La Academia de Francia en Roma - VillaMédicis presenta del 15 de octubre de 2020 al 31 de enero de 2021 la exposición de Johan Creten, Los pecados, comisariada por Noëlle Tissier y organizada por la Academia de Francia en Roma - Villa Médicis con el apoyo de las galerías Perrotin y Almine Rech.
El artista flamenco Johan Creten (Sint-Truiden, 1963) se ha distinguido en la escena artística internacional en los últimos años como una figura inclasificable y contracultural. Comenzó sus estudios en las Academias de Bellas Artes de Gante y París. Durante su estancia en la capital francesa, donde estudió como pintor, descubrió la cerámica y la convirtió en su medio principal. Sus constantes viajes, de La Haya a Nueva York, de Roma (donde fue becario de la Academia Francesa de Roma - Villa Médicis en 1996) a México y Florida llevaron a los críticos a llamarle el “Gitano de la Cerámica”. Desde los años 80 se ha distinguido por suuso innovador de la cerámica.
En el curso de su producción, también se distinguió por su virtuoso uso del bronce en la creación de esculturas monumentales: un ejemplo importante, De Vleermuis - El Murciélago, se presentará en los jardines de Villa Médicis.
Porprimera vez en Italia, con ocasión de I Peccati, Creten reúne cincuenta obras en bronce, cerámica y resina que dialogan con las obras de artistas como Lucas Van Leyden (1494-1533), Hans Baldung (1484-1545), Jacques Callot (1592-1635), Barthel Beham (1502-1540) y Paul van Vianen (1570-1614), en los que Creten se inspiró.
La exposición se abre con una serie de creaciones y recreaciones de obras conceptuales de 1986. Junto a El jardín, obra creada en 1996-97 durante su residencia en Villa Médicis, y obras más significativas como Présentoir d’ Orange (1989-2017) y Plantstok (1989-2012), la primera sala cuestiona la relación con la introspección y la autoconciencia, evocando la noción del paraíso perdido y la tentación.
La siguiente sala mostrará una nueva obra monumental de resina, Muses et Méduses, iniciada en 2005 y finalizada en 2019, que dialoga con fragmentos de la famosa serie metonímica Olor de hembra, centrada en la seducción, la ambigüedad de los sentimientos y las relaciones humanas. Le sigue una sección con obras de marcado carácter político, entre ellas el bronce The Price of Freedom (2015), Couch Potatoes (1997) y la nueva serie de cerámicas Wargames (2019), y un grupo de enigmáticos bronces que pretenden plantear la cuestión de la conciencia moral en una sociedad envuelta en constantes mutaciones. La última sección está dominada por la escultura monumental The Herring: la nueva escultura, creada en colaboración con los talleres históricos de Porzellanmanufaktur Augarten de Viena, revisita una porcelana de Doccia. Repartidas por todo el espacio, una nueva serie de Bolders de gres esmaltado invita al público a sentarse, tomarse su tiempo, observar las obras para descubrir sus conexiones y sumergirse en magníficos detalles: superficies de vidrio resplandeciente, significados ocultos y metáforas.
Johan Creten habla del arte lento y de la necesidad de volver a laintrospección. Sus esculturas, realizadas especialmente para la exposición entre 2019 y 2020, se suman a obras que recorren su trayectoria desde la década de 1980 hasta la actualidad, y se acompañan de grabados, tapices y bajorrelieves de los siglos XVI y XVII procedentes de la colección personal del artista. Estas últimas obras revelan sus preocupaciones desde un punto de vista artístico, histórico, político y filosófico.
Con Johan Creten", comenta el historiador del arte Colin Lemoine, “los pecados no son siete”. Siete, esta cifra implacable, equivale al número de sacramentos de la Biblia y de las colinas de Roma. Aquí, los pecados son infinitos e ilimitados, inagotables. No son numerables, sólo designables. Los pecados no son todos capitales, pueden ser imperiales, imperiosos, periféricos, insidiosos, insignificantes, invisibles. Están siempre por debajo del cálculo y del lenguaje. Los siete pecados capitales valen poco comparados con la bajeza, la barbarie, el aburrimiento, la mutilación, el arrepentimiento, la melancolía y el terror, en definitiva, con la vida. Así, las esculturas de Johan Creten no tienen nada que ver con la moral o la sanción, la guillotina o la censura. Hablan de pecados, hablan de la vida que infunde el deseo y el dolor, la esperanza y la pena, la lujuria y la ira, el amor y la muerte, Eros y Tánatos. Hablan de la vida anfibia, entre Estigia y Paraíso. Hablan de la vida pulsional, cuando laten los corazones, cuando se retuercen las serpientes, cuando se extienden las alas, cuando se abren las vulvas, cuando se descorre el telón y aparece por fin la verdad desnuda, esa Medusa hipnótica. ¿No es entonces el pecado la forma cansada de la pureza? ¿No señala nuestra condición de hombres extremadamente falibles? ¿No es el pecado, tomando prestadas las palabras de Victor Hugo, una maravillosa ’gravitación’?".
Para más información: villamedici.it
Imagen: Johan Creten, Het Paard van Troje - III (Le cheval de Troie n° 3) (1992-93) Cortesía Perrotin, Almine Rech Gallery, Transit Gallery & Johan Creten © Sven Laurent © Adagp, 2020
Sins, de Johan Creten, se expone por primera vez en Italia |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.