Del 29 de octubre al 6 de diciembre de 2024, la Fondazione Mudima de Milán acoge la exposición Vite sospese (Vidas suspendidas), con obras de Alessandro Bergonzoni (Bolonia, 1958) y Bill Viola (Nueva York, 1951 - Long Beach, 2024). Comisariada por Davide Di Maggio, la exposición parte de la idea de que ambos artistas, a pesar de sus diferentes formaciones y orígenes, siempre han explorado los temas de la condición humana, laincertidumbre y el riesgo que caracterizan la experiencia humana en el cosmos. Ambos han dado forma e imaginación al profundo sentimiento de angustia que emerge del ser.
La exposición se estructura en tres momentos y ambientes distintos. Las instalaciones de Bergonzoni ocupan las dos primeras plantas, y sólo al final se produce un encuentro ideal e intencionado entre Bill y Alessandro, en un lugar simbólico y metafísico que representa el umbral entre lo invisible y lo visible.
La exposición comienza con la instalación de Alessandro Bergonzoni titulada ¡Atención! Asignaciones en suspenso, que sirve de aviso a todos los “navegantes” terrestres, casi como si dijera: “¡Cuidado, vigilad desde arriba!”. Algo se cierne sobre nuestras cabezas; esta percepción nos recuerda cómo no nos hemos ocupado del “techo del mundo” para salvarnos y proteger, desde el principio, lo que importa.
De este aparente otro lugar, inaccesible para la mayoría de la gente, pasamos a otro plano, donde se nos invita a cruzar un límite de lo imaginario. Aquí se pide al público que atraviese el espacio, prestando atención, esta vez, a “dónde apuntar con los pies y no con las armas”. La instalación, titulada La cuna de la incivilidad, crea un efecto surrealista y paradójico. Bergonzoni escribe al respecto: “Los ataúdes no acunan, las cunas no flotan, en el universo ahora demasiado ’exterminado’ y sembrado de niños...”.
Sólo después de habernos aventurado, con sumo cuidado, en este camino (que representa simbólicamente lo que el hombre ha logrado u omitido), llegamos al vídeo de Bill Viola The Reflecting Pool (cinta de vídeo, 1977-1979). La obra representa la muerte y el renacimiento del individuo en un contexto natural, un bautismo en un mundo de imágenes virtuales y percepciones indirectas. Un hombre sale del bosque y se sitúa frente a un estanque de agua; se sumerge y, en ese instante, el tiempo se congela. El tiempo se dilata, marcado únicamente por una serie de acontecimientos que sólo se ven como reflejos en el agua.
Los temas de la vida, la muerte y el renacimiento, así como el cuidado y la valorización sin venganza antropológica ni crueldad subyacen en las obras de los dos artistas. La conciencia de la muerte nos ayuda a comprender nuestra precariedad y a reflexionar sobre cómo “habitamos” nuestra existencia.
Horario: De lunes a viernes de 11.00 a 13.00 h. y de 14.30 a 18.00 h. Cerrado sábados y domingos.
Entrada gratuita
Imagen: Alessandro Bergonzoni y La Cuna de la Incivilidad (2024). Fotografía de Fabio Mantegna. Cortesía de Fondazione Mudima.
Milán, obras de Alessandro Bergonzoni y Bill Viola dialogan en la Fondazione Mudima |
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