato de Dante pintado por Andrea del Castagno: la muestra forma parte del proyecto Terre degli Uffizi y se instala en la casa natal de Andrea (así como en el último lugar donde Dante planeó regresar a Florencia).

El proyecto Tierras de los Uffizi, el palimpsesto de exposiciones que los Uffizi organizan fuera de Florencia, aterriza en San Godenzo, una pequeña localidad de los Apeninos toscanos de gran valor simbólico, ya que es la ciudad natal de Andrea del Castagno (Castagno di San Godenzo, c. 1421 - Florencia, 1457) y el último lugar donde Dante Alighieri (Florencia, 1265 - Rávena, 1321) planeó regresar a Florencia antes de aceptar el exilio. Y en San Godenzo se expone precisamente el retrato de Dante pintado por Andrea del Castagno para el ciclo de Hombres y Mujeres Ilustres de la Villa di Legnaia, restaurado en los últimos meses. La célebre efigie de Dante se expone desde hoy, lunes 26 de julio, en el territorio de San Godenzo, donde Dante y otros exiliados florentinos se reunieron en asamblea el 8 de junio de 1302, además de ser el lugar de nacimiento del pintor Andrea del Castagno (cuyo 600 aniversario, en este caso de su nacimiento, cae en este día). El fresco se expondrá en la aldea de Castagno d’Andrea, llamada así en honor del artista: se alojará en los espacios del centro de visitantes del Parco delle Foreste Casentinesi Monte Falterona e Campigna, donde permanecerá hasta el 23 de agosto.

El fresco desprendido de Andrea del Castagno con el retrato de Dante en una figura más grande que la vida, “rejuvenecido” precisamente por la restauración delOpificio delle Pietre Dure de Florencia y entre los protagonistas de la gran exposición de Forlì La visione dell’Arte(aquí está nuestra reseña), dedicada al Poeta Supremo en el siglo XVIII desde su muerte, vuelve por tanto a su Toscana natal y lo hace con un acontecimiento especial: la exposición Dante y Andrea del Castagno vuelven a San Godenzo, promovida y organizada por el Ayuntamiento de San Godenzo, incluida en el programa expositivo Terre degli Uffizi, concebido y realizado por las Galerías Uffizi y la Fondazione CR Firenze, dentro de sus respectivos proyectos Uffizi Diffusi y Piccoli Grandi Musei.

Dante, sobre cuya cabeza pendía una sentencia de muerte, nunca regresó a Florencia: la asamblea de San Godenzo fue el último momento, en suelo toscano, en el que insinuó fugazmente (y luego abandonó) la idea de volver a su ciudad natal. La obra maestra de Andrea del Castagno es uno de los retratos más antiguos que se conservan de Dante Alighieri, que murió en el exilio y sólo fue rehabilitado post mortem por su patria. Originalmente, el fresco formaba parte de un ciclo pictórico dedicado a hombres y mujeres ilustres del pasado que adornaba la Villa di Legnaia, cerca de Florencia, que pertenecía a Filippo Carducci, Gonfalonier de Justicia de la República florentina. El tema, recurrente en la decoración de palacios públicos y residencias patricias entre los siglos XIV y XV, celebraba el ingenio y la virtud de hombres y mujeres célebres, elegidos como ejemplos para la posteridad.

El ciclo de la villa de Legnaia, que comienza con las figuras de Adán y Eva, incluye a tres hombres florentinos protagonistas de la historia de la ciudad (Pippo Spano, Farinata degli Uberti, Niccolo? Acciaiuoli), tres mujeres de la Antigüedad (la reina Tomiri, Esther y la reina de la ciudad de Florencia) y tres mujeres de la ciudad de Roma (la reina de la Sagrada Familia) (la reina Tomiri, Ester, la Sibila Cumana), tres poetas toscanos (Dante, Petrarca, Boccaccio). En la segunda mitad del siglo XV, la villa fue comprada por la familia Pandolfini y los frescos fueron cubiertos posteriormente por diversos encalados hasta caer en el olvido. Redescubiertos en 1847, fueron arrancados del muro en 1850 por el restaurador Giovanni Rizzoli mediante la técnica del desgarro, con el fin de ser vendidos. Adquiridas en 1852 por el Estado toscano, gobernado entonces por la familia Lorena, hasta hoy las nueve ilustres figuras se encontraban en los Uffizi, en las salas de la antigua iglesia de San Pier Scheraggio, que normalmente no están abiertas a los visitantes. Las figuras de Adán y Eva permanecen en cambio en la Villa Carducci Pandolfini, hoy propiedad del Estado.

