El arte como invitación a reflexionar sobre la necesidad de mejorar la relación entre el hombre y el medio ambiente. Esta es la idea central de la exposición After the Human Colonialism de Samantha Torrisi e Ivan Terranova, comisariada por Valeria D’Amico y Giuseppe Lo Magno, que acoge la Galería Lo Magno de Módica hasta el 29 de febrero de 2024.
En una sociedad antropocéntrica, el proyecto After the Human Colonialism quiere invitar al visitante a realizar un viaje introspectivo a través de las obras de Samantha Torrisi (Catania, 1977), que representan territorios boscosos de su tierra, realizadas en óleo sobre lienzo y tabla y presentadas junto a la videoinstalación de Ivan Terranova (Catania, 1990) con imágenes tomadas a partir de fototrampas, colocadas por el artista en bosques de los Apeninos sicilianos. Las investigaciones de Samantha Torrisi e Ivan Terrannova se encuentran y dialogan, ofreciendo herramientas y miradas diferentes que apuntan en la misma dirección: lugares (aspectos) y no-lugares, citando a Marc Augé. Ambos coinciden en la urgencia de poner fin a los estragos causados en la naturaleza con soluciones basadas en el conocimiento científico y la comprensión de la dinámica ecológica de los bosques y entornos naturales. Hoy en día, en cambio, las teorías ecológicas y de sostenibilidad resultan ser ajustes marginales en un tema que, si no se gestiona desde un punto de altĕro, siempre acaba recayendo en la misma lógica de partida, obteniendo resultados parciales e incompletos.
La invitación que pasa por estas producciones artísticas es a cuestionar nuestro sistema social en referencia a las palabras del filósofo Roberto Mancini: “Sustentabilidad, innovación, inclusión son palabras que mienten porque son como parches que nos ofrece el sistema actual para decir que se arreglarán las contradicciones. Lo que hace falta es generar otra forma de estar en el mundo, un nuevo nacimiento”.
El término espejo encuentra un lugar esencial en la transposición artística de la obra de Samantha Torrisi, como resume Mario Gerosa: “El mundo representado en los cuadros vive como detrás del espejo, en una dimensión propia, donde se subvierten todas las leyes físicas”.
En las obras del pintor, el tema del bosque vuelve a aparecer como un arquetipo que se convierte en una herramienta para abordar la trascendencia contemplativa a la que tendemos de forma natural. A menudo, en las representaciones que la artista hace del bosque, se repiten símbolos-signos que nos recuerdan con caracteres poéticos y femeninos la estrechez de la antropización de los lugares encantados que describe. Las obras trascienden sus perímetros, convirtiéndose en espacios infinitos de la historia observables desde detrás de un espejo, desde donde sólo se nos permite detenernos para contemplarlos. Y es precisamente la capacidad de contemplar la naturaleza lo que necesitamos redescubrir, después de haberla perdido en pos de ritmos frenéticos y discordantes. Los paisajes transfiguran sus límites en un movimiento que a veces evoca las técnicas utilizadas por Gerhard Richter y otras parece inspirarse en un plano de Michelangelo Antonioni en la película Blow-Up. La artista, vinculada en los orígenes de su trayectoria a la gramática del cine, no oculta aún hoy su reverberación: el efecto de vídeo indefinido evocado por la evanescencia de los decorados, por el filtro estético que crea entre la imagen (real o irreal) de referencia y el espectador. Un recorrido cuyo incisivo dinamismo y maestría simbólica se aprecian ahora plenamente.
A través de la instalación Fabula, Ivan Terranova nos conduce en un viaje hacia un encuentro primordial entre el ser humano contemporáneo y la naturaleza. Su intuición artística tiene su origen en una investigación videofotográfica sobre la presencia o ausencia de la especie del lobo siciliano, entre el mundo animal que se adhiere instintivamente a la vida y el mundo racional del hombre que elige modularla según sus propias necesidades. El lobo porque sigue considerándose el símbolo de un alma salvaje, de una condición vencedora, de una fuerza incondicional. La desaparición del lobo siciliano (Canis Lupus Cristaldii), cuyo último ejemplar fue sacrificado hace unos cien años, según el artista ha afectado a los equilibrios ecosistémicos y representa también la pérdida de un patrimonio histórico/cultural. Tras elegir algunas zonas de los Apeninos sicilianos, colocó allí algunas fototrampas que le devolvieron imágenes de una dimensión nocturna ancestral, aún no del todo domesticada, de lugares utópicamente compartidos por toda la comunidad de seres vivos, hombres y animales".
