Del 22 de mayo al 25 de septiembre de 2022, el Museo della Battaglia e di Anghiari acogerá la exposición Il Papa Guerriero Giuliano della Rovere e gli uomini d’arme di Anghiari (El Papa guerrero Giuliano della Rovere y los hombres de armas de Anghiari ), que pretende relatar la estancia del Papa Julio II en la ciudad toscana. La tercera exposición en 2022 de Terre degli Uffizi, un proyecto de la Fondazione CR Firenze y de las Gallerie degli Uffizi que desarrolla sus respectivos programas Uffizi Diffusi y Piccoli Grandi Musei, con el objetivo de valorizar el patrimonio artístico de la región llevando obras a diversas ciudades toscanas, se centra de hecho en el vínculo sin precedentes entre el Papa guerrero Julio II y la ciudad toscana de los hombres de armas, Anghiari.
La exposición sigue a la celebrada el año pasado con el título La Civiltà delle Armi e le corti del Rinascimento (La civilización de las armas y las cortes del Renacimiento), pero propone nuevas historias y descubrimientos sobre los hombres de armas, clase social que distinguió a Anghiari entre los siglos XV y XVI.
La gran novedad se refiere a las relaciones de Giuliano della Rovere (futuro Papa Julio II) con Anghiari, donde en octubre de 1476 fue hospedado por un hombre de armas del pueblo toscano de Mazzone di Gregorio. Este último pertenecía a una de las familias más influyentes de notables de Anghiari entre los siglos XV y XVI, y ya había recibido en la localidad toscana a Federico da Montefeltro y a miembros de la corte de Urbino. Más tarde, Mazzone, en virtud de esta cercanía al “Papa guerrero”, recibió el nombre de “Bartolomeo Valentino Mazzoni d’Anghiari” y también fue admitido por Della Rovere entre sus “amigos, parientes y comensales”, pero también exento de todos los “impuestos y peajes de cualquier lugar por todas sus pertenencias: libros, platería y otras cosas para el uso de su persona”.
Comisariada por el director del Museo della Battaglia e di Anghiari Gabriele Mazzi, la exposición presenta un retrato de Julio II prestado por las Galerías Uffizi, copia atribuida a Giulio Romano del famoso retrato del pontífice realizado por Rafael. Este cuadro tuvo inmediatamente tanto éxito que se realizaron numerosas réplicas y copias. Julio II es retratado entre octubre/diciembre de 1510 y marzo de 1512, en un momento de gran debilitamiento físico, cuando juró dejarse crecer la barba hasta que los franceses fueran derrotados. A pesar de tratarse de un retrato de Estado, el “papa guerrero”, que se ganó el apodo por sus frecuentes campañas militares, fue pintado por Rafael como un hombre cansado y preocupado, en una imagen de sorprendente agudeza psicológica, que fue expuesta tras su muerte, el 12 de diciembre de 1513, en la iglesia de Santa Maria del Popolo de Roma.
También llegan de las Galerías Uffizi dos obras de Antonio Tempesta que documentan el éxito de las teorías y dibujos de Leonardo para las batallas de caballería. De ellas, el grabado de Gérard Edelinck en el Museo della Battaglia e di Anghiari, tomado del cartón de Leonardo para el Palazzo Vecchio, es el testimonio más importante.
Los hombres de armas de Anghiari que vivieron en el siglo XV mantuvieron importantes contactos con los círculos italianos más cultos y vanguardistas de la época. Estos personajes invirtieron en su prestigio al mismo nivel que sus homólogos más ilustres: a través de ellos, la ciudad se redimió de centro rural para convertirse en una pequeña corte renacentista. La información de archivo nos lleva a reflexionar sobre la contribución real de estos personajes de armas en la vida de Anghiari. Parece que fueron de los pocos, en su época, capaces de elevar el nivel cultural de la villa fortificada, ayudando a organizar las obras de construcción de obras fortificadas que aún hoy pueden verse y de importantes edificios religiosos, patrocinando capillas y cementerios para ellos y sus familias, encargando obras de arte en la cercana Florencia y llevando a cabo prestigiosas políticas matrimoniales.
“Las guerras en el Renacimiento eran tan sucias y sangrientas como las que se libran hoy en día”, comentó el director de las Galerías Uffizi, Eike Schmidt, “pero en esta exposición permanecen en la sombra y dan paso a la Historia, al extraordinario descubrimiento de la conexión de Anghiari con una de las figuras más interesantes de su época, Julio II, el papa que encargó a Rafael y Miguel Ángel sus mayores hazañas artísticas. Fue una oportunidad para ilustrar con obras de los Uffizi a una serie de personalidades de la época y sus hazañas, que no sólo fueron militares, sino que contribuyeron a embellecer su ciudad y abrirla al mundo. Es también gracias a estos antiguos hombres de armas que, al llegar a Anghiari, quedamos encantados por la belleza del lugar”.
“Estamos encantados de volver a Anghiari, por segunda vez, con Terre degli Uffizi”, comentó Gabriele Gori, director general de la Fondazione CR Firenze. “Esto da fe de la viveza y efervescencia del territorio en torno al arte. La exposición es una oportunidad para reconstruir trozos de historia que refuerzan las raíces de la ciudad de los hombres de armas”.
“La exposición mantiene un estrecho diálogo con la anterior, que suscitó un gran interés por parte del público, registrándose un notable aumento de visitantes y un gran interés por la temática”, añadió el alcalde de Anghiari , Alessandro Polcri. “Este año la exposición se ha enriquecido con el préstamo de otras obras, entre ellas el retrato del Papa Julio II, que nos permite continuar en el marco de los estrechos vínculos que los notables de Anghiari supieron tejer con las personalidades más destacadas de la época. Un agradecimiento especial al director del museo, Gabriele Mazzi, que en los últimos años ha sabido redescubrir algunas de las páginas más bellas pero dormidas de la historia de Anghiari, que encuentran el primer plano gracias a esta iniciativa de las Galerías Uffizi y de la Fondazione CR Firenze. Hay que destacar también la gran contribución de la Universidad de Nápoles Federico II, que, a través del Departamento de Estudios Humanísticos, ha hecho suyos estos temas para profundizar en el estudio, no sólo de Anghiari, de la sociedad del siglo XV”.
Imagen: Giulio Romano, Retrato de Julio II (copia de Rafael) (c. 1556; óleo sobre tabla, 110 x 87 cm; Florencia, Galerías Uffizi). Fotografía de Stefano Casati
Terre degli Uffizi, una exposición en Anghiari sobre el vínculo entre el Papa Julio II y la ciudad toscana |
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