Nápoles, en el Museo de Capodimonte: las pinturas de Rafael en la colección


Hasta el 13 de septiembre, el Museo Nacional de Capodimonte, en Nápoles, acoge "Rafael en Capodimonte: el taller del artista", centrado en la colección de obras de Rafael del museo.

El Museo e Real Bosco di Capodimonte de Nápoles acoge hasta el 13 de septiembre la exposición Rafael en Capodimonte: el taller del artista, comisariada por Angela Cerasuolo y Andrea Zezza, en el marco de las celebraciones del 500 aniversario de la muerte del artista, y que tiene como objetivo poner de relieve el patrimonio rafaelesco del Museo, mucho más rico y variado de lo que solemos pensar.

El recorrido ofrece al público los nuevos hallazgos de la campaña de investigación diagnóstica llevada a cabo en el Museo, gracias a importantes colaboraciones institucionales (detrás de esta exposición) que permitirán un acercamiento original tanto a las obras de arte como al trabajo del taller del artista y al de sus seguidores, poniendo de relieve el complejo trabajo que hay detrás de la creación de originales, múltiples, copias y derivaciones.

El Museo e Real Bosco di Capodimonte, de hecho, conserva una serie de importantes obras autógrafas que ejemplifican los principales momentos de la carrera del artista: El Eterno y la Virgen, dos fragmentos del Retablo de San Nicolás de Tolentino (1500-1501), la primera obra conocida de Rafael, de 17 años, pintada para la iglesia de Sant’Agostino de Città di Castello, destruida a finales del siglo XVIII; el Retrato de Alessandro Farnese (c. 1511), el joven cardenal que muchos años después se convertiría en el poderoso papa Pablo III; el Moisés y la zarza ardiente (1514), un cartón preparatorio realizado para el fresco de la bóveda de la Sala del Heliodoro del Vaticano; la Virgen del Divino Amor (1516-18), una de las pinturas más admiradas del artista durante el siglo XVI, que luego cayó en el olvido y que sólo recientemente ha sido rescatada, gracias también a investigaciones científicas y restauraciones, de la crítica desgracia en la que había caído en el siglo XX.

Pero Capodimonte conserva también una obra fundamental de Giulio Romano, principal alumno de Rafael, la Virgen del Gato (c. 1518-1520), ejecutada siguiendo un modelo del maestro, y de la que las investigaciones diagnósticas ayudan a comprender mejor tanto la compleja génesis de su ejecución como las causas de los problemas que han hecho problemática su conservación.

Una serie de copias, derivaciones, múltiplos, algunos de los cuales pueden haber sido realizados en el propio taller del artista(Madonna del Passeggio, Madonna del Velo), otros por artistas de primer orden para importantes mecenas - es el caso de la famosa copia del Retrato de León X de Andrea del Sarto -donde la noción de “copia” roza la de “falsificación de autor”, y que según Vasari habría engañado al propio Giulio Romano- o quizá para la práctica, como el San José de la Madonna del Velo de Daniele da Volterra.

Éstos, junto con otros realizados por copistas más mecánicos (Madonna de Bridgwater) permiten una amplia exploración de este tipo de producción, que constituyó una gran parte del trabajo de los talleres de los siglos XVI y XVII y que hoy forma una parte enorme, aunque a menudo descuidada, de nuestro patrimonio artístico.

Para más información, visite la página oficial de Capodimonte.

En la foto: Rafael, Virgen del Divino Amor, detalle (1516-18; óleo sobre tabla, 140 x 109 cm; Nápoles, Museo Nacional de Capodimonte).

Nápoles, en el Museo de Capodimonte: las pinturas de Rafael en la colección
Nápoles, en el Museo de Capodimonte: las pinturas de Rafael en la colección


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