Lorenzo Ceva Valla (Milán, 1967), fotógrafo y cineasta, presenta en el espacio milanés IDEA4MI la exposición individual Il cantiere incantato (La obra encantada), un proyecto fotográfico que pretende relatar la experiencia de constricción vivida durante el primer cierre patronal de marzo de 2020. Instantáneas inéditas de una obra inmóvil vista desde la ventana de la casa del fotógrafo, reunidas en un collage de 624 fotografías -39 líneas por 16 columnas- pretenden dar vida a una experiencia densa, que permite reflexionar sobre el papel de la fotografía, el aspecto psicológico del aislamiento, la percepción del tiempo y la evolución del entorno urbano circundante.
La idea del proyecto nació durante las primeras semanas del cierre forzoso por el estallido de la pandemia de Covid19. En ese periodo, Lorenzo Ceva Valla experimentó la necesidad de documentar lo que estaba ocurriendo a través del medio artístico que le es propio, la fotografía. Así, durante 39 días consecutivos realizó una media de 30 fotografías diarias, desde las primeras luces del alba hasta la noche, con un único sujeto, el único que podía ver desde su ventana: una obra en construcción, símbolo de algo que por definición debería estar en movimiento, pero que por razones de fuerza mayor permanecía inactivo e inmóvil, como todos nosotros.
Sin embargo, las tomas del mismo sujeto, suspendido entre la naturaleza, el espacio y el tiempo, se convierten en el volante de algo más, que va más allá de la dimensión que percibimos. De hecho, la sucesión “obsesiva” de imágenes, sólo aparentemente idénticas pero en realidad únicas, comunica la fuerza poética de la dimensión “encantada” que despierta precisamente la fotografía, donde cada detalle, cada mínimo cambio se hace evidente a los ojos gracias a la tecnología y a la altísima resolución utilizadas.
No es cierto, por tanto, que todo estuviera inmóvil, y así lo demuestran en el collage la luz cambiante, la naturaleza y la sucesión de las estaciones, pero también ciertos detalles: la estela de luz dejada por el paso de la Estación Espacial Internacional (ISS), la aparición del reflejo de la luna silueteada al otro lado del cielo, y de nuevo un individuo con camisa blanca -el propio Lorenzo Ceva Valla- al borde de la carretera, irónico homenaje del artista a La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock. Estos son sólo algunos de los detalles que pueden verse en la secuencia de fotos, símbolos de la vida que continúa fuera de la fijeza. Es así como, en La obra encantada, la inmovilidad se transforma en movimiento, igual que cuando desde el vagón de un tren parado vemos otro que viaja y tenemos la impresión de que nosotros también nos movemos.
Il cantiere incantato (La obra encantada) es un proyecto que nació en el escritorio y que sirvió a Ceva Valla no sólo para relatar su encierro, sino para hacer una reflexión sobre la fotografía, el medio expresivo que había elegido y que, en aquel momento, marcaba para él precisamente el ritmo de sus días y desempeñaba un papel salvífico y catártico.
El proyecto es también un pretexto para reflexionar sobre la dimensión del tiempo percibido en aquellos días: un tiempo dilatado y expandido, captado por la larga sucesión de fotografías, tanto más difícil de comprender por la forma en que nuestra memoria percibe los recuerdos editados como en la secuencia escénica de una película. Un tiempo casi imposible de aprehender, salvo a través de la alternancia de luz y oscuridad y de todos aquellos elementos naturales que dan cuenta de él. Así, Il cantiere incantato brinda la oportunidad de meditar sobre el aspecto psicológico de la reclusión, de la “prisión”, de la fijeza de la vista. Pero también es una ocasión para hablar de la evolución de los paisajes urbanos, de la ciudad que cambia ante nuestros ojos inconscientes, y de la naturaleza, que precisamente durante esos meses de encierro pudo recuperar sus espacios.
La Obra Encantada hace hincapié en todos estos temas, con el objetivo de estimular la reflexión, de compartir una experiencia ciertamente exclusiva, pero que nos ha tocado a todos. Por eso, para coronar la exposición, está prevista una serie de encuentros, debates y momentos de convivencia con personas que han formado parte del proyecto a su manera, con el fin de explorar con ellas todos los niveles de reflexión que ha sacado a la superficie.
La exposición contará también con algunas instantáneas de I Lorenzi, un proyecto paralelo de “desdoblamiento múltiple” de la identidad del fotógrafo, un backstage ideal de Il cantiere incantato: composiciones escénicas irónicas y surrealistas en las que las múltiples identidades de Ceva Valla aparecen retratadas en diferentes papeles y estados al mismo tiempo.
Para más información, visite el sitio web oficial de la artista.
Milán, las fotografías de encierro de Lorenzo Ceva Valla se exponen en el espacio IDEA4MI |
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