Reflexiones sobre la identidad kurda. Las fotografías de Linda Dorigo se exponen en Trieste

Del 16 al 27 de octubre se inaugura en Trieste, en el Teatro Miela, la exposición fotográfica Montañas imaginarias, de Linda Dorigo (Tolmezzo, 1983).

Una reflexión sobre la identidad kurda en Iraq, Irán, Siria y Turquía. Linda Dorigo ha construido una narración alejada de estereotipos, partiendo de una base común de diálogo: las montañas. Nacida y criada en una región alpina, Linda implicó de forma participativa a las comunidades, que hicieron dibujos y mapas, escribieron poemas y donaron fotografías.

Gente de montaña, gente ruda, gente ignorante. Así describían a los kurdos, a principios del siglo XIX, los primeros viajeros e investigadores orientalistas de Mesopotamia. El “pueblo de las montañas”, con sus caballos y armas rudimentarias, es el resultado de una visión exótica que, a lo largo de las décadas, han introyectado los propios kurdos.

Reales o imaginarias, sentidas o inconscientes, las montañas se han convertido en el eje en torno al cual gira la identidad kurda. Incluso hoy, bajo la presión de la propaganda política, cuando los kurdos hablan de su identidad como pueblo oprimido, dicen “no tenemos más amigos que las montañas”.

En los últimos años, la narrativa hacia ellos se ha suavizado, elevándolos a valientes guerreros en la lucha contrael Isis. Pero si el valor de un pueblo cambia según la importancia que le otorgue la geopolítica, lo que no ha cambiado en más de 200 años es la relación entre los kurdos y las montañas.

Linda Dorigo comenzó este proyecto en junio de 2014, con la intención de construir una narrativa alejada de los estereotipos preexistentes y de los que florecieron con el ascenso del Estado Islámico. Para ello, partió de una base común de diálogo: las montañas.

En cuatro años de viajes e investigación entre Irak, Irán, Siria y Turquía, Linda Dorigo se sumergió en las historias de familias, amigos, novios y niños. Tridimensionales y llenas de contrastes, las vidas de estas personas rara vez aparecen en los periódicos, y aún menos a menudo tienen los kurdos la oportunidad de expresar una visión personal del mundo.

El trabajo de campo ha incluido la implicación de las comunidades de forma participativa. Invitados a reflexionar sobre las montañas, su propia identidad, la historia de su tierra, los kurdos hicieron dibujos, mapas, escribieron poemas, donaron fotografías y material de archivo. Una narración coral necesaria para no caer en una nueva narración hecha “desde fuera”, en la que los propios protagonistas no hubieran encontrado voz.

Para toda la información puede visitar la web oficial del Teatro Miela o la de la Asociación S/paesati.

En la foto: Linda Dorigo, Irán, la antigua ciudad de Marivan

Reflexiones sobre la identidad kurda. Las fotografías de Linda Dorigo se exponen en Trieste

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