After the Human Colonialism cuenta también con la participación de los alumnos del curso de diseño gráfico 4L del Liceo ’Leonardo’ de Brescia, que se encargaron del diseño gráfico, trastocando los principios estéticos habituales. La intención de la exposición es dar cabida al concepto de amor a la naturaleza, un lema universal en un momento histórico en el que se hace necesario cuidar nuestra forma de estar en el mundo. En concreto, 2023 marcó a todo el país con violentos chaparrones, inundaciones e incendios. Fenómenos monitorizados por Legambiente, que también colabora en el proyecto con la elaboración de algunos textos por parte de la sección de Ragusa de la asociación ecologista, que hacen hincapié en las acciones puestas en marcha, con estudios en profundidad sobre el contexto regional y la campaña de sensibilización contra los incendios "Sicilia incendiada " y con propuestas concretas dirigidas a las instituciones regionales, para solicitar algunas medidas urgentes para combatir algunos comportamientos que están en la base de muchos incendios en las zonas rurales.
La exposición cuenta también con el apoyo de las bodegas Feudo Ramaddini. Para cualquier información, llame al +39 0932 76 31 65 o envíe un correo electrónico a info@lomagnoartecontemporanea.it.
Samantha Torrisi (Catania, 1977). Sus obras evocan una esfera tecnológica que se apropia de la pintura, haciéndola adquirir una dimensión “fenomenológica” y casi onírica, con una referencia constante a las urgencias actuales. En más de veinte años de actividad, ha expuesto en galerías, museos y fundaciones tanto en Italia como en el extranjero(España, Portugal, Lituania, Turquía, Grecia, Francia) y ha colaborado en varios proyectos internacionales, entre ellos Etna Eternal Flame sobre el volcán, en colaboración con la Monira Foundation de Nueva York y la Fondazione Orestiadi di Gibellina, donde también estará presente en 2023 como parte del programa de Residencias Artísticas. Recientemente ha expuesto en elInstituto Italiano de Cultura de París con motivo de la exposición À fleur de peau. En 2023 también es finalista de Arteam Cup en la Fortezza del Priamar de Savona y de EneganArt en el Palazzo Strozzi de Florencia, y figura entre los artistas de la exposición colectiva Messaggi. Antonello contemporanei en la Galería Regional del Palacio Bellomo de Siracusa. Sus obras se encuentran en diversas colecciones públicas y privadas. Vive y trabaja en las laderas delEtna.
Ivan Terranova (Catania, 1990). Desde los 4 años se ha dedicado al estudio del piano, desde la música clásica hasta los lenguajes más modernos, pasando por el estudio de la música jazz y la actividad de concertista. Al mismo tiempo, dado su interés por las artes visuales y la fotografía a lo largo de los años, se matriculó en laAcademia de Bellas Artes, donde obtuvo su licenciatura en “Artes Tecnológicas”, debatiendo una tesis sobre los vínculos sinestésicos entre músicos y artistas en las artes contemporáneas. Se graduó en el curso bienal de Fotografía de la Academia de Bellas Artes de Catania con una tesis experimental sobre la relación entre la fotografía y el arte efímero. Actualmente colabora como artista, comisario y conferenciante con instituciones públicas y privadas. La investigación de Ivan Terranova parte del estudio y la reflexión sobre el paisaje contemporáneo, la geografía y las relaciones ecológicas y culturales del Antropoceno. Al hacer interactuar la fotografía con otros lenguajes, el paisaje se convierte en el perímetro de acción en el que analizar elementos para ser tomados y reinterpretados, o en el escenario de instalaciones ambientales temporales, en las que la herramienta fotográfica se convierte en memoria de experiencias solitarias. En las obras encontramos territorios suspendidos entre la realidad y la representación, la naturaleza y el artificio, lo humano y lo animal, el ritual y la devoción, el documento y la poesía que nos inducen a repensar la relación entre el hombre y el medio ambiente con puntos de vista alternativos.
Modica, el arte de Samantha Torrisi e Ivan Terranova muestra los efectos del hombre en el medio ambiente |
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