La tercera y última etapa de la exposición Rinascimento marchigiano. Obras de arte restauradas de los sitios del terremoto comisariada por Stefano Papetti y Pierluigi Moriconi, fruto del acuerdo firmado por ANCI Marche y Pio Sodalizio dei Piceni en 2017, que se comprometieron en un importante trabajo de recuperación de obras de arte dañadas (aquí puedes leer una rica entrevista de Finestre sull’ Arte con los dos comisarios). En colaboración con la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio de la región de Marche, se identificó un núcleo de 51 obras de la región de Marche propiedad de 17 organismos públicos y eclesiásticos diferentes de las provincias de Ascoli Piceno, Fermo y Macerata para su recuperación y restauración.
En Senigallia la exposición se enriquece con respecto a las dos primeras etapas, alcanzando las 40 obras expuestas y en particular, por primera vez después del terremoto, se vuelve a montar el ciclo completo de Jacobello del Fiore con las Escenas de la vida de Santa Lucía del Palacio de los Priores de Fermo, que se presentó parcialmente en las etapas anteriores. Se trata de ocho paneles pintados entre 1420 y 1425 que representan las historias de Santa Lucía, en las que la representación sigue puntualmente el texto de la Leyenda Dorada, importante fuente hagiográfica de Jacopo da Varazze. Comenzando con Lucía, una noble de Siracusa, que acude a la tumba de Santa Águeda con su madre enferma con la esperanza de recibir su curación, hasta el violento martirio sufrido por la joven por negarse a renegar de su fe cristiana, cada escena está cada escena está realizada con gran detalle y con una atención a las estructuras arquitectónicas que atestiguan la adhesión del artista al estilo gótico cortesano en boga en el norte deItalia, estilo en el que emerge la fuerza expresiva de los rostros típicos de Jacobello.
Las recientes restauraciones llevadas a cabo en el ciclo han sido muy importantes, ya que han permitido afirmar con certeza que se trata de un retablo plegable, en el que los paneles podían plegarse uno sobre otro si era necesario para dejar al descubierto las reliquias colocadas en un nicho al fondo, y no un dosal como siempre ha mantenido la historiografía.
Otro espécimen de gran valor cultural recuperado y expuesto en la exposición es la campana del siglo XIII, realizada muy probablemente para la canonización de San Francisco en 1228: es la campana franciscana más antigua que ha llegado hasta nuestros días. Originalmente se encontraba en la iglesia de San Francesco in Borgo, una aldea de Arquata del Tronto, y ahora se conserva en los depósitos de la Fortaleza Malatesta de Ascoli Piceno después de que en 2016 fuera salvada gracias a la coordinación de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de las Marcas y laComandancia de Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural y la intervención del Cuerpo de Bomberos, que descendió desde un helicóptero hasta los escombros. La importancia de esta campana es tal que en 2017 se expuso en la muestra Facciamo presto. Marche 2016 - 2017: tesoros salvados, tesoros por salvar, organizada por los Uffizi para recaudar fondos para los daños causados por el terremoto y su restauración.
También son de gran importancia histórica y artística una stauroteca, que contiene un fragmento de la cruz verdadera, y un par de relicarios, realizados en el siglo XVIII por el orfebre y platero Pietro Bracci, originario de Roma pero muy activo en la región de Las Marcas. Estos ejemplares representan la excelencia de la orfebrería barroca romana, originalmente propiedad de la familia Sgariglia y ahora parte de la propiedad del municipio de Ascoli Piceno.
Las demás obras expuestas “abarcan desde el siglo XV al XVIII, algunas de alto valor devocional y no histórico-artístico y otras de gran valor histórico-artístico”, según explica el conservador Stefano Papetti. Entre ellos figuran crucifijos de madera y vesperbildos de ámbito alemán, que aún hoy pueden encontrarse en el interior de las iglesias como objetos de culto. También hay otros nombres importantes, como Cola dell’Amatrice, del que destaca su Natividad con los santos Jerónimo, Francisco, Antonio de Padua y Santiago de las Marcas, procedente de la sacristía de la iglesia de San Francisco de Ascoli Piceno. Y también de Roma Giovanni Baglione y Giovanni Serodine, que siguieron el ejemplo de Caravaggio en la capital desde Suiza. Todos autores de indudable fama que nacieron o permanecieron en la región de Las Marcas y que contribuyeron a cambiar la geografía de la Historia del Arte.
Los trabajos de restauración fueron llevados a cabo por técnicos procedentes todos ellos de la región de Las Marcas, en colaboración con la Universidad deCamerino y la Universidad de Urbino y la dirección científica de la Superintendencia de Bellas Artes, que, mediante innovadores análisis de diagnóstico, evaluaron el estado de conservación de cada obra. Estas intervenciones no sólo permitieron remediar los daños sufridos por las obras, sino que también permitieron realizar nuevas atribuciones y adquirir nuevos conocimientos sobre la técnica pictórica y los materiales utilizados por los artistas, ampliando los conocimientos disponibles sobre este patrimonio y abriendo la vía a nuevos estudios. Para dar cuenta de estas nuevas adquisiciones, el catálogo se ha realizado colocando el informe de los trabajos de restauración y los resultados de las investigaciones diagnósticas que lo precedieron junto a la historia del arte de la obra.
La exposición itinerante Renacimiento en las Marcas. Obras de arte restauradas de los lugares del terremoto representa un viaje a la religiosidad de la región de Las Marcas a través de un fascinante itinerario estilístico e iconográfico que ya había sido definido por Federico Zeri y Pietro Zampetti como cultura adriática, pero desde su planificación tenía un objetivo más amplio, a saber, el de hacer que las obras restauradas pudieran utilizarse de forma permanente, como explica Pierluigi Moriconi, de la Superintendencia del Patrimonio Arquitectónico de Las Marcas y comisario de la exposición: “Una vez finalizadas las exposiciones, las obras que no puedan trasladarse a sus emplazamientos originales por haberse derrumbado o no haber sido restauradas aún, se colocarán en 8 almacenes y allí estarán siempre a disposición del público”.
Para cualquier información, puede enviar un correo electrónico a circuitomuseale@comune.senigallia.an.it.
En la imagen, un detalle del Martirio de Santa Lucía , de Jacobello del Fiore.
Obras de arte heridas (y restauradas) por el terremoto de 2016 expuestas en Senigallia |
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