Roma, Tornabuoni dedica una exposición a Renato Mambor en el décimo aniversario de su muerte


En Roma, la galería Tornabuoni Arte inaugura una retrospectiva dedicada a Renato Mambor con motivo del décimo aniversario de su muerte. La exposición recorre toda la carrera del gran artista de la Scuola di Piazza del Popolo.

La galería Tornabuoni Arte inaugura en Roma una exposición retrospectiva dedicada a Renato Mambor ( Roma, 1936 - 2014) con motivo del décimo aniversario de su muerte, realizada en colaboración con elArchivo Mambor y con el asesoramiento científico de Maria Grazia Messina.

A través de una treintena de obras, la exposición, del 23 de mayo al 28 de septiembre de 2024, pretende presentar la trayectoria artística y la práctica de Renato Mambor, “el artista ’conceptual’, el más enfriado emocionalmente, dentro de la llamada Scuola di Piazza del Popolo” (así Maria Grazia Messina), destacando sus pasajes sustanciales y la coherencia poética y formal mantenida siempre desde los primeros resultados hasta las últimas producciones. A pesar de la pluralidad de los lenguajes utilizados y del carácter polifacético de sus intenciones, la obra de Renato Mambor habla continuamente de observación, lenguaje, comunicabilidad y relación con el otro.



La invitación es a proceder en la narración de la exposición desde las obras más históricas hasta la última producción, para luego ir hacia atrás, poniendo en práctica el deseo del propio Mambor: “Me gustaría que la obra se releyera hoy a partir de hoy. Ahora que vivimos. [...] El artista no es el que certifica el presente, sino el que siembra el futuro”.

El itinerario comienza con Sin título, 1958, una témpera sobre papel que marca una fase de investigación y experimentación, con referencias al movimiento informal que acababa de pasar (todavía no firma con el nombre Mambor, sino “Mambo”). Este momento coincide con sus primeras exposiciones importantes: el Premio Cinecittà de 1958 y, al año siguiente, Mambo (r), Schifano, Tacchi, comisariada por Emilio Villa en la Galleria Appia Antica.

Este periodo marca también un acercamiento al mundo del cine, con experiencias en el plató y en la interpretación: trabajando en una gasolinera de la Via Tuscolana, no lejos de Cinecittà, Mambor tuvo la oportunidad de conocer a gente como Federico Fellini, que le involucraría en el rodaje de La Dolce Vita.

Los años sesenta se abren con una producción, cercana al minimalismo de Lo Savio, que hace uso de objetos cotidianos, como paneles industriales de madera o pinzas de la ropa, en un intento de “sacar el ego del cuadro”, buscando la objetivación, como se ve en las dos obras Green Object y Red Object, ambas de 1960. La objetivación y la investigación son el impulso común de la generación de artistas de la Scuola di Piazza del Popolo: “frío en el arte, cálido en la vida” (así se expresaba el propio Mambor). Esta misma actitud le llevó a utilizar los signos convencionales de las señales de tráfico(Uomo segnale, 1962) formas planas, aún apoyadas en la madera, objetivas, reconocibles por todos, descontextualizadas y transportadas en la obra.

La estandarización y la puesta a cero de la emocionalidad se incrementan con la serialización a través de la reiteración de la misma silueta mediante una matriz de caucho en la serie Timbri (Sellos ) de 1963: “El uso de un signo icónico reconocible era un punto de referencia común entre el artista y el público”. Se expone un grupo de seis obras de la serie Ricalchi, presentada por primera vez en 1965 con motivo de su primera exposición individual en la Galería La Tartaruga de Plinio De Martiis. Aquí Mambor examina las imágenes de los enigmas, desprovistas de rostro, individualidad y expresión, pero capaces de comunicar una acción: “Quería ilustrar, mostrar, un verbo. Abrazar. Beber. Abrir la puerta. El gesto de dormir...”.

El poema visual Albero blu(Árbol azul), obra inédita en la que las diapositivas van acompañadas de la voz del artista, data de principios de los años 80. Se presenta aquí en diálogo con el desprendimiento homónimo L’albero blu (El árbol azul ) de 1966 a través del cual Mambor analiza y separa los distintos momentos de la pintura: “Analicé los procedimientos ejecutivos de la pintura mediante técnicas de descomposición en el tiempo y el espacio. El dibujo y el fondo se ejecutaban en tiempos y espacios diferentes y luego se recomponían por superposición”.

Tras trasladarse a Génova, en 1967 fue invitado por Germano Celant a exponer en la Galleria La Bertesca con motivo de la exposición Arte Povera-Im spazio. En estos años se concentra en la serie de obras Itinerari, que presenta en la misma galería y en la Galleria dell’Ariete en 1968. Una vez más, una matriz está en el centro de la obra de Mambor, esta vez rodillos para falsos tapices(Itinerario, 1968; Tappezzeria, 1970): “Un diseño modular ya estaba grabado en el rodillo, sólo me quedaba el gesto de la ejecución. Delegué la tarea del estilo en el instrumento”.

En los años siguientes, el trabajo de Itinerari adquiriría dimensiones ambientales, fotográficas y performativas(Macchina traccialinee, 1968 e Itinerario intimo, 1969), siendo una de las más famosas la acción con Emilio Prini en su estudio de Génova: Mambor “pide a Prini que le pase el rodillo por encima, transformándose él mismo en el soporte mismo de la acción”.La concepción delEvidenziatore llevada a la exposición de la Galería Tornabuoni en 1970 y ya expuesta en 1993 con ocasión de la XLV Bienal de Arte de Venecia comisariada por Achille Bonito Oliva. Se trata de un objeto metálico que se abre y se cierra, se engancha con la función de resaltar objetos, dejándolos donde deben estar. Así lo cuenta el artista: “Quería mostrar las cosas como son realmente, sin alteraciones, desplazamientos, modificaciones. Quería investigar la realidad, por eso el Resaltador adoptó la forma de una mano mecánica como metáfora para captar la realidad”. Posteriormente, Mambor confía elHighlighter a terceros. Niños, amigos, fotógrafos, artistas y críticos se convierten así en parte efectiva del proceso creativo y de la interacción entre artista, rotulador y objeto rotulado. La investigación se centra en esta relación: “inserta el gesto del otro. Algo cambiará”. A partir de mediados de los años 70, durante más de 10 años, Mambor se dedicó al teatro, formando una compañía experimental, el Grupo Trousse.

La exposición continúa con las obras creadas a partir de 1987, cuando la pintura vuelve a ocupar un lugar predominante en su producción. A este periodo pertenecen las obras: Gli Osservatori (Maschera), 1983; Osservatori bianchi, 1996; L’uomo geografico/ fondo grigio, 2012; Le Coltivazioni Musicali, 2011. “A principios de los ochenta empecé a trabajar en una experiencia estética que llamé el Observador [...] No me interesa quién es la persona, el observador no es un retrato para la persona, sino que me interesa lo que la persona hace: el acto de observar.” La escultura también se convierte en parte estructural de la nueva producción de Mambor, en una búsqueda del espacio y de la forma de ocuparlo, probable herencia de su experiencia teatral.

La exposición se cierra con la obra Fili, 2012. Una serie de carretes de hilos de colores se disponen en una pared en una secuencia lineal; una silueta doble sostiene una madeja. A los ojos del espectador, las unidades separadas están en realidad unidas; inmóviles pero en acción.

Imagen: Renato Mambor, Geographical Man (fondo gris) (2012; técnica mixta sobre lienzo, 100 x 120 cm)

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