“La inauguración de esta exposición brinda a San Godenzo una gran oportunidad de recuperación tanto cultural como económica tras el triste periodo de cierres relacionados con la emergencia sanitaria”, ha declarado el alcalde de San Godenzo, Emanuele Piani, “la valorización del territorio ha sido siempre el principal objetivo de esta administración municipal, que gracias a la colaboración con el proyecto ”Terre degli Uffizi“, del que somos una de las tres primeras sedes elegidas, se puede ver aún más concretamente. De hecho, ha sido posible valorizar al mismo tiempo a dos ilustres personalidades vinculadas a nuestra tierra de las que tenemos la suerte de celebrar, en el mismo año, el séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri y el sexto centenario del nacimiento de Andrea del Castagno. Quiero expresar mi gran agradecimiento al Director de las Galerías Uffizi, Eike Schmidt, y a su equipo, a la Fondazione CR Firenze, al Presidente del Parco Nazionale Foreste Casentinesi Monte Falterona e Campigna, a la Región de Toscana, a Correos de Italia y a todos los demás sujetos que han patrocinado este espléndido acontecimiento cultural”.

“En San Godenzo, el proyecto Terre degli Uffizi consigue vincular estrechamente el Parque Forestal del Casentino a la historia y al arte”, subraya el director de las Galerías Uffizi, Eike Schmidt. “Y lo hace con una obra simbólica: en este año de celebraciones de Dante, también de alcance enciclopédico, el Retrato de Dante aquí expuesto condensa en la imagen del Poeta no sólo la evocación de su parada en estos parajes, en 1302, camino del exilio, sino también una gloria local, el exquisito pintor Andrea del Castagno, que es el autor de este retrato. En un solo cuadro, la historia universal y la local se unen para presentar al visitante aspectos insólitos de nuestra cultura”.

“Esta exposición es la segunda etapa de nuestra colaboración estable con el museo italiano más importante”, afirma Gabriele Gori, director general de la Fondazione CR Firenze. “Es un proyecto de sinergia cultural, más necesario que nunca en este momento pospandémico, que continúa nuestro importante programa decenal de marketing cultural territorial iniciado en 2005, llamado Piccoli Grandi Musei, que ha valorizado, mucho antes de que estallara el fenómeno, las bellezas menos conocidas de nuestra tierra y sus identidades específicas. Esta segunda exposición es también un homenaje al Poeta Supremo. Acabamos de saludarle, en la primera exposición inaugurada no hace ni una semana, en el castillo Conti Guidi de Poppi, donde escribió partes de la Divina Comedia. Hoy lo encontramos en el lugar donde se reunía en asamblea con otros exiliados florentinos. Estamos muy satisfechos con ’Terre degli Uffizi’ porque, como se pone de manifiesto también en esta ocasión, contribuye a dar a conocer los muchos tesoros de nuestra región que realmente merecen ser más apreciados”.

Andrea del Castagno nació hacia 1421 en Castagno, pueblo que más tarde recibió el nombre de Il Castagno d’Andrea en su memoria. Su formación artística tuvo lugar en Florencia, tomando como referentes a Masaccio, Paolo Uccello y Donatello. Su primera obra documentada, los frescos perdidos de la fachada del Palacio del Podestá de Florencia que representan a los traidores de la ciudad “para uso de los ahorcados”, data de 1440. “para uso de los ahorcados”. El encargo atestigua la familiaridad del artista con la pintura mural, técnica en la que Andrea alcanzó sus mayores logros. En 1442 se encontraba trabajando en Venecia, donde firmó como Andreas de Florentia los frescos de la capilla de San Tarasio en la iglesia de San Zaccaria, ejecutados con la colaboración de Francesco da Faenza y caracterizados por figuras plásticas virtuosamente escorzadas y un refinado cromatismo. De regreso a Florencia, en 1444 se inscribió en el Arte dei Medici e Speziali, gremio al que pertenecían los pintores, y ese mismo año recibió el pago por el cartón preparatorio de la vidriera con la Deposición para una de las ventanas del tambor de la cúpula de la catedral de Florencia. En 1447, para las monjas benedictinas de Santa Apolonia en Florencia, Andrea decoró el refectorio con la Última Cena y las Historias de la Pasión, produciendo una de las más altas obras maestras de la pintura renacentista florentina gracias al magistral uso de la perspectiva en la ilusionista representación espacial, la sensible disposición luminista y la sólida plasticidad de las figuras, posadas en solemnes posturas inspiradas en el mundo clásico. En 1449-1450, cerca de la ejecución del ciclo de Hombres ilustres pintado al fresco en la villa de Filippo Carducci en Legnaia (Florencia), Andrea realizó el retablo con la Virgen asumida para la iglesia de San Miniato fra le Torri de Florencia (Berlín, Staatliche Museen, Gema?ldegalerie). La notoriedad de Andrea queda demostrada por el encargo que recibió en 1455 de pintar al fresco el monumento ecuestre del condottiere Niccolò da Tolentino en la catedral de Florencia, creando una figura extraordinaria, plástica y dinámica. Unos meses más tarde, el 14 de agosto de 1457, Andrea murió de peste.

Tierras de los Uffizi: el retrato de Dante realizado por Andrea del Castagno se expone en San Godenzo
Tierras de los Uffizi: el retrato de Dante realizado por Andrea del Castagno se expone en San Godenzo


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