Paola Pivi lleva un helicóptero invertido a la iglesia de San Carlo de Cremona

Un helicóptero al revés, colocado en el suelo de una iglesia del siglo XVII, transforma la percepción del espacio y de los objetos comunes. Esta es la poderosa y desorientadora imagen que dará la bienvenida a los visitantes de la iglesia de San Carlo de Cremona, donde, desde el 1 de marzo hasta junio de 2025, se expondrá Un helicóptero al revés, la última instalación site-specific de Paola Pivi (Milán, 1971). La artista, famosa por sus obras capaces de subvertir la realidad y alterar la relación entre forma y función, coloca un helicóptero Agusta 109 al revés en la nave, superponiendo la monumentalidad del objeto a la sacralidad del espacio expositivo. El vuelco de un medio de transporte asociado a la velocidad y la ligereza introduce un cortocircuito perceptivo, tratando de imponer una reflexión sobre la relación entre los objetos, el movimiento y el sentido. El helicóptero, que debería dominar el aire, se convierte en un cuerpo pesado y estático, trastocando las convenciones visuales y empujando al espectador a reconsiderar su propia idea de familiaridad. No es la primera vez que Pivi trabaja con medios de transporte para crear obras con una fuerte carga simbólica. En 1997 ya había presentado Camion, un camión volcado sobre su costado, mientras que en 1999, en la Bienal de Venecia, expuso Untitled (aeroplane), un avión de combate militar volcado. En 2006, en Salzburgo, había volcado un helicóptero Westland Wessex para el evento Kontracom06, y en 2012, en Nueva York, con How I Roll, había hecho girar una Piper Seneca sobre dos soportes, desafiando de nuevo las expectativas del público.

La intervención en Cremona forma parte de esta investigación artística que explora la transformación de los objetos y su capacidad para evocar significados inesperados. El helicóptero volcado aparece casi suspendido en una dimensión surrealista, una imagen que amplifica el diálogo entre lo real y lo imaginario, entre lo ordinario y lo extraordinario. La iglesia de San Carlo se convierte en parte integrante de su lectura. El contraste entre el elemento industrial y el espacio sagrado pretende reforzar el impacto de la instalación, transformando la nave en un lugar de exploración sensorial y conceptual. Con Un helicóptero al revés, Pivi vuelve a jugar con la gravedad y la percepción, subvirtiendo el significado de un objeto familiar y obligando al espectador a cuestionar su propia experiencia del espacio. El visitante, enfrentado a un helicóptero privado de su función primaria, es invitado a una inversión mental, un viaje que transforma la nave de la iglesia en un escenario de posibilidades inesperadas. La experiencia de la exposición pretende así implicar cuerpo y mente y llamar a la participación activa.

Paola Pivi es una artista que siempre ha trabajado en la interacción entre objetos y contextos, desarrollando un lenguaje que combina ironía, desorientación e investigación formal. Ganadora del León de Oro en la 48ª Bienal de Venecia, ha expuesto sus obras en algunos de los museos más prestigiosos del mundo, desde el Guggenheim de Nueva York al Centro Pompidou de París, pasando por el MAXXI de Roma y la Tate Modern de Londres. Su obra, que incluye instalaciones, esculturas y performances, ha redefinido la frontera entre realidad y artificio, estimulando al público a observar lo cotidiano con nuevos ojos.

Paola Pivi lleva un helicóptero invertido a la iglesia de San Carlo de Cremona

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