Misfits", de Markus Schinwald, expuesta en la Fundación Coppola de Vicenza


Tras su consagración en la Bienal de Venecia de 2011, el artista austriaco Markus Schinwald presenta una nueva exposición individual en Italia, en la Fondazione Coppola de Vicenza, donde el artista trae sus 'Misfits'.

La Fundación Coppola de Vicenza reanuda sus actividades expositivas con la muestra individual del artista austriaco Markus Schinwald(Salzburgo, 1973), comisariada por Davide Ferri. La exposición estará abierta al público del 11 de octubre de 2020 al 27 de febrero de 2021.

El título de la exposición, Misfits, hace referencia a las obras seleccionadas para la muestra e, idealmente, ofrece una clave representativa de toda la producción de Schinwald. Traducido al italiano como “disadattati”, Misfits hace referencia a algunas de las características más destacadas de las obras creadas por el artista austriaco en los últimos veinte años, obras en las que el cuerpo y la figura se ven corrompidos por detalles inquietantes y encerrados en poses alienantes, en un proceso de manipulación que puede llegar incluso a tocar objetos cotidianos como muebles y enseres.

Articulada en los cinco niveles del Torrione, la exposición incluye intervenciones de carácter instalativo y escultórico, así como pinturas y vídeos: un corpus heterogéneo que pretende dar testimonio del eclecticismo de Schinwald, al tiempo que permite que emerjan con claridad las constantes de su poética. La exposición se abre con la serie Marionetas, un grupo de doce niños representados en poses y actitudes que expresan un sentimiento de impaciencia y leve rebeldía. Sujetados y maniobrados por finos cables, zapatean y agitan los brazos con movimientos repetitivos, creando un ritmo visual y auditivo. Como miembros de una pequeña banda de gánsteres, revelan un aspecto frágil y grotesco, dos cualidades que caracterizan muchas de las obras de la exposición.

El primer y el segundo nivel del edificio están dedicados a la pintura de Schinwald, que en la última década se ha convertido en paradigma de un enfoque dirigido a una confrontación, a la vez hogareña e irreverente, con la tradición pictórica, basada en la manipulación de retratos decimonónicos de figuras aristocráticas mediante inserciones alienantes -interferencias como prótesis, máscaras, tachaduras, excrecencias- que alteran la suntuosa compostura de las poses. Los rostros pintados por Schinwald se transforman así en imágenes perturbadoras, enigmáticas y nada tranquilizadoras, que chocan tanto con los entornos en los que se sitúan -en su mayoría interiores burgueses- como con la tradición más amplia del retrato como género pictórico. Los personajes destilan una extraña tensión, generada por el contraste entre la respetabilidad de su rango y la sensación de coacción, rayana en la depravación, que sugieren los elementos que protegen o alteran sus rostros.

La teatralidad de las Marionetas y la dimensión sutilmente perturbadora de las pinturas se encuentran también en los vídeos que ocupan las plantas tercera y cuarta del Torrione. Orient A y Orient B, estos son los títulos de las obras, están impregnadas/soportadas por atmósferas misteriosas y ambiguas, y muestran a grupos de intérpretes -casi figuras correspondientes a las de los cuadros- realizando acciones sin significado aparente. Las figuras se enfrentan a limitaciones físicas y movimientos que agotan sus cuerpos, realizados sobre un fondo de escenografía abandonada que alimenta una sensación de decadencia y tragicomedia grotesca.

El repertorio de Schinwald incluye también esculturas compuestas a partir de un ensamblaje de patas de mesa al estilo Chippendale, colocadas en el punto más alto del edificio: el observatorio desde el que se contempla una de las vistas más fascinantes de Vicenza. Es aquí donde termina el camino ascendente de la exposición y de la obra del artista austriaco, un crescendo que desemboca en esta serie de esculturas en las que lo familiar adquiere contornos siniestros: las patas de mesa se transfiguran en organismos alienantes, genéticamente modificados, que aluden a poses inverosímiles y gestos delicadamente eróticos. Ya sean figuras humanas u objetos, la imaginería del artista tiende siempre a la creación de formas inquietantes y desarticuladas.

La exposición ofrece así la oportunidad de una amplia mirada a la poética de uno de los artistas europeos más importantes a nivel internacional que, tras su consagración en la Bienal de Venecia de 2011, ocasión en la que Schinwald representó a su país, propone ahora una nueva exposición personal en Italia.

Para toda la información, visite la web oficial de la Fundación Coppola.

En la imagen: Markus Schinwald, Katja (2016; óleo sobre lienzo).

Misfits
Misfits", de Markus Schinwald, expuesta en la Fundación Coppola de Vicenza


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