El sonido silencioso de la gran campana de la Basílica de San Pedro de Roma se convierte en arte. A partir del 16 de febrero, los visitantes de la basílica más importante de la cristiandad podrán sumergirse en una experiencia sonora inolvidable: el “silencio” del Campanone, la monumental campana fundida por Valadier, se transformará en una escultura sonora del artista estadounidense Bill Fontana (Cleveland, 1947). La obra, titulada Gli echi muti di una grande scultura sonora - Il Campana de San Pedro, comisariada por Umberto Vattani y Valentino Catricalà, se inaugurará en el marco de la Noche Blanca del Giubileo degli Artisti e del Mondo della Cultura, evento organizado por el Dicastero per la Cultura e l’Educazione.
El domingo 16 de febrero, a las 20.00 horas, miles de artistas y personalidades de la cultura de todo el mundo se reunirán bajo el pórtico de la Basílica, recibidos por una instalación sonora que amplifica las vibraciones de la campana. Un proyecto que no se limita a la reproducción del sonido, sino que saca a la luz la cara oculta de uno de los elementos simbólicos de la Basílica de San Pedro.
“De todas las campanas del mundo, la Valadier, el Campanone de San Pedro, ocupa una posición especial en el centro del cristianismo”, subraya el comisario Umberto Vattani. “Nuestro objetivo es dar voz a este silencio. Con la ayuda de la tecnología, haremos audibles al oído humano estos sonidos ocultos, estas voces mudas que consagra la Gran Campana de San Pedro. Haremos resonar lo invisible y daremos nueva vida a esta gran escultura sonora para que deje oír al mundo un lenguaje de paz y esperanza que todos puedan escuchar”.
“Se trata de un acontecimiento único, sin precedentes”, añade Valentino Catricalà. “Por primera vez, una instalación de arte contemporáneo se acoge en el interior del pórtico de San Pedro, un lugar de gran importancia e intensidad. La obra sobre la campana de San Pedro, desarrollada electrónicamente por el gran pionero del arte sonoro Bill Fontana, se convierte en una escultura, un organismo en expansión que resuena dentro del evocador espacio del pórtico. Una obra entre la electrónica y la espiritualidad, entre lo contemporáneo y lo antiguo”.
La instalación utiliza sensores de última generación para captar las imperceptibles vibraciones internas del Campanone. Con un peso de más de nueve toneladas, la campana emite un movimiento que, aunque inaudible para el oído humano, ha sido grabado, amplificado y hecho audible gracias a un sofisticado sistema de audio. Se trata de una primicia absoluta: nunca antes una campana de este tamaño se había transformado en una escultura sonora, capaz de transmitir no sólo el sonido, sino también la respiración del bronce. La instalación, concebida por el presidente de la prestigiosa Universidad Internacional de Venecia
Umberto Vattani, está promovida por la Universidad Internacional de Venecia (VIU), un consorcio que reúne a 23 universidades y centros de investigación de todo el mundo, de Estados Unidos a Japón, de Rusia a Sudáfrica, y realizada gracias al apoyo de Enel, Gruppo FS Italiane y Meyer Sound. El sistema de sonido, compuesto por 12 altavoces de última generación, se ha colocado en el pórtico de la Basílica. Allí, los visitantes podrán escuchar la voz oculta del Campanone mientras atraviesan el espacio sagrado, recibidos por una onda sonora que simboliza un mensaje de paz y fraternidad.
Bill Fontana está considerado uno de los pioneros del arte sonoro. Su obra explora la dimensión acústica de los lugares, transformando elementos naturales y arquitectónicos en instalaciones inmersivas. Con el apoyodel IRCAM de París, Fontana ya ha dado voz a sonidos imperceptibles, como el movimiento de los glaciares o el rugido submarino de los océanos. La instalación en la Basílica de San Pedro forma parte de esta investigación: el sonido, tradicionalmente asociado a la función religiosa de las campanas, se relee aquí desde una perspectiva artística. El resultado es una obra que fusiona tecnología y espiritualidad, amplificando la presencia simbólica del Campanone y creando una experiencia auditiva sin precedentes.
Las campanas han desempeñado un papel central en la vida comunitaria desde la Edad Media: marcaban el tiempo, llamaban a la oración y anunciaban acontecimientos felices o trágicos. San Juan Pablo II las llamaba “la voz de Dios que invita y consuela, tranquiliza en el silencio y en la noche”. El Papa Francisco, en su magisterio, subrayó la urgencia de unir e invitar a la fraternidad: “Cada gesto que nos une, cada voz que llama al diálogo y a la paz es un don para toda la humanidad”.
Nacido en Cleveland en 1947, Bill Fontana es uno de los principales exponentes del arte sonoro contemporáneo. Durante más de cincuenta años ha utilizado el sonido como material escultórico, transformando entornos con sus instalaciones. Ha expuesto en prestigiosos museos e instituciones, como el Whitney Museum of American Art, el San Francisco Museum of Modern Art, la Tate Modern de Londres, el MAXXI de Roma, la National Gallery of
Victoria de Melbourne, la Art Gallery of New South Wales de Sydney, el MAAT de Lisboa y la 48ª Bienal de Venecia. Entre sus obras más célebres, Silent Echoes dio nueva voz a la campana Emmanuel de la catedral de Notre-Dame, que sobrevivió al incendio de 2019. Fontana también grabó el sonido de las grietas del glaciar Dachstein en Austria, explorando el lenguaje oculto de la naturaleza.
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Roma, el silencio del Campanone de San Pedro se convierte en arte sonoro con Bill Fontana |
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