El cuadro Le peintre et son modèle en plein air de Pablo Picasso, de la colección Intesa Sanpaolo Gallerie d’Italia - Milán, se expone por primera vez en Roma, en el Palacio Rinoceronte. Tras el gran éxito de público y prensa de la Joven de 1909, procedente delHermitage, la Fundación Alda Fendi - Experimentos relanza y propone un cuadro de 1963 que nunca se ha expuesto en la capital y que normalmente no es visible al público. Continúa así el homenaje al genio malagueño que se anticipa a 2023, el “año Picasso” en el 50 aniversario de la muerte del pintor.
A partir del 10 de junio de 2022, el cuadro se presenta al público en una exposición titulada Picasso va, Picasso llega, que se celebra en la galería rinoceronte, dentro del palacio rinoceronte diseñado por Jean Nouvel, un “barrio de la ciudad” dedicado al arte e inspirado en los Pasajes de París.
Así pues, Pablo Picasso vuelve a ser protagonista en el corazón de la Roma monumental, entre elArco de Jano y el Palatino: este año, el público capitolino pudo admirar Mujer joven, el retrato de la musa y compañera del artista, Fernande Olivier, conservado en el Hermitage de San Petersburgo. De la descomposición de las formas del cubismo analítico en Joven mujer, pasamos a una meditación sobre la relación entre el artista y lo femenino. Este tema, continuado por Picasso a lo largo de las décadas, encuentra en el cuadro Le peintre et son modèle en plein air de 1963 una síntesis que asume, como escribe Francesco Tedeschi, “los valores poéticos de un encuentro con la naturaleza, en el clima idílico de una ’pastoral’ moderna”.
La obra pretende ser el punto de apoyo de una instalación teatral que gira en torno a las mil facetas del universo de Picasso. Pensando en la actividad pictórica del último periodo de este artista revolucionario, más allá de su propia revolución, Alda Fendi, mecenas rebelde y promotora de este relevo ideal entre los dos cuadros, reflexiona: “Los artistas fracasados están fuera de juego y Picasso experimenta la embriaguez negativa, pero flagelante, del fracaso, antes de ser glorificado por su descomposición de la imagen. Ardiente y fogosa es su creencia en una revolución, nunca tibia, sino pirotécnica en la hipótesis de una vida descrita en módulos geométricos, que se convierten en poesía aparentemente fuera de juego”.
Le peintre et son modèleen plein air de Pablo Picasso, óleo sobre lienzo, 1963, pertenece a la colección Intesa Sanpaolo Gallerie d’Italia - Milán. La obra fue adquirida por el Banco Lariano, posteriormente fusionado con Intesa Sanpaolo, y procedía originalmente de la Galerie Leiris de París, que trató directamente la obra de Picasso en los años sesenta.
La representación del desnudo femenino al aire libre, en un entorno natural, es un tema frecuente en el arte de Picasso entre los años cincuenta y sesenta, una variante de la confrontación más general entre el pintor y la modelo que acompaña su narrativa pictórica desde la década de 1910. El tema constituye el punto de encuentro entre la reflexión sobre el oficio de pintor, en diálogo con la historia del arte, y la representación del desnudo femenino. Un desafío, tanto para las posibles soluciones en la representación de las poses y su combinación con la forma espacial, como para los significados intrínsecos al papel del artista.
Le peintre et son modèle en plein air de 1963 continúa y se hace eco de las meditaciones de Picasso entre 1960 y 1961 en torno al Déjeuner su l’herbe de Manet. El artista se mide con sus “maestros de elección”, para revisar sus soluciones y reinterpretarlas a la luz de su asunción personal en un “museo imaginario”. Así, el célebre tema del cuadro de Manet se convierte en el punto de partida de una ruptura y de una reagrupación de los protagonistas, de sus poses y de su papel dentro de la composición.
La atención de Picasso se concentra en torno al desnudo femenino sentado y al hombre que lo observa, en un diálogo de complicidad y seducción. El fondo se reduce a los verdes y azules predominantes, que casi se aplastan en un espacio homogéneo, definido con los trazos rápidos y aproximados característicos del Picasso tardío. Bastan unas pocas insinuaciones para el follaje de los árboles, un elemento triangular para la sombrilla sobre el caballete, el contorno del sombrero, más torero que pintor. En esta sencillez encontramos la capacidad de Picasso para transformar cada gesto en un elemento significativo.
El Experimento firmado por Alda Fendi y Raffaele Curi combina artes visuales y escénicas, reuniendo idealmente las dos patrias -y las dos almas- del artista: España y Francia. Sala tras sala, la instalación multimedia que se despliega en torno a Le peintre et son modèle en plein air tiene un motivo común: la danza. Desde las proyecciones envolventes que ofrecen al visitante un punto de vista privilegiado sobre el ensayo de La Templanza de Miguel Ángel Berna para el Ballet Nacional de España, hasta la modernidad disruptiva de las danzas de Pulcinella. El ballet Pulcinella, un acto único estrenado en la Ópera de París en 1920, combina la música de Igor Stravinsky con la coreografía de Léonide Massine para los Ballets Rusos de Sergei Djagilev.
A lo largo del recorrido de la exposición, una ventana se abre al Café de Flore de París, mientras los colores Picasso de España acarician el rostro de los espectadores. En la caverna negra diseñada por Jean Nouvel, un homenaje a uno de los más grandes toreros contemporáneos, El Rafi (Rafi Racoule), de 23 años, el sexagésimo noveno matador de toros francés. La tauromaquia tiene una tradición histórica no sólo en España, sino también en el sur de Francia, donde Pablo Picasso solía presenciarla con sus hijos Claude y Paloma y amigos como Jean Cocteau. Así se entrelazan y fusionan las dos almas de Picasso y sus dos países, España y Francia, que el año que viene se unirán en la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista. Picasso amaba el color, el oro y el folclore taurino, y es conocida la gran amistad que le unió a los toreros más importantes de su época, como El Cordobés y Manolete, y especialmente a Luis Miguel Dominguín y su familia: Lucía Bosé y sus hijos Lucía, Paola y Miguel Bosé. En la cavidad blanca, sin embargo, ante el rinoceronte símbolo del palacio, una inscripción en la pared recuerda las palabras de Neruda. Raffaele Curi explica la conexión con Picasso: "Golpea el corazón el polvo de ámbar que en las iglesias de España transforma el verano en una iglesia de oro. La poesía de Neruda, que cristaliza un rayo en una hipótesis intemporal y ascética, crea la gran amistad entre el “animus” de Picasso y el de Neruda. Una amistad la suya que alude y remite a escenarios disruptivos llenos de luz perpendicular y colores absolutos que sólo el verano puede dar. Como el verano en una iglesia dorada".
Para más información, visite el sitio web oficial del rinoceronte.
Roma, un cuadro de Picasso, Le peintre et son modèle, llega a la Galería Rhinoceros |
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